El año 2.014 para el filial, a pesar de que acaba el año
ocupando puesto de play-out, se puede concluir con una nota de
notable alto por el gran número de ascensos de jugadores y
técnicos al primer equipo con un rendimiento más que
satisfactorio.
Un buen año es el calificativo que se le puede poner al
Sporting “B” en lo que respecta al 2.014. Y es que, a pesar de
la posición clasificatoria del filial rojiblanco a finales de
este año genere dudas, ocupando el puesto de play-out tras un
mal arranque de temporada, el objetivo de un filial no es
otro que surtir de jugadores al primer equipo. Algo que
el conjunto que heredó Tomás Hervás del hoy entrenador del
primer equipo, Abelardo Fernández, ha cumplido con creces.
Y es que son hasta siete los jugadores que han cambiado el
Pepe Ortiz por El Molinón en este 2014 como su campo
habitual. Son los casos de Julio, Álex Menéndez, Rachid, Jony,
Pablo Pérez, Dani Ndi y Carlos Castro. También Álvaro Bustos
debutó con el primer equipo en Copa del Rey pero una grave
lesión frenó su trayectoria ascendente que apuntaba a disponer
de un buen número de minutos en el primer equipo. También
promocionó el cuerpo técnico. El equipo que formaban Abelardo,
Iñaki Tejada, Gerardo Ruiz e Isidro Fernández también
promocionó del filial al primer equipo en Mayo cuando José Ramón
Sandoval fue destituido del primer equipo rojiblanco. En algunos
de esos casos, como Álex Menéndez, Jony, Pablo Pérez y más
recientemente Dani Ndi se han convertido en auténticos
baluartes y referentes de un equipo rojiblanco que ha hecho
historia sumando hasta la fecha dieciocho jornadas invicto y
batiendo el récord de mejor arranque en la historia de toda la
Segunda División.
En el plano puramente deportivo el Sporting inició el año
2014 en una situación clasificatoria cómoda. El equipo de
Abelardo Fernández acabó la primera vuelta en el año 2.013 con
veintitrés puntos; siete de ventaja respecto al descenso, aunque
únicamente dos con la promoción de descenso. Tres victorias
–frente a
Noja,
Tropezón y
CD Ourense- y una única derrota –UD Logroñes- en el mes
de Enero afianzaron la posición clasificatoria del filial
alejándole a ocho puntos del play-out y más de diez del
descenso. No volvió a saborear la derrota hasta bien entrado el
mes de Marzo sumando una racha consecutiva de seis partidos sin
perder y que amarraba prácticamente de forma virtual la
permanencia.
Con la llegada de la primavera la ventaja el filial sumaba
cuarenta puntos y tenía una renta de ocho puntos sobre los
puestos calientes de la clasificación. La victoria
en casa del filial del Celta de Vigo pareció dejar vista
para sentencia la permanencia, pero los rivales de la zona
baja apretaban e hizo que matemáticamente el conjunto de
Abelardo necesitase una victoria más. No llegó frente a un
Racing de Ferrol que se jugaba el play-off de ascenso, ni ante
un Caudal que se jugaba la permanencia. El golpe fue definitivo
en la visita al Carlos Tartiere donde el filial le endosó
un contundente 1-4 al Real Oviedo al que además dejaba
descartado para la lucha por el ascenso. Paradójicamente éste
sería el último encuentro de Abelardo al frente del Sporting “B”
ya que la destitución de José Ramón Sandoval le dio la
oportunidad de
saltar al primer equipo. Entonces fue Tomás Hervás quién
cogió el testigo en el filial, su primer partido fue una
anecdótica victoria por 1-2 en Burgos ya que era el último
encuentro liguero en el que ninguno de los conjuntos se jugaba
nada.
Temporada
2014-2015: Una serie de catastróficas desdichas con pequeñas
alegrías
El verdadero trabajo de Tomás Hervás, ayudado por Sergio
Sánchez, Rubén Biempica y Jorge Sariego llegó en la
pretemporada. Se incorporaron varios futbolistas para cubrir las
ausencias de todas las subidas que se preveían ejecutase
Abelardo al primer equipo o jugadores que acababan su ciclo en
el filial. Llegaron Pol Busquets del Atlético de Madrid
para la portería; Viesca del Universidad de Oviedo para
el lateral zurdo; Tato del Sestao River para el medio del
campo y Mendi del Córdoba para reforzar la delantera.
Además volvía Adama tras prácticamente un año de
inactividad por lesión, Jaime Santos se ganaba un puesto
en la plantilla tras cumplir ciclo juvenil y Borja Álvarez
regresaba del Tuilla donde estuvo cedido.
Tras la pretemporada el comienzo liguero fue bastante
descorazonador con cuatro derrotas consecutivas. El primer punto
llegó con un empate frente a la CyD Leonesa y
la primera victoria se hizo esperar a la novena jornada
frente al Racing de Ferrol. Pero tres días llegó el punto de
inflexión. Fue cuando el filial se proclamó en Posada de
Llanes
vencedor de la fase autonómica de la Copa Federación al
vencer al UP Langreo en los penaltis. Tras la victoria
frente a los ferrolanos vinieron dos más que despegaron al
Sporting “B” de los últimos puestos y lo aupó fuera del
descenso.
Si la plantilla de Tomás Hervás era corta, las cosas se le
complicaron aún más con el ascenso de forma definitiva de Dani
Ndi al primer equipo y la lesión para lo que resta de temporada
de Álvaro Bustos. Esto en buena medida ayudó a que la buena
tónica de resultados no se mantuviera y volvieran las dudas con
cinco encuentros consecutivos sin conocer la victoria que le
colocó en posición de play-out, beneficiado también por los
pinchazos de todos sus rivales en la zona de descenso.
En el mes de Diciembre el filial quedó apeado en la fase
nacional de la Copa RFEF frente al Astorga, pero por el
contrario logró una balsámica y necesaria
victoria frente a un rival directo como el Tropezón que le
dio aire al filial y le permitió aumentar la renta con los
equipos que marchan actualmente en la zona de descenso. En el
último partido del año cayó por la mínima en Santiago sin que
variase la clasificación.
El 2.015 se
torna en un año muy complicado para el filial.
La plantilla es excesivamente corta y los apuros clasificatorias
es de esperar aumenten con lo que conseguir la salvación sin
ningún refuerzo en Enero -algo que parece improbable se pueda
realizar por la gravísima situación económica de la entidad- se
podrá considerar, si se logra, una proeza.