El Avilés llegó a la décima jornada en la quinta
posición y disfruta en su estreno en la
categoría. El domingo se medirán a un rival de
la zona baja como el Cacereño




Cumplido el primer cuarto de competición, ya se
puede ver por dónde van los tiros en la Primera
RFEF, una categoría nueva para un Real Avilés
que se encuentra en el grupo de equipos a los
que, de momento, les salen las cuentas. Los
blanquiazules sólo marcan menos que los líderes,
Tenerife y Atlético Madrileño, con la
particularidad de que hasta nueve futbolistas
han saboreado las mieles del gol en otras tantas
jornadas. Costó encontrar el camino, dos
jornadas iniciales de sequía dieron paso a una
serie de partidos mucho más fructíferos
ofensivamente hablando; desde entonces, sólo en
Valdebebas y en la cita copera de Ávila se
quedaron a cero.
En el “debe” es inevitable fijarse en los goles
encajados, los avilesinos son los más goleados
de la categoría, 16 tantos en contra, los mismos
que a favor. Nadie duda que los de Dani Vidal
están trabajando en el aspecto defensivo para
rebajar esa cifra, la primera muestra llegó el
último fin de semana, con la tercera portería a
cero de la temporada ante el Arenteiro.
En cualquier caso, los 17 puntos en las diez
primeras jornadas invitan al optimismo, la
proyección daría para una salvación holgada.
Cifras al margen, el equipo ha competido bien
salvo pequeñas lagunas y tiene un “fondo de
armario” más que aceptable para ser un recién
ascendido. Conseguir mantener el nivel del
bloque, juegue quien juegue, es un rasgo muy
valorado en una categoría exigente en la que la
distancia entre el éxito y el fracaso suele ser
mínima.


El domingo, nuevo test en
Cáceres
La próxima parada de la nave avilesina será en
una plaza con bastantes similitudes, ante un
Cacereño también debutante, arropado por una
buena masa social y dando pasos para el
saneamiento económico y la mejora de
instalaciones. Precisamente una de las últimas
reformas consistió en el resembrado del césped y
la renovación del sistema de riego de un estadio
Príncipe Felipe en el que se ha colgado el
cartel de obras.
De momento lo del terreno de juego ha sido un
problema más que un avance, pues el decano del
fútbol extremeño tuvo que emigrar al Francisco
de la Hera de Almendralejo para disputar sus
primeros dos partidos como local. En el primero
cayó ante el Arenteiro y en el segundo se llevó
el derbi ante el Mérida, en lo que ha sido hasta
ahora su único triunfo “casero”, curiosamente en
una localidad más cercana a la ciudad emeritense
que a Cáceres.
Siguiendo con las curiosidades, en los dos
partidos disputados hasta la fecha en el
Príncipe Felipe, ni el Cacereño ni el equipo
visitante -Tenerife y Ourense CF-, han logrado
ver puerta. Veremos si este domingo a partir de
las 16 horas se rompe el maleficio y de qué
lado.
Será un duelo de clásicos que quieren renacer,
su último enfrentamiento en tierras extremeñas
se produjo en la segunda vuelta de la temporada
1997-1998, con victoria local por 2-0. La pareja
atacante del Cacereño la formaban dos ex
blanquiazules: Yeli, que jugó 14 partidos en
segunda en la 91/92 y Edu, autor del primer
tanto de penalti y que recalaría en el Avilés
dos años después, fallando precisamente una pena
máxima decisiva en el playoff ante el Novelda
que acabó con los avilesinos en tercera.
