Año con mucha volatilidad,
en lo deportivo y en lo
extradeportivo, como es
habitual. El equipo fracasó
en el play off de ascenso y
tuvo tres presidentes.
Ni comenzó ni despidió bien
el 2013 el conjunto azul,
con sendas derrotas ante el
filial de su eterno rival en
El Molinón. El 6 de enero,
Cervero adelantaba a los de
Sarriugarte en la primera
mitad y en la segunda,
Guerrero noqueaba al Oviedo
con cuatro goles.
La exitosa ampliación de
capital, permitía reforzar
la plantilla para intentar
dar el salto a la Segunda
División, aprovechando los
buenos resultados del
equipo, a pesar de
confeccionar la plantilla de
forma apurada. Pepe Díaz,
Orlando Quintana, Fran Sol y
Héctor Simón, se
convertían en los cuatro
fichajes de invierno, todos
ellos procedentes de equipos
de Segunda División,
aunque finalmente,
ninguno de ellos daría el
nivel esperado y, salvo
Orlando, no serían titulares
habituales. Estos cuatro
fichajes supusieron un
importante desembolso y la
salida de Mario Ruyales -UCAM
Murcia-, Pascual -al
filial-, Aquino -Atlético de
Madrid "C"- y Óscar Martínez
-C.D. Ourense-.
El
equipo seguía sin mostrarse
como un claro competidor con
el Tenerife para la disputa
del primer puesto, y en la
jornada 28,
el empate (2-2) ante el
Caudal Deportivo, originaba
la salida de Sarriugarte
como entrenador del equipo.
Posteriormente se reconoció
que su destitución no vino
exclusivamente por los
resultados, -el Oviedo era
tercero a seis del líder- si
no por un descontento de
varios jugadores en el
vestuario.
Tan solo un día después
de la destitución del vasco,
llegaba José Carlos
Granero, con la vitola de
"Doctor Ascensos". El equipo
acabó en la misma posición
-tercero- y con unos
números muy similares a los
de Sarriugarte.
En lo institucional, la
relación entre el Consejo de
Administración y el Grupo
Carso comienza a
distanciarse, emitiendo
un
comunicado en el que ponían
sus cargos a disposición de
los mexicanos,
Convocando pocos días
después una
Junta Extraordinaria
en una rueda de prensa de
Toni Fidalgo, en la que
se recuerda el memorable
"estamos hasta los huevos"
del ahora ex-presidente.
El equipo llegaba al final
de liga sin opciones de
alcanzar la primera plaza y
en las últimas jornadas, el
equipo peleó por la segunda
plaza que al final se llevó
el Leganés.
El éxito de la ampliación de
capital trajo la
producción de un reportaje
de Copa90, que se
estrenó en Madrid, Londres y
Oviedo, con notable
repercusión.
El
play off de ascenso emparejó
al Oviedo con el Albacete
Balompié, jugándose la
ida en el Tartiere, con un
gran ambiente y más de
20.000 espectadores,
consiguiendo ir con ventaja
al Carlos Belmonte, gracias
al golazo de Héctor Simón,
que desequilibró el
encuentro, y a la
parada de Orlando a los
pocos minutos de juego tras
un buen cabezazo de Calle.
El Albacete puso contra las
cuerdas al Oviedo y los
azules aprovecharon el gol
average para pasar de
eliminatoria, ante
casi 2.000 oviedistas que se
desplazaron a tierras
manchegas.
El Éibar fue el rival en
segunda ronda. El conjunto
armero había quedado segundo
en su grupo, por detrás del
Alavés. La ida se jugó
nuevamente en el Tartiere,
ante 22.000 espectadores, y
pese al gol de Aitor Sanz,
el Éibar asaltó el Tartiere
remontando en la segunda
mitad y siendo netamente
superior a los de Granero.
A pesar de la derrota,
la afición oviedista se
agarró a un clavo ardiendo y
luchó por la remontada,
llegando a hacer noche en el
Carlos Tartiere para
conseguir una de las cien
entradas que el club puso a
la venta en sus oficinas.
Los aficionados azules
hicieron auténticas locuras
para poder presenciar el
encuentro, llegando a
hacerse socios del Éibar
varias decenas de
aficionados. Al final, más
de 500 aficionados azules
presenciaron
el fracaso de un Oviedo sin
recursos que no estuvo cerca
en ningún momento de dar la
vuelta a la eliminatoria.
A pesar de la derrota,
la afición despidió al
equipo con aplausos.
Granero
indicó en rueda de prensa
que solo continuaría en el
Oviedo en caso de que
hubiera un proyecto para
quedar primero y ascender, y
el miércoles de esa semana
fue confirmado como
entrenador para la presente
temporada. Un día
después,
Cervero amplió su contrato
dos temporadas y al
día siguiente se producía la
"noche de las llamadas" en
las que
Carmelo del Pozo comunicó la
baja a nueve futbolistas,
además de Jandrín acababa
contrato y fichaba por el
Marino y Pascual que rompía
su contrato con el club para
fichar por el Avilés.
El 3 de Julio se celebraba
la Junta Extraordinaria de
Accionistas, en la que
presentaron
la dimisión al completo del
Consejo de Administración,
ante "la falta de confianza
del Grupo Carso en este
Consejo", aunque solamente
se hicieron efectivas las
salidas programadas de Pedro
Zuazua -por discrepancias
con Mexico- y de Juan Ramón
González y la entrada de
José María Suárez. Hubo una
gran crispación por la
representación de las
acciones en manos del
Concejal de Deportes, Jorge
Menéndez Vallina, que días
después fue relegado a la
concejalía de cultura.
El 12 de Julio se produjo la
dimisión efectiva de Toni
Fidalgo y tres días
después,
Sabino López tomaba la
presidencia,
quedando el consejo formado
por él y José María Suárez,
con Jorge Sánchez y Hugo
López como asesores y
Antonio Mijares como
secretario.
El
Oviedo formó una plantilla
con numerosas caras nuevas y
solo dos asturianos en el
equipo, Diego Cervero y
Álvaro Cuello, que junto a
Orlando, Héctor Simón, Iván
Rubio, David Fdez. y Señé,
fueron los supervivientes
del equipo de la pasada
temporada. La pretemporada
fue buena y la imagen del
equipo invitaba al
optimismo, con un juego más
combinativo, iniciando el
juego desde atrás.
El primer partido de liga en
Burgos, constató lo esperado
y el equipo venció en El
Plantío con una gran primera
parte. El buen
inicio liguero se fue
diluyendo, lastrado por los
malos resultados y la mala
imagen del equipo,
principalmente como local.
El equipo consiguió por
primera vez ser líder ante
el Real Avilés, ganando 2-0
en un buen partido.
El colegiado vasco,
Zarrabeitia Arrieta,
quiso entrar en la historia
del club azul, suspendiendo
el partido ante el Racing de
Ferrol,
por el lanzamiento de un
petardo cuando se retiraba
en el descanso por el túnel
de vestuarios. El
Oviedo ganaba 1-0 con diez
sobre el campo por expulsión
de Cervero.
El
juego del equipo fue en
declive y la posición en la
clasificación también,
acabando la primera vuelta
con una derrota sonrojante
en El Molinón por 2-1
y
una ajustada victoria en
Mieres con un gol de Alain
Arroyo. El equipo
acabó el año fuera de los
puestos de play off de
ascenso.
En la Copa,
competición interesante a
nivel económico, además del
deportivo, el fracaso fue
rimbombante, con una derrota
en los penaltis tras empatar
en la prórroga ante el Haro
Deportivo de la Tercera
División riojana. Esta
derrota llevaba al Oviedo a
participar en la Copa
Federación Nacional.
Granero decidió que era
mejor que el equipo
renunciase a la competición
y el Consejo aceptó su
propuesta.
Como siempre,
la Junta Ordinaria de
Accionistas cerraba el año
azul, no sin
polémica. Carso esperó
nuevamente hasta última hora
para dar a conocer sus
planes, y Jorge Menéndez
Vallina representó sus
acciones, entrando al
Consejo junto a Manuel
Paredes y Fernando Corral,
provocando la salida de
Sabino López y José María
Suárez, además del
secretario Antonio Mijares,
y el asesor Hugo López, que
presentaron su dimisión con
antelación, excepto el
presidente, que lo hizo
durante la Junta.
El concejal se erigía
presidente dos días después.