Los bermellones se aprovecharon de la rigurosa expulsión de Dani Bautista y de un gol en propia meta de David Fernández, para derrotar a un Oviedo sin chispa, ni remate.

Doce partidos aguantó invicto el Real Oviedo, y se quedó a uno solo de batir su mejor registro en el fútbol profesional, algo que hubiera conseguido en caso de, al menos empatar, en su visita a Mallorca, un escenario de los más importantes en la historia del conjunto azul y que podía haber entrado una vez más con el récord que, finalmente, no llegó. Y no llegó porque el Oviedo fue conformista en la primera mitad y se quedó con diez por una discutida expulsión a Dani Bautista, en una falta en la que la tarjeta amarilla hubiese sido un castigo adecuado. A pesar de todo, los azules intentaron igualar el gol en propia de David Fernández en una segunda parte de dominio carbayón, pero sin último pase, ni remate.

Sergio Egea repitió el once que se impuso el pasado domingo al Elche (3-0) ante el Mallorca de Fernando Vázquez, que introdujo cuatro cambios respecto al equipo que, el pasado sábado, empataba con el Nástic (2-2) en el mismo escenario.

Ninguno de los dos equipos fue capaz de imponerse en una primera mitad trabada, con muchas interrupciones y pocas ocasiones, con pocas llegadas a los áreas y un ritmo lento de juego por parte y parte.

La jugada polémica llegó en el minuto 37, con la expulsión de Dani Bautista, por una entrada a ras de suelo a Lago Junior en el lateral del área oviedista, en la que el asistente no señaló ni falta, pero la sorpresa llegó cuando el colegiado le mostró la tarjeta roja.

Egea puso a calentar a Peña, pero no movió fichada hasta bien entrada la segunda parte, llegándose al descanso con el resultado inicial y sin remates entre los tres palos de ninguno de los dos equipos.

El segundo período empezó sin cambios y con un Oviedo que pasaba al 4-4-1, con Míchel como interior izquierdo y Aguirre como lateral zurdo. El Mallorca aprovechaba esta situación para volcar sus ataques por banda derecha, donde además se encontraba Lago Junior, su mejor jugador en la tarde de hoy. El gol bermellón llegó tras una jugada del costamarfileño por la derecha en la que dejó atrás a Aguirre y, desgraciadamente para los intereses azules, David Fernández introducía su centro en la portería de Esteban, en su intento de despeje.

Egea trató de frenar las internadas del Mallorca con la entrada de Peña en el lateral izquierdo, adelantando la posición de Aguirre. El sacrificado fue un Jon Erice muy impreciso, que perdió multitud de balones en la tarde de hoy.

A pesar de la inferioridad numérica, el Oviedo se hizo dominador del partido, jugándose prácticamente el resto del partido en el campo de un Mallorca que aguantaba replegado las largas posesiones de un Oviedo plano, sin desborde, ni remate.

El técnico argentino buscó un revulsivo con la entrada de Koné y Borja Valle, pero ninguno de los dos mejoraron la situación. El Oviedo seguía abusando del juego corto, previsible y fácil de defender para un Mallorca que tenía un hombre más, pero que no inquietó a Esteban más allá de un disparo de Damià en el minuto 88 a pase de Salomao, que desvió el meta avilesino sin mayor problema.

El dominio visitante no se tradujo en ocasiones y Cabrero no tuvo que intervenir en todo el partido, a ningún disparo de los carbayones, que acabaron con David Fernández sumado a labores ofensivas, pero el partido culminó con victoria local y celebración por todo lo alto del centenario del club bermellón.

El Oviedo pasará la noche en las islas y regresará mañana a tierras asturianas, para retomar los entrenamientos el lunes a las 10.30 h. en el Requexón, con la vista puesta ya en el partido del sábado a las 20.15 h. ante el Real Valladolid en el Carlos Tartiere.

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