El Oviedo despide 2016 en
busca de la ilusión con la
que inició el año. Tras una
segunda vuelta para olvidar,
los azules buscan la
regularidad que les mantenga
en la zona alta.
Si
2015 fue un año dulce y ponía fin al calvario de
la pelea por el barro con el regreso a Segunda División,
2016 fue más bien amargo. El buen hacer del equipo en la
primera vuelta se fue al traste en la segunda, además de
crearse un divorcio entre el equipo y la afición, que
aún sigue cicatrizando.
Los azules iniciaban el
año desde la tercera posición con 31 puntos, a sólo dos
del Alavés y Córdoba que encabezaban la clasificación.
Una situación envidiable para un recién ascendido que se
basaba en el bloque de la temporada anterior. El
arranque no fue malo,
empatando en uno de los campos complicados como
Butarque ante un Leganés que, a la postre, ascendió a
Primera División. Allí
se lesionó de gravedad Borja Gómez, que fue
sustituido por
Josete Malagón, capitán del Cádiz en la
eliminatoria por el ascenso.
Míchel Herrero fue el segundo fichaje invernal
de un Oviedo que adolecía, al igual que esta temporada
-y anteriores-, de un capitán en la medular.
El Oviedo terminó su
racha de
doce partidos invicto en Mallorca, una isla
muy partícipe en la historia del club. Allí saltó la
chispa del debacle posterior que se unió a
la derrota del domingo siguiente en casa ante el
Valladolid (2-4) y acabó con la
dimisión de Sergio Egea como técnico, una
situación que el club no supo gestionar y que desembocó
en un divorcio entre la grada y la plantilla,
especialmente los jugadores señalados en el
entrenamiento por el técnico argentino.
Sergio Egea fue despedido con honores, por
cientos de aficionados en el Carlos Tartiere que le
transmitieron su cariño por el año y medio que dirigió
al club. En su rueda de prensa dejó entrever que se
apartaba a petición del vestuario, donde no contaba con
la confianza de buena parte de los jugadores.
David Generelo, que hace unos meses había
colgado las botas por lesión,
fue designado técnico interino y, posteriormente,
definitivo, tras la confirmación de Arturo Elías en
su visita a Oviedo. Su debut se saldó con
derrota en Alcorcón (1-0), pero la visita del
patrón coincidiendo con la fiesta del 90º
aniversario acabó con un
holgado triunfo (3-0) sobre la Ponferradina,
posiblemente en el mejor partido del Oviedo de Generelo.
El
técnico mexicano,
Carlos Barra, se incorporó al cuerpo técnico a
principios de abril en calidad de ayudante de Generelo,
que hizo algunos cambios en el once, los más discutidos
la salida de Esteban y Diegui, dos de los hombres
más en forma, para introducir a Rubén Miño y
Fernández, este último muy discutido por la grada.
El último tercio liguero fue un fracaso absoluto, en los
trece partidos que dirigió el ilicitano sumó 13 puntos
(4 victorias, 1 empate y 8 derrotas), que hicieron
descender al Oviedo de la quinta posición a la novena,
acabando a cinco puntos de la sexta plaza que ocupó el
Osasuna,
gracias a su victoria en el Tartiere (0-5) en un
sonrojante partido de los azules en el que Generelo
dio minutos a los menos habituales.
Entremedias,
Carmelo del Pozo, que fue uno de los señalados
por la afición,
fue la cabeza de turco y fue cesado como director
deportivo el martes 26 de abril a primera hora de la
mañana. Vallina y Del Olmo comparecieron esa misma tarde
para anunciar que
el club buscaba un giro en la dirección deportiva,
aunque sin concretar más allá, en un cese que buscaba la
paz social para las últimas siete jornadas de liga, a
las que el equipo llegaba aún con opciones de
clasificarse para el play off, aunque más por las
matemáticas que por las malas sensaciones que transmitía
el equipo, que
quedó apeado en La Romareda.
Joaquín del Olmo compareció nada
más acabar el partido ante el Osasuna y no se escondió
para reconocer que la temporada fue
"un tremendo fracaso", reconociendo errores,
mostrándose muy dolido con el vestuario, anunciando
cambios en la plantilla y la llegada de un entrenador de
primer nivel. Aunque finalmente no se produjeron
tantos cambios en la plantilla, ni la llegada de un
entrenador de primer nivel, aunque Joaquín Caparrós
fue desechado a última hora
para incorporar a Fernando Hierro.
Fernando Hierro se rodeó de un cuerpo técnico con
dilatada experiencia, aunque Xavi Valero -entr.
de porteros-, abandonó el proyecto apenas un mes después
para incorporarse al Hebei de la Superliga China con
Pellegrini.
Ángel Martín González ocupó el vacío en la secretaría
técnica y el club anunció su fichaje el 27 de
junio, con escaso margen de maniobra para planificar la
temporada. La llegada del técnico malagueño generó dudas
en el entorno azul, que se esperaba un entrenador con
una trayectoria más dilatada en los banquillos.
Michu fue el último fichaje en llegar y el más
sonoro de las doce incorporaciones: Christian Fernández
(Huesca), Juan Carlos (Albacete), Jonathan Pereira
(Lugo), Jorge Ortiz (Fuenlabrada), David Rocha (Houston
Dynamo), Varela (Betis), Lucas Torró y Alfonso Herrero
(Castilla), Martín Alaniz (Villa Española), Nando
(Valencia), Óscar Gil (Bilbao Athletic), Michu (Langreo).
El ovetense se incorporó a los entrenamientos a finales
de agosto y fue recibido en el Tartiere por 3.000
aficionados.
Las obras en el Tartiere fueron
protagonistas durante el verano
El Ayuntamiento dilató más de la
cuenta la concesión a la empresa Green Natur y, a pesar
de la que la temporada finalizó a primeros de junio,
las obras no comenzaron hasta el 28 de julio. La
urgencia no fue buena y, desde el primer día, se pudo
comprobar que el resultado no fue positivo. El equipo
pisó en contadas ocasiones, el césped del Carlos
Tartiere, y aprovechando el parón invernal se trabaja en
la mejora del terreno de juego, además de los
banquillos, túneles de vestuarios y el sintético que
rodea el perímetro del campo. Durante el verano se
hicieron mejoras en la megafonía y se colocó un nuevo
videomarcador.
En lo meramente deportivo, más luces
que sombras en una primera vuelta donde el Oviedo
comenzó como un bloque muy rocoso, al que era difícil
hacerle gol, pero que a medida que avanzaban las
jornadas perdía fiabilidad, desmoronándose en sus
visitas a
Huesca (4-0) y
Alcorcón (5-1). Los triunfos en
Cádiz (0-2) y ante el
Levante (2-0) fueron lo mejor de los azules en
el primer tramo liguero. Christian Fernández y Lucas
Torró fueron dos de los jugadores más destacados,
sorprendiendo la reconversión de Linares a falso extremo
izquierdo.
La participación copera fue efímera y el doblete de
Michu en su estreno no fue suficiente para que
los azules consiguieran el pase en La Condomina ante un
UCAM de Murcia que ganó (4-3) en la prórroga.
El año finalizó con una derrota en el
Tartiere frente al
Córdoba (1-2) que deja muchas dudas para una
segunda vuelta en la que el Oviedo contará, al menos,
con un refuerzo, con la incorporación del ovetense
Saúl Berjón. Por el contrario,
Peña fue la primera salida de este mercado invernal,
en el que se espera alguna salida y entrada más.
El Oviedo tendrá que rehacerse en la
segunda vuelta, tratar de recuperar la seguridad
defensiva del inicio del campeonato y mejorar en la
parcela de creación, ya que nadie duda de la pólvora en
ataque del equipo con una delantera muy variada y de
calidad.
Estabilidad en
lo económico
De lo mejor de
2016 es la situación de estabilidad económica del club,
gracias a la inversión del Grupo Carso que, con su
aportación de más de 11 millones, redujo en más de 9 la
deuda con Hacienda y Seguridad Social.
En las próximas
fechas comenzará la ampliación de capital y la
viabilidad económica del club permitirán acabar con la
deuda antes de 2018, salvo se produzca antes el ascenso
a Primera.
Los números de
2016
Temporada 2015-16:
24 partidos - 28 puntos (7 victorias, 7 empates y 10
derrotas) - 25 goles a favor y 29 en contra.
Temporada 2016-17: 19 partidos - 26 puntos (7 victorias,
5 empates y 7 derrotas) - 19 goles a favor y 20 en
contra.
Total: 43 partidos - 54 puntos (14 victorias, 12 empates
y 17 derrotas) - 44 goles a favor y 49 en contra.