El expresidente del
Raíces hace balance de las tres décadas que estuvo al frente del club, de cómo
es la gestión y cómo ha evolucionado el fútbol.

Chito recibió una mención
en la Gala del Fútbol Asturiano por el estamento
de directivos.
Jugó al fútbol
desde siempre, pero nunca pensó en estar tanto
tiempo al frente de un club como el Club
Deportivo Raíces. Chito, como se le conoce en el
fútbol asturiano, lleva 33 años ligado al club
de su barrio, de los cuales 28 han sido como
presidente. Y decimos que lleva, porque a pesar
de haber dado un paso a un lado, él siempre
estará dispuesto a ayudar al Raíces y a su gente
en lo que pueda, aunque ahora lo haga desde un
segundo plano. Desde el año pasado, la
presidencia del club está en manos de Nelson dos
Santos, otro miembro histórico del Raíces, en el
que lleva más de tres décadas, primero como
jugador y luego como entrenador, coordinador y
directivo.
Tras su paso
por el club, con el que ha conseguido muchos
logros y avances tras una gestión inmejorable,
Chito fue galardonado en la Gala del Fútbol
Asturiano del pasado 24 de enero con una mención
especial por su labor como directivo y
presidente durante esos años.




- Hace poco la RFFPA galardonó tu labor después
de 28 años como presidente del Raíces, ¿qué te
motivó a asumir la presidencia del club hace
casi 30 años?
Todo empezó de
la manera más natural. Allá por el año 91, me
puse una mañana con mi hijo mayor, que jugaba en
el Raíces, a darle unas patadas al balón en el
campo del club. Sus compañeros de equipo de
infantiles lo vieron y se unieron, y como yo
había jugado al fútbol, les empecé a enseñar
algunas cosas. Eso lo vieron los padres de los
chavales y me propusieron entrenar al equipo.
Como ya tenían un entrenador, yo me ofrecí a
ayudar, pero con la condición de que mantuviesen
al chico de primer entrenador. Y así empezó,
primero entrenando hasta que en el año 95/96 el
presidente de ese momento (Zapata) lo dejó y
asumí yo el cargo.
- En todos estos años el equipo ha estado
saneado, mejoró constantemente en aspectos
logísticos y mantuvo siempre un fútbol base con
muchos jugadores. ¿Cómo de difícil es hacer una
gestión tan buena durante tanto tiempo?
Antes yo decía
"mirando por la peseta" y luego "mirando por el
euro". Se tuvieron que hacer muchos esfuerzos y
sacrificios para sacar dinero de donde se
pudiera. Con rifas, sorteos o con lo que fuera.
Lo importante era hacer una gestión adecuada,
siempre con los presupuestos muy ajustados, pero
tratando de que a los chavales nunca les faltara
de nada, que era lo que más me importaba a mí.
Tuve que abrir muchas puertas, hacer muchos
telefonazos y tirar de contactos de todos los
ámbitos para que poco a poco el club llegase a
ser lo que es hoy. Incluso llegamos a colaborar
en las fiestas de Raíces durante unos años para
sacar dinero para el club.

José Chito con Nelson dos
Santos, en el traspaso de la presidencia del
club, en mayo de 2024.
- Has dedicado muchas horas al club, ¿cómo se
compagina eso con la vida personal?
Fue todo
gracias a mi familia y a mi mujer. Ellos
entendieron el compromiso y lo asumieron
perfectamente. A mi mujer también le gusta mucho
el fútbol y eso también ayudó mucho a que yo
pudiera colaborar y trabajar con el club de la
mejor manera posible.
- ¿Por qué
crees que cada vez hay menos directivos para los
equipos de fútbol?
Antes había más
colaboración; las familias estaban mucho más
implicadas para ayudar en lo que fuese. La razón
no la sé; los tiempos cambian y la gente tiene
otras preocupaciones. Antes los clubes eran más
familiares; ahora todo se ha diversificado mucho
y en los equipos ya no sólo juegan los chavales
del barrio.
- A lo largo
de estos años, ¿cuáles consideras que han sido
los mayores logros del club contigo de
presidente?
Te puedo decir
tres. El primero fueron los nuevos vestuarios
que hicimos en el año 95. Fue algo que me llevó
mucho tiempo; me acuerdo de tener que recorrer
toda Asturias y hablar con mucha gente para
llevarlo a cabo. El segundo objetivo que me
propuse fue poner el campo de hierba sintética.
Estuve más de diez años para hacerlo hasta que
conseguí la inversión necesaria para hacerlo. El
tercero fue tener a todos los equipos en Primera
y al regional en Preferente, y eso que yo no les
pagaba nada; prefería invertir ese dinero en los
chavales del fútbol base.
- Imagino
que también hubo momentos malos, ¿recuerdas
alguno en particular?
Los descensos.
Yo soy incapaz de ver un partido entero, porque
me pongo muy nervioso, y en esos momentos era en
los que más sufría.
- Si
pudieras volver atrás en el tiempo, ¿harías algo
diferente?
Sin duda. Para
mí, lo peor del deporte, sobre todo en el fútbol
base, son los familiares. Durante todos estos
años he tenido que escuchar auténticas
barbaridades en las gradas y, si pudiera, no los
dejaría entrar a los campos, ni en los partidos
ni en los entrenamientos.
- ¿Cómo has
visto evolucionar el fútbol base en estos 28
años?
Han pasado
muchas cosas, pero yo me quedo con dos cambios
que creo que han sido fundamentales para mejorar
el fútbol base. Primero, los campos de hierba
sintética. Es algo que mejoró la práctica del
fútbol para los chicos y que también mejoró la
vida de los clubes, en cuanto a mantenimiento y
calidad de las instalaciones.
Lo segundo fue
el paso de fútbol once a fútbol ocho en
alevines. Yo sigo proponiendo cosas, porque sigo
metido en la RFFPA, y una de ellas es eliminar
los cambios en categorías de infantiles y
cadetes. El fútbol es el único equipo en el que,
si un jugador sale del campo, no vuelve a entrar
y yo creo que en el fútbol base no debería ser
así.
- ¿Qué
consejo le darías a alguien que aspire a ser
presidente de un club de fútbol?
Primero que
sepan que necesitan un compromiso muy fuerte,
porque van a tener que dedicar muchas horas. Y
luego que trabajen mucho, porque para conseguir
los objetivos van a tener que hablar con mucha
gente, abrir muchas puertas, hacer contactos y
para eso también se necesita mucho aguante.

Equipo de fútbol andando del C.D. Raíces, con
Chito como entrenador.