El mediocentro del Urraca sufrió una fractura de peroné
en el partido ante el Mosconia que le hará perderse
buena parte de la segunda vuelta.

Bruno Cué
tendrá que parar. Tras un lance en la pasada
jornada ante el Mosconia, el mediocentro del
Urraca sufrió una fractura de peroné que le
mantendrá en el dique seco durante al menos seis
semanas. Una lesión que no le impidió volver al
campo en un primer momento, pero cuyo dolor le
hizo abandonar el terreno de juego en el minuto
treinta. Ahora mismo se encuentra mejor,
pensando en recuperarse lo antes posible: "De
dolor ahora mismo estoy bien. El lunes fui a
trabajar y después fui al fisio. No tenía la
sensación de tener nada roto, pero sí mucho
dolor. Después de mirarme, me dijo que me
hiciese una placa y al día siguiente, después de
trabajar, ya me dijeron que tenía la fractura.
No es necesario operar, pero sí me han
escayolado y tengo que guardar reposo unas seis
u ocho semanas”.
Una lesión que
le llega en un mal momento, como todas, pero que
en su caso le corta el buen estado de forma que
arrastraba con el Urraca en las últimas semanas:
“La verdad es que me estaba encontrando bien;
ahora estaba volviendo a jugar más cerca de la
defensa, donde me encuentro más cómodo, y es un
fastidio. Vienen los meses en los que te juegas
la liga y no voy a poder ayudar al equipo. En
trece años que llevo en Tercera, me ha pasado
esto una vez y ha tenido que ser ahora. Nunca
había tenido una lesión grave ni he tenido que
parar mucho por lesión”.
En lo colectivo
ve al Urraca terminando la temporada sin muchos
apuros, pero no será fácil: “Este año la cosa
empezó bien, pero acabamos mal la primera
vuelta. En la segunda perdimos contra el Condal,
aunque estuvimos bien, y la jornada pasada no
tuvimos opción. Es una liga muy competitiva,
tanto en la zona alta como en la baja. El
próximo domingo tenemos un partido difícil
contra el Caudal, luego jugamos contra tres
rivales más directos y ahí se verá si vamos a
acabar el año tranquilos o peleando hasta el
final. Creo que el equipo no va a sufrir hasta
el final”.
Una liga en la
que se ven con capacidad para competirle a
cualquier equipo, aunque sí destaca el ritmo y
el nivel individual de los filiales, con Caudal
y Mosconia un escalón por debajo: “Los filiales
siempre te sorprenden por el ritmo a pesar de
ser jugadores jóvenes. Tienen calidad y están
acostumbrados a entrenar con el primer equipo.
Quitando a esos dos, nosotros podemos competir
con cualquiera. Sí que es cierto que el Caudal o
el Mosconia tienen presupuestos altos y se nota
en la plantilla”.