El técnico continuará al frente del Juvenil 'A'
del Veriña y augura una temporada "difícil,
ilusionante, apasionante y bonita".

El Veriña no pudo salvar la categoría por
segundo año
consecutivo en División de Honor Juvenil. Los
gijoneses finalizaron la temporada en el
farolillo rojo y regresan a Liga Nacional. Sin
embargo, desde el club están muy satisfechos con
el trabajo de su entrenador, Jesús Granda, con
el que ya han llegado a un acuerdo para que
continúe al frente del equipo la próxima
temporada.
“Tuve más
ofertas”, admite Granda. Aunque “fueron llegando
después de tomar la decisión de quedarme”. Y es
que el club le contactó “como dos meses antes de
finalizar la competición, estando en descenso, y
me preguntan qué quiero hacer el año que viene”.
La respuesta fue clara: “les dije que estaba
contento. Es un sitio donde te dejan trabajar,
un club muy familiar, y ahí se acordó mi
continuidad. Fueron las primeras y últimas
conversaciones”. El compromiso es la clave del
éxito y, por ello, aunque llegaran ofertas, “le
di la palabra al Veriña, así que hasta el final
con ellos”.
“No hay 100
jugadores del nivel de División de Honor en
Asturias”
Sobre el
balance de esta temporada, el técnico gijonés
considera que han sido “más regulares que el
anterior, pero en los momentos clave se juntó un
poco de todo y yo asumo la responsabilidad el
primero”. “Creo que no falló nada, simplemente
es algo natural, había cinco equipos asturianos
y el Veriña es el último en elegir”,
refiriéndose a que los jugadores preferían a los
otros conjuntos asturianos antes que al gijonés.
Relacionado con esto, cree que la presencia de
cinco equipos asturianos en la categoría ha
influido en el devenir de esta: “si hay cinco
equipos en División de Honor, con veinte
jugadores cada uno, salen 100 jugadores, y no
creo que haya tantos con nivel para División de
Honor en Asturias”.
“Me hace
gracia cuando dicen que cada vez hay menos
nivel”
División de
Honor es una categoría “apasionante”. Para
Granda, “no hay ningún equipo mal estructurado,
mal físicamente o sin plan”. Pone el ejemplo del
Choco, un equipo que “trataba muy bien el balón
y mira dónde está”. Y otros que “jugaban más
directo y se mantuvieron”. Además, señala a
aquellos que dicen que cada vez hay menos nivel,
con los que discrepa totalmente: “no sé cuál es
la vara de medir, pero no oigo a ningún
entrenador decir que hay menos nivel en la
categoría donde entrena”. La categoría es “muy
difícil, y se ven chicos que pueden llegar a ser
profesionales”.
“Hemos hecho
varios fichajes con los que estamos
ilusionados”
El próximo año
en Liga Nacional será otro gran reto para el
Veriña y su entrenador, por lo que la
planificación de la temporada será muy
importante. La hoja de ruta está más o menos
definida ya, según lo dicho por el míster, que
cuenta con que, de los siete u ocho jugadores
que no cumplen, haya alguno que sea llamado por
uno de los clubes de División de Honor “porque
tienen el nivel”. “Otros decidieron seguir en el
club conmigo, entonces a través de ellos estamos
intentando hacer la plantilla más competitiva
posible”. Además, por abajo llegan los que
cumplen del cadete que consiguió ascender, de
los que “vamos a promocionar a alguno”, y del
juvenil ‘B’ “hay varios chicos que me gustan
mucho”. A todos ellos, se suman “varios fichajes
con los que estamos ilusionados, y vamos a
competir y trabajar mucho y bien”.
“Espero la
Liga Nacional más difícil de los últimos
tiempos”
El técnico
gijonés sabe de sobra lo que es dirigir un
equipo de Liga Nacional. “Es una categoría muy
difícil, sube uno y bajan tres, por lo que
ascender es muy complicado”, algo que sabe de
primera mano, después de no conseguirlo con el
Vallobín en las temporadas 2017/18 y 2021/22,
habiendo sumado 63 y 71 puntos, respectivamente.
Además, con el descenso de tres equipos
asturianos de División de Honor, se espera la
Liga Nacional “más difícil de los últimos
tiempos”. Pese a ello, Granda augura una
temporada “difícil, ilusionante, apasionante y
bonita”.
En cuanto a lo
que más quiere de los suyos para el año que
viene, es “ver un Veriña reconocible y
trabajado”. Quiere que sean capaces de “echar la
pelota al suelo cuando lo tengamos que hacer y
jugar directo si es necesario, pero siempre que
esté trabajado”.