El Oviedo ganó su primera final. Los azules cuajaron un buen primer tiempo ante el Levante y se adelantaron gracias a un gol en propia tras un centro de Rahim, que fue el mejor del partido. Lo intentó el Levante en la reanudación, pero el Oviedo tiró de ofició para defender su renta. Cuatro jugadores se retiraron con molestias físicas.

Era una final, sólo valía ganar para seguir con opciones de ascenso directo y el Oviedo ganó. Los azules aprovecharon un gol en propia, tras un buen primer tiempo, y supieron sufrir en una segunda mitad de dominio levantinista.

Fue un encuentro igualado, con un tiempo para cada equipo y muy pocas ocasiones por parte y parte. Un partido muy táctico, de los denominados de playoff. 1-0 y tres puntos que sitúan al Oviedo a cuatro del ascenso directo, con el golaveraje general ganado a un rival directo.

Paunovic introdujo cuatro cambios en el once titular. Luengo, Cazorla, Moyano y el lesionado Pomares dejaron su sitio para David Costas, Portillo, Hassan y Rahim. Sorpresa la suplencia del central vasco, tras su buen partido en Córdoba, a pesar de los galones del gallego, del que se necesita su mejor versión en este tramo final de temporada.

El Oviedo salió mandón, llevando la iniciativa y con ritmo, ante un Levante que presionaba muy arriba. Los azules lo intentaron por la izquierda en el primer cuarto de hora con las internadas de Rahim, muy activo en su primera titularidad de la era Paunovic. También se estrenaba de inicio Portillo, que jugó escorado a la izquierda, aunque con el objetivo de aportar a la medular y cuajó una de sus mejores actuaciones con la elástica azul.

Se notaba lo que había en juego para ambos equipos. El partido estaba muy disputado, con mayor posesión del Oviedo, pero sin ocasiones. Ninguno de los dos porteros tuvo que parar ningún tiro, más allá de un remate fácil de Hassan, escorado que remató al primer palo.

El Oviedo se adelanta con un gol en propia

Rahim entró por la izquierda, puso un potente centro raso que despejó forzado Pampín y el balón pegó en Ignaci Miquel, que la metió en su portería. Él no quería. 1-0 para el Oviedo y alegría en el Tartiere.

Se llegó al descanso con el 1-0, tras un primer tiempo igualado en el que el Oviedo estuvo mejor, con llegadas gracias a las incursiones por banda de Rahim -por las que Calero permutó la posición de Carlos Álvarez y Kochorashvili- y de un voluntarioso pero ineficaz Hassan en el día de hoy.

Muchas interrupciones y cuatro contratiempos en forma de lesión

Con poco ritmo comenzó la segunda parte, en la que pronto vio la quinta amarilla Seoane, que fue sustituido acto seguido por Álex Cardero, posiblemente aquejado de alguna molestia física. Poco después, el visitante Carlos Álvarez tuvo que ser atendido en el terreno de juego, aunque pudo continuar hasta el 65', con un problema en el tobillo.

Dominó el Levante esta segunda mitad en busca del empate, con llegadas que lograba contener bien la defensa oviedista en las inmediaciones de su área. Paunovic agotó su segunda ventana en el 65' por la lesión de David Costas, aparentemente muscular. En su lugar entró Luengo. Calero hizo en ese momento un triple cambio, retirando a pesos pesados como Iborra, Morales o Carlos Álvarez que hoy no exhibieron su calidad, entrando Iván Romero, Álex Forés y Sergio Lozano.

Dani Calvo también tuvo que ser sustituido. El central se sintió mareado y su cambio fue por conmoción, dándole una ventana más al Oviedo, que llevaba ya tres cambios y todos con problemas físicos. Al centro de la zaga entró el nigeriano Eze, defensa del Vetusta que está cuajando una buena temporada.

Los minutos avanzaban y se incrementaba el dominio del Levante, que no lograba finalizar las jugadas. Paunovic acabó los cambios en el 78', retirando a Portillo, Fede Viñas y Hassan, este último tras ser atendido sobre el terreno de juego. Entraron Moyano, Alemao y Cazorla.

El Oviedo supo sufrir en los casi diez minutos de añadido

Tiró de oficio el Oviedo para defender su renta, tratando de bajar el ritmo de juego y dejar correr los minutos, aguardando su oportunidad a la contra con Alemao o Moyano, que jugó de extremo derecho.

El Tartiere alentaba y el Oviedo aguantó en los nueve minutos de añadido, donde Kochorashvili tuvo el remate más peligro, desde la frontal, que rozaron Escandell y la parte superior del travesaño. No hubo nada más y el Oviedo celebró con los más de veinte mil asistentes el triunfo que le permitirá seguir soñando con el ascenso directo.

El Oviedo visitará el próximo sábado (16:15 h. - El Alcoraz) a otro rival directo como el Huesca. Otra final para seguir peleando por el ascenso directo y también para seguir acercándose a la clasificación para la fase de ascenso a Primera División.