Domingo 6 de Enero
de 2013 G. Bañó Fotos: Patricia Glez. Gijón
El
delantero toledano anotó cuatro goles a un Oviedo que vencía al
descanso con un tanto de Cervero. El filial arrolló a un
desaparecido Oviedo en la segunda mitad.
0-1 m. 25 Cervero. 1-1 m. 51 Guerrero; 2-1 m. 54
Guerrero; 3-1 m. 74 Guerrero; 4-1 m. 81 Guerrero.
Árbitro:
Eiriz Mata, asistido por Veiga López y Del Río Amor.
Comité gallego. (2)
Incidencias:
El Molinón. Césped en perfectas condiciones. Cerca de
6.500 espectadores, de los que unos 600 oviedistas. Se
guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de la
madre de Sandoval, entrenador del primer equipo
rojiblanco, motivo por el que los jugadores
sportinguistas lucieron brazalete negro.
El Real Oviedo llegaba en su mejor momento de
la temporada, después de tres victorias consecutivas, para
visitar El Molinón, en el partido más especial de la temporada
para ambos equipos, rememorando parte del ambiente que se
generaba antaño en los derbis contra el primer equipo -el último
se celebró el 18-05-2003 y acabó con victoria para los azules
por 2-1-.
Abelardo convocó a todo el equipo, a
excepción del lesionado Álex Menéndez y Adama Touré por decisión
técnica, tras el retraso de su llegada vacacional. Formó con el
4-3-3 habitual, con Santi Jara, Guerrero y Pablo Pérez en el
ataque y fue la presencia de Álex Barrera en el centro del campo
la principal novedad.
Sarriugarte hizo lo propio y convocó a todos
los disponibles, sin poder contar con los lesionados Baquero y
Xavi Moré, además del sancionado Cerrajería. Los descartes por
decisión técnica fueron Aquino y Señé. Jandro fue la sorpresa,
manteniendo así el esquema de 4-4-2 con Casares y Cervero en
punta, ocupando el canterano la banda derecha.
El partido comenzó con un choque brusco entre
Pablo Pérez y Jandro en el primer minuto de juego, que no pasó
a mayores afortunadamente.
Los
primeros tanteos no dieron lugar a ocasiones, en una primera
mitad con la mayor parte del juego disputada en la parcela
central. La primera ocasión llegaba en el minuto 20 tras un buen
desdoble de Álvaro Cuello por la izquierda, que acaba
internándose en el área y rematando a escasos centímetros del
poste izquierdo de la meta de Dennis. El Oviedo iba cogiendo las
riendas del encuentro, más tranquilo sobre el campo e
imprimiendo un alto ritmo de presión. La siguiente ocasión
acabaría en gol, Casares desde la izquierda centra al área para
Cervero, que con un buen desmarque, se anticipa a la
defensa para marcar en el área pequeña. Sólo un minuto después
le devolvió la asistencia Cervero a Casares, con un balón
peinado que dejaba al andaluz ante Dennis, que le ganaba la
partida con una buena mano para desviar su remate.
El primer acercamiento rojiblanco llegaba en
el minuto 31, en un saque de esquina que acabó con un remate de
Moisés fuera.
Se llegaba al descanso con un Oviedo mejor
asentado y un filial muy impreciso en ataque.
Lavado de cara al descanso
Los
pupilos de Abelardo salieron con otra marcha en la segunda mitad
y la banda derecha de Santi Jara, arropado por Miguel Ángel
Guerrero, se convirtió en el camino de los goles. El empate
llegaba a los seis minutos de juego, tras una gran jugada del
ovetense Sergio Menéndez, que dejaba atrás a tres jugadores
azules y servía un gran pase entre los centrales para Guerrero,
que no falló ante Dani Barrio.
Cervero pudo devolver la ventaja a los azules
cabeceando al poste un centro de Jandro, pero sería de nuevo
Guerrero quien marcaba para dar la vuelta al marcador, con un
buen cabezazo a centro de Santi Jara, el gijonés Dani Barrio
dudó en la salida.
El Sporting "B" sacó a relucir todas las
carencias del conjunto azul, que bajó el pistón y se vio como
desaparecían jugadores acusando el esfuerzo físico de la primera
mitad.
Sin revulsivos
Sarriugarte movió ficha y dio entrada a Manu
Busto y Óscar Martínez, en detrimento del amonestado Pascual,
que cuajó un buen primer tiempo, y de Cervero, con una
sobrecarga según informó el técnico azul en sala de prensa.
Los cambios no surtieron efecto, Manu Busto
se encontraba desasistido, al igual que el ariete gallego volvió
a mostrar su falta de ritmo con una escasa participación en el
juego.
Guerrero amplió distancias y culminó con
una obra de arte
El
delantero toledano pudo anotar el tercero en el minuto 70, con
un zurdazo que se estrelló en el larguero, aunque dos minutos
después aprovecharía el penalti cometido por manos de Mantovani
a un disparo de Santi Jara. Guerrero transformó el penalti con
un lanzamiento abajo a su derecha.
Una vez conseguido el hattrick, puso la
guinda al pastel con un magistral lanzamiento de falta que
golpeó en el larguero y se coló en la meta carbayona, casi por
el ángulo derecho de la portería de Dani Barrio.
Se llegó al final con un marcador de
escándalo y totalmente inesperado al descanso, cuando los azules
vencían por la mínima aunque dejando buenas sensaciones. El
Sporting "B" se soltó en la reanudación y estuvo muy acertado en
el remate, liderado por Miguel Ángel Guerrero, que se convierte
en el máximo goleador del grupo 1º.
Gritos racistas
En el minuto 72, la megafonía de El Molinón
rogó a los espectadores que no hiciesen gritos xenófobos, por
los "uh,uh,uh" provenientes del sector de los ultras
sportinguistas cuando Owona tocaba el balón.
Civismo entre aficiones
Tanto en los momentos previos, como durante y
a la finalización del partido, no se hallaron incidentes entre
aficionados. El gran despliegue de la UIP y la Policía Local
gijonesa fue un éxito y mantuvieron controlado el perímetro de
El Molinón sin incidente alguno.
Rueda de prensa
Félix
Sarriugarte llegó a la sala de prensa reconociendo su "estado de
shock por la segunda parte de su equipo", el técnico vasco no se
explicaba "cómo ha cambiado tanto el equipo de la primera parte
a la segunda. Es un resultado dolorosísimo para todos, cerramos
la primera vuelta con una derrota durísima, que nos tiene que
servir para aprender mucho y rápido". Parco en palabras, el
entrenador azul admitió que "en el segundo tiempo el equipo no
ha estado. El Sporting es un equipo de velocidad y contraataque
y en el segundo tiempo todo ha ido por donde más le interesaba.
Tenemos que levantarnos para poder dar una alegría a la afición
frente al Avilés".
Abelardo
Fernández, contento por el partido de su equipo, vio un "primer
tiempo en el que entramos un poco en el juego del Oviedo. En el
descanso intenté que no entrásemos tanto a las disputas, al
choque... y hacer un juego de mayor amplitud, con menos apoyos
en corto". El gijonés reconoció que "tuvimos una efectividad muy
grande y por eso ganamos 4-1, pero el Oviedo estuvo mejor que
nosotros en el primer tiempo y para mí la jugada clave fue la
ocasión de Casares que pudo significar el 0-2. Nos hemos
enfrentado a un gran rival". Haciendo balance de la primera
vuelta, el entrenador sportinguista le pone un "sobresaliente.
26 puntos están muy bien, pero insisto en la política de Mareo,
que es seguir promocionando jugadores, mi mentalidad es apostar
por la gente joven".