Francis Campa deja la presidencia por motivos
personales y seguirá en la directiva acompañado
por personas vinculadas al Covadonga, del que ya
eran filiales.

Francis Campa pone fin a su etapa en el Pumarín
Club de Fútbol después de veinticinco años en el
club. El hasta ahora presidente tomó la decisión
de dejar el cargo por motivos personales,
conjuntamente con Manolo, histórico secretario
del club.
Ambos seguirán formando parte de la junta
directiva que ya encabeza Felipe Fernández
Cabeza, hijo de Felipe Fernández, histórico
directivo del Club Deportivo Covadonga. El resto
de miembros de la nueva directiva son personas
vinculadas al conjunto del Álvarez Rabanal, que
ya tuvo como filial esta temporada al Pumarín
C.F.
Desde el Club Deportivo Covadonga pretenden
potenciar el primer equipo, al que le darán otro
enfoque, para intentar ascender de categoría.
Esta temporada fueron filiales, pero la gestión
corría a cargo del Pumarín, ahora dependerá
directamente del Cova. El que no seguirá es el
entrenador, Rubén Álvarez, por decisión propia
del técnico.
Además del primer equipo, el Pumarín tiene diez
equipos de categorías inferiores, que se
mantendrán y potenciarán con la nueva gestión.
Los equipos juveniles recibirán jugadores del
C.D. Covadonga-Castañales, que no tenían salida
por limitación de espacio en el Álvarez Rabanal.
Francis Campa: "Sobre todo me
llevo buenos recuerdos"
Llegó al Pumarín de la mano del expresidente
Pedro Cuervo, hace veinticinco años, ocupando el
cargo de tesorero. Paralelamente se incorporó
Manolo como secretario, quien terminó siendo "mi
brazo derecho. Tenemos muy buena relación y
somos uña y carne". Ahora, después de doce años
como presidente, Francis Campa decidió dar un
paso a un lado por motivos personales, "tengo
que pasar en breve por quirófano y prefiero
estar al margen. Seguiré en la directiva pero
como colaborador".
De esta etapa recuerda "buenos y malos momentos,
tuve de todo". Se queda con los ascensos de las
categorías inferiores y las tres promociones
jugadas recientemente por el primer equipo, en
las que no consiguió ascender, "la del
Ribadedeva fue especialmente dura, porque en el
minuto 92 ó 93 estábamos ascendidos y acabamos
perdiendo en la prórroga. Me llevo buenos
recuerdos, a pesar de alguna mala relación con
algún padre, pero como ocurre en todos los
equipos".
Ve con buenos ojos la llegada de la gente del
Covadonga a la directiva y espera que el primer
equipo logre el ansiado ascenso, "nuestro sitio
es la Preferente", y también que el fútbol base
"siga creciendo y mejorando sus categorías".