Casi veinte años después de llegar al Marino,
Guaya sigue agrandando su leyenda. Está a un
partido de alcanzar el centenar en Segunda RFEF
y ya supera los 600 en competiciones oficiales

En el fútbol actual, donde cada vez es más
efímero el paso de los futbolistas por los
equipos, con cambios frecuentes cada una o dos
temporadas, todavía quedan ejemplos de
fidelidad. Y el de Guaya es uno de los más
notables. El actual capitán del Marino acumula
ya 603 partidos oficiales con la elástica azul
-según los datos recopilados por el historiador
avilesino Jorge Valverde-: 209 en Segunda B, 195
en Tercera, 99 en Segunda RFEF, 80 en Copa
Federación, 17 de promociones de ascenso a
Segunda B y 3 de la Copa del Rey.





Ian, Guaya y Luis Gallego en la previa del
partido ante el Numancia en Miramar
"Mario Prieto, Villanueva y
Vidales me recomendaron venir al Marino"
El canario llegó a Luanco en verano de 2006
procedente del Vecindario, equipo que jugaba a
pocos kilómetros de su localidad, Ingenio,
situada en el este de Gran Canaria. Allí jugó
con Mario Prieto y Sergio Villanueva, que
también estuvieron a las órdenes de Javier
Vidales -sustituido por Pacuco Rosales en la
jornada 9- en la temporada del histórico ascenso
del Vecindario a Segunda División. Guaya tenía
que salir cedido y le recomendaron la opción de
Luanco. Su primera temporada a las órdenes de
Quirós fue muy buena, "tuve opciones de salir en
invierno, pero por circunstancias esperé al
verano para fichar por el Villarreal 'B'". En el
conjunto amarillo subió a entrenar con el primer
equipo, "estaba Capdevilla nada más para el
lateral izquierdo e hizo un año increíble. Luego
estábamos Alberto de la Bella y yo en el filial.
El Villarreal tenía un equipazo, con Pellegrini
como técnico y jugadores como Cazorla, Senna,
Nihat, Ángel...".
"Valoré más la estabilidad que
arriesgarme a no cobrar"
Luego pasó por el Osasuna 'B' y el Pájara Playas
de Jandía antes de regresar a Luanco en verano
de 2009, ya de forma definitiva, "cuando llegó
la crisis valoré más la estabilidad que
arriesgarme a estar fuera de casa y no cobrar".
Ahora, a sus 40 años, compatibiliza su trabajo
como futbolista con la labor de entrenador del
Alevín 'A', donde tiene en plantilla a su hijo,
Ian, "es de primer año y juega arriba, pero
suele jugar un año por encima. Tengo una buena
generación, intentaremos devolver al equipo a
Segunda Alevín". Aunque tuvo ofertas de algunos
equipos, Guaya prefirió que siguiese jugando en
el Marino con sus amigos, "de momento es muy
pequeño, luego habrá tiempo".
Guaya recuerda como si fuera hoy "el cariño y el
aprecio de la gente cuando llegué a Luanco.
Siempre cuento que me fue a buscar un paisano,
con el que sigo teniendo mucho trato con él, y
después me enteré que era el padre de Mikel
Busto, que fue compañero mío". También tiene
palabras de agradecimiento para Luis Gallego,
"cuando llegué con 20 años, el presi me metió en un restaurante en una mesa con chavales
algo mayores que yo, de 24-25 años, su hija, el
marido... siempre se han portado conmigo muy
bien, estaba toda la tarde con ellos y se
convirtieron en mi pandilla". La cercanía con el
mar es otra de las claves para su buena
adaptación, "si hubiera caído en un pueblo de
interior igual no hubiera aguantado, porque yo
soy de un pueblo parecido a Luanco. Aquí cuando
llega el buen tiempo, la gente sale a la calle y
se relaciona. Recuerdo que cuando el Oviedo
estaba en Segunda B vinieron varios canarios,
pero no se acoplaban bien".
Llegar a los 600 partidos con la camiseta del
Marino supone para Guaya una "gran satisfacción.
He tenido la confianza de los entrenadores y de
los compañeros. El día a día es lo que me hace
seguir con ganas. El míster sigue confiando en
mí y por eso sigo jugando".

Marino de Luanco - Real Oviedo - Temporada
2012/13
Xavi Moré y Guaya
"Miki me ayudó mucho a
adaptarme y me explicaba lo que significaba
alguna palabra en asturiano de las que usaba
Quirós"
Llegó al vestuario de Miramar siendo uno de los
más jóvenes y ahora es el más veterano, "tuve
mucha suerte porque cuando llegué estaban en el
equipo jugadores como Pantiga, Samuel Barrios, Rubén Suárez,
Guillermo, Miki... gente muy cercana. Miki
estuvo en Lanzarote y sabía como éramos los
canarios. Me ayudó a adaptarme y recuerdo que me
explicaba lo que significaba alguna palabra en
asturiano de Quirós, que a veces no lo
entendía". Ahora es él quien intenta aconsejar a
los chavales, "y digo aconsejar y no corregir,
porque para eso está el entrenador. Son chavales muy jóvenes y no
es como en
aquella época. Antes nos mandaban coger los
balones y no decíamos ni pío, ahora les dices de
coger una portería y casi te miran mal".
"La Segunda RFEF de ahora es
una Tercera de antes pero viajando"
Y es que la sociedad ha cambiado y las nuevas
generaciones son diferentes, "lo he comentado muchas veces
con Lora o Matador. No creo que sea regalado
jugar en Segunda RFEF, pero hay una
categoría más por medio con la Primera RFEF. Hay
más grupos, más equipos... antes era más
complicado jugar en Segunda B. O te lo
currabas muy bien o era difícil. No quiero decir
que los de antes fueran más buenos, pero había
más competitividad en Segunda B. La Segunda RFEF
es una Tercera División viajando. Creo que se le
ha quitado el valor que tenía la categoría,
antes tenías el aliciente de subir directamente
a Segunda División. Los chavales hoy en día tienen otra disciplina.
Antes se nos exigía mucho, responsabilidad,
trabajo... cuando el veterano se lesionaba
tenías que estar preparado para jugar. Ahora los veteranos hemos tenido que levantar el pie
un poco, porque los chavales no aguantan la
presión".


A la izquierda,
Guaya levantando la última Copa Federación en
Grado (2025), y a la derecha en San Gregorio, en
su primera temporada con el Marino.
"Nunca pensé llegar a los 40
en activo, pero sigo teniendo ganas de jugar"
Guaya es consciente de que se va acercando el
final de su carrera, "nunca pensé que iba a
llegar a los 40 en activo, pero sigo teniendo
ganas de jugar. En el momento en que no me
importe quedarme en el banquillo, fuera de la
convocatoria o perder lo dejaré, porque al
Marino me debo como un profesional por la
confianza que tuvieron en mí. Ojalá cuelgue las
botas en el Marino, pero todavía tengo ganas de
seguir jugando".
Rey de Copas con seis títulos
En su palmarés cuenta con seis títulos de la
Copa Federación, "todo el mundo sabe que al
presi le encanta y más en estos últimos años,
que te puede dar el pase a la Copa del Rey. Nos
viene muy bien siempre para tener una
pretemporada mejor planificada, los años que
jugamos la Copa del Rey había que hacer encaje
de bolillos para los amistosos".

Guaya, Rubén Suárez y Pantiga en Las Llanas
tras el ascenso ante el Sestao River
El ascenso en Sestao, su mejor
recuerdo
Logró ascender en dos ocasiones a Segunda B,
ante el Costa Cálida y el Sestao, "pero me lo
pasé mejor la temporada del de Sestao, porque
nos jugamos ser campeones hasta la última
jornada y nos quedamos a un gol. Veníamos como motos y ese mes y medio fue
increíble. Quedábamos los lunes para ver el
sorteo y hacíamos una comida. Fue la semana que
más tiempo pasé con los compañeros, nos
juntábamos para todo, conseguimos un hito que
pocos equipos lo han hecho, subimos sin encajar
un gol en seis partidos. Había un gran ambiente
y la afición
iba a todos los sitios".
La peor no tiene dudas de que fue la 2014/15,
"empezó todo un poco raro, porque veníamos de
hacer una temporada increíble y nos clasificamos
para la Copa del Rey -nos eliminó el Avilés en
penaltis-. Cuando tienes un equipazo, la gente
vuela, nosotros perdimos a jugadores como
Jandrín, Chus Hevia, Álvaro Muñiz, Titi... y se
fichó gente de fuera. La gente de fuera no lo
vive como la gente asturiana o los que estamos
afincados aquí desde hace años como Lora o yo. Ese año se dio todo el mal. Quirós, después
de perder en Somozas en la novena jornada, no
se vio capaz de arrancar con el equipo y se hizo
un poco larga la temporada, porque en febrero ya estábamos
casi descendidos. Son cosas que pasan en el
fútbol, que hay que vivir y te da experiencia
para intentar inculcar cosas a la gente".
"Tenemos buen equipo, hay buen
ambiente y creo que vamos a estar arriba"
Esta temporada ve bien al equipo, "en la jornada
4-5 se pusieron expectativas muy altas, pero yo
ya le dije a los chavales que aquí cuando van
las cosas bien se habla pronto de estar muy
arriba y se disparan las expectativas, pero
luego cuando vienen un par de empates vuelve el
run run y comentarios de que vamos a estar en
tierra de nadie. Hay que ir con tranquilidad, la
Segunda RFEF está muy igualada, baja mucha gente
y solo hay siete equipos que quedan entre jugar
por el ascenso y bajar. Aquí si pierdes dos-tres
partidos te metes abajo. Creo que tenemos buen
equipo, una mezcla de gente joven y veterana que
nos estamos compenetrando muy bien. Hay muy buen
ambiente, muchos ya conocíamos al míster y a ver si ahora cortamos la racha y
volvemos a la senda de la victoria para poder
estar arriba. Aunque lo diga con la boca
pequeña, creo que podemos estar arriba, pero hay
que dejar a la gente joven que vaya cogiendo el
hilo a la categoría y vamos a ir para adelante
fijo".
En unos meses se cumplirán dos décadas de la
llegada de Guaya a Luanco, donde es mucho más
que capitán del Marino: es parte de su historia
y ostenta un récord que será muy difícil de
igualar.
