Sporting “B” y Avilés salvaron la categoría gracias al punto conseguido en un partido donde ninguno de los dos equipos arriesgó, ni dispuso de ocasiones de gol. Las aficiones bostezaron con el juego, pero celebraron el resultado.

La penúltima jornada fue la definitiva para que Avilés y Sporting ‘B’ alcanzaran la salvación definitiva en la categoría, y llegó  ayudada de los resultado de los rivales – especialmente la derrota del San Sebastián de los Reyes en Getafe – y de la propia colaboración puesto que el empate a los gijoneses les valía y a los visitantes prácticamente. Al final todos contentos y objetivo conseguido, pero lo visto en los 90 minutos no fue ni mucho menos vistoso o entretenido para el buen número de aficionados que acudió a Mareo – en buena medida procedentes de Avilés - o lo presenciaron desde la televisión.

Ya el comienzo del partido intuía lo que serían el resto de los minutos del encuentro con un ritmo cansino, donde ninguno de los equipos arriesgaba en el pase ni iban a presionar arriba porque no querían exponer ni descuidarse y como el rival pensaba lo mismo , los minutos pasaban sin que ocurriera nada destacado en el partido. Este ritmo ya pudo intuirse con la alineación de Abelardo que pobló el centro del campo adelantando la posición de Alain al pivote junto con Lede y Barrera y sin una referencia ofensiva, haciendo Adama de falso 9.

El Avilés volcaba el juego por su banda izquierda donde Jonny puso un par de centros con intención pero sin remate. Por parte del Sporting, Alain participaba en todo, daba pausa y robaba balones pero en tres cuartos de campo morían las acciones ofensivas rojiblancas. El primer tiro del partido llego al filo del min. 36 de partido en un lanzamiento muy desviado de Borja Prieto y dónde el público respondió con una ovación, siendo consciente de los derroteros que llevaba el choque.

El segundo tiempo comenzó con un Avilés que parecía intentaba algo más, botando algún córner y con faltas lejanas pero el tono general era el mismo. Naya e Ito por parte visitante y Castro con Guillermo por parte de los gijoneses entraron y dieron viveza a las acciones de unos y otros pero sin llegar a inquietar ni a Dennis ni a David que han tenido el partido más plácido de la temporada. Alex Menéndez lo intentaba por la izquierda pero nadie acudía al remate. Los minutos pasaban y los banquillos avisaban de los marcadores que eran favorables, lo que reforzaba el partido que estaban jugando unos y otros, hasta llegar a los minutos finales con mucha tranquilidad pero alegría a la vez porque sabían que el trabajo estaba hecho.

Y se llegó al final, con la gente pidiendo un poco más a los equipos pero sabiendo que las circunstancias mandan y el choque estaba para un partido así. Cuando pitó el árbitro, abrazos, sonrisas y cordialidad entre jugadores y aficionados porque la temporada ha sido larga y dura – especialmente estos dos equipos llegaron muy justos al tramo final por diferentes motivos y corrían riesgo de complicarse la vida – y al final ambos obtuvieron recompensa, que por otra parte creo es merecida puesto que tantos unos como otros nunca estuvieron en los puestos de abajo en la tabla.

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