El Avilés termina el año casi tan arriba como lo empezó, con la lección aprendida para no repetir la caída en picado de la segunda mitad de la pasada temporada. 

Si comparamos la situación clasificatoria actual del Real Avilés con la de justo hace un año podría decirse que el equipo ha bajado ligeramente el nivel, pero nada más lejos de la realidad; la explicación es sencilla si analizamos por separado la primera y segunda mitad de este 2013 que está a punto de finalizar. 

Temporada 2012-2013

El conjunto blanquiazul comenzó el año tercero, con 33 puntos, a 2 del líder Tenerife y empatado con el Oviedo, pero en los 20 partidos correspondientes a la temporada 2012-2013 únicamente fue capaz de sumar otros 13, para un total de 46 que le dejaron como peor equipo asturiano del grupo, en el puesto decimocuarto a 3 puntos de “playout” y descenso. 

A primeros de febrero, el entonces director general José Luis Rodríguez tomó la decisión de prescindir de Chiqui de Paz, un entrenador que había llevado al Avilés a lo más alto en el grupo y cuya destitución pilló por sorpresa a un amplio sector de la afición, pues el equipo se mantenía a 3 puntos de cuarto y 12 por encima del descenso. No obstante, la clara línea descendente, acentuada por las goleadas recibidas en Fuenlabrada y en el Suárez Puerta ante el Real Madrid “C” hicieron pensar a los dirigentes que la mejor solución era buscar un relevo en el banquillo, el elegido fue Juanjo González, que no mejoró los números de su antecesor, logrando sólo 10 puntos de 45 posibles.

Afortunadamente esas discretas cifras sirvieron para conseguir la permanencia, no sin sufrimiento. Tras vencer por la mínima al Marino de Luanco en un partido clave a tres jornadas del final, un empate sin goles una semana después, en Mareo ante un Sporting “B” que necesitaba lo mismo que el Avilés, confirmó la continuidad de ambos en la categoría de bronce. A los avilesinos les pasó factura el tener una plantilla corta, los diversos problemas físicos de hombres importantes como Juan Díaz –“alma mater” en la primera vuelta-, Naya –máximo goleador con 9 tantos-, Gerardo o Boris lastraron a un equipo que terminó pasando muchos apuros para evitar que la caída libre terminase con el descenso a tercera sólo un año después de comprar la plaza en Segunda “B”. 

Renovación profunda

Ya con Luis Cousillas como cabeza visible de una directiva que iría renovando algunos cargos, el club se puso a trabajar de inmediato y tan sólo una semana después del cierre de la competición se confirmaba el fichaje de Josu Uribe como nuevo entrenador. El técnico gijonés y el director deportivo Chus Bravo se pusieron manos a la obra para confeccionar una plantilla que se cerró en el mes de agosto con una docena de caras nuevas. Ángel Díez relevó a Rebollo para competir con Davo en la portería, la defensa cambió por completo y se nutrió principalmente del Caudal de Mieres, de donde llegaron Gonzalo, Berto Toyos y Nacho López, mientras que la baja de Álex Cruz fue bien cubierta con Dani López; la baja a última hora por lesión de Sergio Díaz obligó a sondear el mercado en busca de otro central que fue el vasco Mikel Méndez. En el centro del campo se retiraron dos ilustres como Juan Díaz y Aitor Tornavaca pero se consiguió retener a Gerardo y finalmente Borja Prieto no se fue en busca de cotas más altas; además se reforzó el pivote defensivo con el cántabro Cusidor y Pascual y para las bandas llegó competencia para Abraham e Ito con Matías y Omar Sampedro. Uno de los fichajes más madrugadores y sin duda de los más importantes fue el de Álex Arias, llamado a llevar la batuta del equipo en ataque, contando como acompañantes más adelantados al capitán Geni y a otro fichaje asturiano, Javi “Camochu”. Naya se fue al exótico Al-Yarmouk kuwaití –en el que ha aguantado sólo hasta diciembre- al ver que Uribe no contaba demasiado con él y Miguel acabó recalando en el Tuilla poco después de renovar. 

Temporada 2013-2014

El proyecto de Uribe comenzó bastante bien, exceptuando el empate inicial en el debut en casa ante la Cultural, el equipo se ciñó a la “media inglesa”, ganando lo de casa –destacando sendas goleadas a los filiales de Celta y Sporting- y empatando fuera en plazas complicadas como Santander, Santiago y Ferrol. La primera derrota en Oviedo dio paso a una fase más discreta en la que el equipo no sumó nada fuera del Suárez Puerta –derrotas en Burgos y Tanos-, incluyendo el disgusto de la final de la Copa Federación, saldada con derrota por 1-0 ante el Marino. Precisamente el compromiso liguero en Miramar fue un punto de inflexión como el pasado año, aunque en sentido distinto, la pobre imagen del equipo originó críticas que se suavizaron de inmediato tras encadenar por primera vez en la temporada dos victorias seguidas, la primera fuera de casa en Mieres y la conseguida ante el hasta entonces líder Guijuelo en la despedida del año en el Suárez Puerta, donde se han logrado 6 victorias y cedido únicamente 2 empates. Por último, en Zamora se vieron las dos caras del equipo, la mala en la primera parte y la buena en la segunda, como resultado un empate que deja al equipo quinto, con 28 puntos, a uno del playoff, con 24 goles a favor y tan sólo 16 en contra.  

El Avilés es un equipo construido desde atrás, sólido defensivamente, y eso que el cuerpo técnico ha tenido que improvisar en numerosas ocasiones debido a las lesiones en la zaga. Los problemas musculares de Nacho López han convertido al lateral derecho en uno de los puestos más propensos para las probaturas, Mikel Méndez no se siente demasiado cómodo en esa zona y se perfila más como central de recambio si Gonzalo y Toyos están sanos, mientras que Pascual ha cumplido en los dos últimos compromisos. La lesión de rodilla de Borja Prieto y los puntuales cambios de posición de Cusidor al centro de la zaga también han motivado cambios inesperados en el puesto de pivote defensivo, donde un delantero como Geni se ha convertido en el preferido del técnico. Arriba hay menos lugar para la improvisación, Álex Arias ha sido el referente ofensivo, el jugador desequilibrante, anotando 7 goles y dando 5 asistencias; junto al pequeño mediapunta avilesino cabe destacar la brega de Camochu y los escasos pero bien aprovechados minutos del canterano Cristian, que está brillando en el filial de tercera. Hablando de canteranos, el más utilizado ha sido Ito, si bien tampoco es un fijo y tiene la dura competencia de pesos pesados como Gerardo y Omar; Piquero debutó con buena nota en Mieres supliendo a Dani López, al que una gastroenteritis le impidió hacer pleno de minutos, mientras que Rony se limitó a ser solución de urgencia en El Sardinero. El delantero Wisi apareció en un par de convocatorias pero no debutó. En el apartado negativo tenemos el caso de Abraham, que ante la falta de minutos se ha planteado su salida, incluso el avilesino fue expulsado de un entrenamiento por el míster tras un pequeño incidente que afortunadamente se zanjó con rapidez. Tampoco ha jugado demasiado Matías, que en los últimos partidos parece estar empezando a contar un poco más. 

Estos son los números de la plantilla tras la primera vuelta de la liga 2013-2014. 

En el apartado institucional, a día de hoy el máximo accionista sigue siendo José María Tejero, a principios de año sonó el nombre del constructor Joseba Espinosa pero no hubo movimientos, mientras que a finales de abril el grupo Golplus confirmaba su continuidad en la gestión una temporada más pero sin concretarse nada nuevo sobre una posible compra. Por otra parte, el club sigue buscando fórmulas para atraer más gente al campo y generar ingresos, las últimas novedades destacadas han sido el lanzamiento de un abono de media temporada y el acuerdo con el Hotel Zen Balagares para que figure como “sponsor” en la camiseta del primer equipo.  

Volviendo a lo deportivo para terminar, la segunda vuelta promete emociones fuertes con la visita de varios ilustres de nuestro fútbol y con la sensación de que no va a producirse una “caída libre” como en la pasada campaña, el estilo de juego implantado por Uribe puede gustar más o menos pero de momento los resultados no son malos. El objetivo sigue siendo llegar cuanto antes a la cifra de puntos necesaria para asegurar la permanencia, ahora bien, si el equipo mantiene las señas de identidad que lo han hecho fuerte (gran rendimiento como local, firmeza defensiva…) es posible soñar con metas mayores.