Mal partido de los de Paunovic en Tenerife, donde Nacho Vidal aprovechó un error local para marcar el único gol del encuentro. Los carbayones llegarán a la última jornada con alguna opción de ascenso directo.

Mal partido y buen resultado. Una vez más. El Oviedo se mostró agarrotado en ataque, sin ideas, ante un Tenerife descendido desde hace varias semanas, que plantó cara hasta el tramo final. Un error local en la salida de balón lo aprovechó Nacho Vidal para marcar el gol de la victoria. Tres puntos que sitúan al Oviedo tercero, después del empate del Mirandés con el Almería (0-0), a dos puntos del Elche que cierra la zona de ascenso. Las cuentas están claras para la última jornada, el Oviedo ascenderá a Primera División si gana al Cádiz y pierde el Elche en Coruña. Muy difícil, pero posible. Y a una mala, los azules jugarán la fase de ascenso como tercer o cuarto clasificado, con la ventaja que ello supone.

Tres cambios en el once

Luengo, Cazorla y el lesionado Fede Viñas dejaron su sitio para Nacho Vidal -que volvía tras cumplir sanción por ciclo de amonestaciones-, Álex Cardero y Alemao. No mostró el Oviedo, desde el inicio, quién se jugaba las habichuelas en la tarde de hoy. Mientras tanto, la afición local llevó silbatos y pitó en protesta por los arbitrajes sufridos durante la temporada.

Salió más entonado el Tenerife, que pudo adelantarse a los cinco minutos, tras un centro de Aarón Martín, desde la línea de fondo, que Costas introdujo en su portería. Susto, pero gol anulado, al haber salido el balón antes del centro. En el minuto 9 llegó otro susto tras un centro desde la izquierda de Waldo que cabeceó Luismi Cruz, en el corazón del área, a la cepa del poste.

Lo peor pasó para un Oviedo que se fue asentado y equilibrando la balanza en un primer tiempo malo, donde pudo marcar tras una internada de Rahim que no llegó a rematar Alemao. El pichichi sigue inmerso en su peor momento de la temporada, quizá por los problemas de pubis que arrastra. Tampoco llegó, esta vez de cabeza, tras un servicio de Hassan.

Se llegó al descanso con el 0-0 y se puede decir que fue lo mejor que le pudo pasar a un Oviedo impreciso, sin fluidez en la medular y con muchas dificultades para llegar con peligro al área rival.

Paunovic agita la coctelera

Sin novedades arrancó la segunda parte, en la que el Oviedo siguió muy lejos del nivel esperado. Después de una hora nefasta, el técnico serbio buscó un revulsivo con un triple cambio y una modificación en el sistema. Los carbayones pasaron a jugar con dos puntas como Paraschiv y Alemao, tras la entrada del rumano, Cazorla y Luengo. Nacho Vidal y Rahim ocuparon las bandas como carrileros, con tres centrales.

Error local y gol de Nacho Vidal

Un fallo de la defensa tinerfeña en la salida de balón dio pie al gol del Oviedo. Nacho Vidal aprovechó un balón suelto en la frontal para penetrar en el área y batir por alto a Salvi. A partir de ahí se acabó. El Oviedo tenía el gol que buscaba y ya no se jugó más.

Cambios y ritmo lento mientras avanzaba el crono, muy despacio para los aficionados azules. Hubo algo más de cinco minutos de añadido y el Oviedo sumó tres puntos que le permiten llegar a la última jornada con opciones de ascenso directo. Además, lo que es seguro es que el Oviedo acabará con mucho en cuarta posición, por lo que aumentan las opciones de que el partido de vuelta de una hipotética fase de ascenso se juegue en el Tartiere. Pero, de aquí al domingo (18:30 h.) hay tiempo para soñar con el ascenso directo. Difícil, pero no imposible.

El Levante ya está en Primera y falta saber quién le acompaña en el ascenso directo. El Elche dependerá de sí mismo en la última jornada ante el Deportivo de la Coruña, en Riazor. El Oviedo llega como el mejor equipo de las últimas nueve jornadas en Segunda División, con seis victorias y tres empates. Unos números espectaculares logrados desde la llegada de Paunovic al banquillo.