Fueron precisamente los de Javi Rozada quienes llegaron con peligro por primera vez, tras un envío de Viti a la espalda de los centrales que ni Cueto ni Santamaría lograron cazar. El primer tiro entre palos lo protagonizó un siempre peleón Álvaro Santamaría, ganando un balón ante Mario ligeramente escorado a la derecha, pero disparando muy centrado.

El Pontevedra no llegaba demasiado y tampoco se mostraba excesivamente sobrio atrás, algo que el Avilés aprovechó para adelantarse a los 26 minutos. Viti condujo cómodo hasta tres cuartos y puso un balón para Javi Cueto, que remató de primeras ante la pasividad de la zaga lerezana.

Buen premio para un Avilés que no pasó apuros hasta el descanso, más allá de un par de escarceos protagonizados por Álex González, para el que los años no pasan a la hora de proyectarse ofensivamente en la banda zurda.

Comenzaron dominadores los visitantes en la segunda mitad. Álvaro tuvo trabajo por primera vez tras un disparo del propio Álex a la media vuelta, sacando una buena mano para despejar a saque de esquina. El capitán visitante se metía cada vez más al centro y dejaba la banda para Chiqui, que fue el principal generador en esa fase del partido.

Metieron más leña los de Yago Iglesias, que dio minutos a Dalisson, recuperado de su lesión y al luanquín Miguel Cuesta, que entró de inmediato en la dinámica ofensiva de los gallegos, todo con el fin de seguir apretando en busca del empate.

El Avilés se encontró más cómodo defendiendo con la entrada de Davo y Nico en los extremos y los tres mediocentros arropando a la zaga. Además supo dormir el partido cuando fue necesario y acabó espoleado por su gente, destacando la intensidad de los ánimos desde la grada de Juan Ochoa, que suele ser la más “tranquila” pero que en este caso incluso terminó silenciando a los ruidosos seguidores pontevedreses.

Un par de disparos mordidos de Dalisson y un cabezazo alto de Pelayo fueron los últimos intentos de un Pontevedra que acabó claudicando y que no sabe lo que es ganar a domicilio en 2025. Un año que sigue resultando propicio para el Avilés, que suma una semana más invicto, se pone a un punto del tercero y eleva el colchón del playoff a los cinco de distancia, y eso que hay equipos que vienen “embalados” desde atrás.

La próxima jornada, duelo directo ante un Fabril que se ha colado en el quinto puesto. Será en Abegondo a partir de las 12 horas del domingo, una cita a la que el filial deportivista podría llegar a tan sólo un punto del Avilés, si consigue ganar su partido pendiente el miércoles en Santiago.

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