Goleada sin paliativos del Avilés al Rayo Majadahonda para certificar un ascenso histórico a Primera RFEF. Llenazo en el Suárez Puerta y celebración por todo lo alto.

Esta vez hubo final feliz, el Real Avilés Industrial jugará en Primera RFEF la próxima campaña tras un partido en el que fue muy superior al Rayo Majadahonda. Los blanquiazules ejecutaron a la perfección su plan y apenas sufrieron para conseguir el objetivo y desatar el estado de euforia en la villa del Adelantado.

Un sólo retoque en el once de Rozada, que regresó al banquillo tras cumplir su sanción de dos partidos. Isi Ros fue finalmente de la partida ocupando el lugar de Davo. Por parte visitante, dos cambios, sacrificando a un central para meter más madera en ataque con Simeone y situando en la banda izquierda a Hugo Esteban en el lugar de Bilal.

Dos esquemas muy parecidos y arranque igualado, con el Rayo buscando hacer daño por la derecha, con Kevin Manzano ocupando ese extremo, dejando a Guti más centrado. El Avilés no salió a especular y Álvaro Santamaría generó la primera ocasión a los siete minutos, arrancando por la izquierda y poniendo un balón al centro del área, donde Alarcón remató en posición acrobática sin inquietar demasiado a Adrián.

Al cuarto de hora llegó la primera intervención de Álvaro, despejando un disparo envenenado de Hugo. Sin dominar claramente, los visitantes iban teniendo más posesión y dando pasos hacia la portería, forzando situaciones a balón parado. Pero en una de ellas llegó el zarpazo del Avilés, tras una mala cesión a su portero del lateral izquierdo Expósito, que se había quedado de cierre y vio cómo Isi Ros le comió la tostada. El murciano se fue rápido hacia el área y asistió a Javi Cueto, que optó por controlar y definir en lugar de rematar de primeras e hizo estallar de júbilo al Suárez Puerta.

Panorama idílico para los blanquiazules, que poco más de diez minutos después ampliaron su ya de por sí preciada ventaja en otro chispazo con los mismos protagonistas. Isi desbordó a Arribas y volvió a encontrar a Cueto, nuevamente letal.

Locura absoluta en las gradas y los futbolistas locales funcionando como auténticas motos, Santamaría rozó el tercero tras una cabalgada con los dos centrales locales en el suelo tras sendas aparatosas caídas.

Los madrileños, muy tocados, buscaban al menos un gol antes del descanso. El que más cerca lo tuvo fue Gianluca Simeone, con un remate mordido que no encontró portería. El Avilés seguía dando sensación de peligro cada vez que se acercaba y terminó la primera mitad con una falta peligrosa forzada, cómo no, por un Isi Ros que bailó la batucada en los primeros 45 minutos.

La segunda parte siguió con la misma tónica, ambiente festivo en la grada y poca sensación de que el Rayo Majadahonda fuese a dar demasiada guerra. Lo más llamativo fue la temprana salida del campo de Isi Ros, merecidamente ovacionado, que dejó su sitio a Davo. El extremo se desató como goleador en cinco minutos, ampliando la cuenta avilesina por partida doble, primero desviando lo justo un tiro con la izquierda de Soler y poco después aprovechando un desajuste de la aturdida zaga visitante.

Ni los más optimistas se imaginaban un escenario tan plácido en los minutos finales, en los que Natalio y Javi Cueto rozaron el quinto. El colegiado no alargó la agonía majariega y pese a los avisos desde la megafonía, hubo invasión de campo para celebrar un ascenso histórico.

La nave avilesina llegó a buen puerto, el Real Avilés Industrial será el primer equipo asturiano que juegue en la nueva categoría de bronce del fútbol español.

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