Según datos oficiales, cada año aumentan
notablemente las lesiones de ligamento cruzado
anterior en el fútbol asturiano

Con el paso de
los años, cada vez se ven más lesiones graves de
rodilla en el fútbol, sobre todo roturas de
ligamento cruzado y menisco. Así lo avalan las
estadísticas, ya que, desde el año 2019, los
números no hacen más que aumentar. Debido a la
gravedad de estas lesiones, hay cada vez más
preocupación alrededor de este tema.
A tenor de los datos facilitados por la
Mutualidad de Futbolistas, se puede apreciar la
tendencia que
siguen estas lesiones en los últimos años. Y es
que, sin contar la temporada 20/21, marcada por
el Covid-19, cada año hay un aumento notable
en roturas de cruzado y menisco en el fútbol
asturiano. En la temporada 2018/19, hubo 86
roturas de ligamento cruzado anterior y 25 de
menisco. Comparándolo con esta última, podemos
ver el aumento, ya que a 1 de junio los datos
indican que ha habido 120 LCA y 50 meniscos
rotos, a falta de estas últimas semanas que,
según los cálculos de Emilio Escotet, el
número podría ascender a los 160 cruzados y los
60 meniscos, debido a “aplazamientos de las
operaciones por diferentes motivos”.
Por otro lado,
hay otro hecho a tener en cuenta: las
recaídas. Mirando los datos a nivel
nacional, entre el 3 y el 5% de los jugadores
que sufren la rotura de ligamento cruzado, se
vuelven a romper después de haber sido operados.
Esto se conoce como cíclope, que es la rotura
del injerto que se coloca en lugar del ligamento
roto. En Asturias, sin embargo, el dato es del
1%, lo que habla muy bien de nuestro sistema,
porque para evitar la recaída influye mucho cómo
se realiza la operación y la posterior
rehabilitación.
La mejor solución, la prevención
Las causas del
aumento no se saben a ciencia cierta, pero
pueden influir los campos en mal estado o el
tipo de tacos que se usan para cada superficie.
Soluciones infalibles para evitar este tipo de
lesiones no hay, pero sí que se pueden disminuir
las posibilidades de sufrirlas gracias a la
prevención. Según cuenta el presidente de la
Mutualidad de Futbolistas, se está trabajando en
una campaña de concienciación para los
entrenadores, que se basa en invertir unos 15
minutos antes de cada entrenamiento en realizar
ejercicios de fortalecimiento de la zona de la
rodilla y el cuádriceps. Dichos ejercicios
de prevención podrían tener un papel clave en la
disminución de este tipo de lesiones.
Otra buena
medida, asegura Escotet, podría ser la
elección adecuada de los tacos en función del
césped en el que se juegue, aunque entiende
que los padres de los chavales no puedan comprar
varios pares diferentes. Eso sí, afirma que
los tacos más recomendados para evitar este tipo
de lesiones son los que tienen una forma
redonda, así como los ‘multitacos’. Esto se
debe a que, en caso de realizar un cambio de
dirección con el pie apoyado, los tacos planos
pueden hacer que el pie no gire, pero sí lo haga
la rodilla, siendo esta la forma más común en la
que se producen las lesiones de este tipo.
La previsión
para los próximos años no es la más optimista,
debido a la escasez de soluciones, pero
esperemos que, poco a poco, se pueda ir
erradicando este problema que ha afectado a
tantos jugadores.