El lateral derecho deja el primer equipo del
Navarro para ocupar el cargo de entrenador del
Juvenil, con el objetivo de salvar la categoría
en Segunda.

Después de
algo más de 300 partidos en el fútbol regional,
David González cuelga las botas. Extremo diestro
reconvertido a lateral, inicia ahora su faceta
como entrenador del Juvenil 'A' del equipo donde
jugó las últimas campañas, el Navarro. Y
curiosamente acabó jugando como titular en
Primera AF contra el Barcia y arrancó como
técnico ante el Barcia juvenil que,
curiosamente, también lo dirige Juanjo
Cabanillas, desde hace tres semanas.
Empezó a jugar al fútbol con 5 años en el
colegio de El Quirinal y pronto fichó por el C.D.
Los Campos. Su último año de pista lo jugó con
el Astur, tras recibir la llamada del Real
Oviedo y entrenaba un día a la semana en El
Requexón. Fue la época en la que el club azul
tocó fondo "el agua de la ducha era fría, a
veces no había autocar, no había luz..." y por
eso terminó fichando por el Sporting para su
primera temporada de campo. En Mareo estuvo
hasta finalizar juveniles en División de Honor.
Firmó dos temporadas con el filial, por aquel
entonces en Segunda B, y salió cedido al
Cudillero y Gijón Industrial. Posteriormente
jugó en otros equipos de Tercera como el
Praviano -dos etapas-, Covadonga y Navarro,
donde juega desde verano de 2019, con un
paréntesis en la época del Covid que jugó con el
Navia por motivos laborales.
Ahora,
recién casado, trabajando como ingeniero en una
de las empresas más grandes de Asturias y a sus
32 años, tomó la decisión de dejarlo "porque a
nivel mental no estaba pasándolo tan bien y
tenía claro que cuando llegase ese momento me
quedaría en casa. Empecé tarde la pretemporada
porque me casé y no llegué hasta octubre. Tenía
ilusión, pero llevo dos años con dolores de
ciática y empecé a ir al gimnasio y cuando me
puse a entrenar tuve cero dolores. Empecé
disfrutando mucho, pero fueron pasando las
jornadas y no me notaba contento entrenando". El
exárbitro Espiñeira Pello, ahora entrenador,
presentó su dimisión como técnico del Juvenil
'A' y el club le ofreció a David González
compatibilizar su faceta de jugador en el primer
equipo y la de entrenador del juvenil, "pero al
final, lo hablamos y consideramos que podría ser
más útil sólo como entrenador".

¿Por
qué dejaste de disfrutar de jugar al fútbol?
"No me
acababa de divertir. Con el paso de los años vas
entendiéndolo de otra manera y veía cosas
entrenando por las que igual no marchaba
contento: mi rendimiento, colectivo... Y fue a
nivel de cabeza, llegaba encabronao a
casa y no es
plan porque te acaba aguantando con quien
convives. Cuando me ofrecieron entrenar hablé
con Davo Sánchez, con el que tengo muy buena
relación, y lo entendió".
Es tu
primera experiencia como entrenador, ¿qué
tal los primeros días con los chavales?
"Muy
complicado, el club tenía dos juveniles en
Segunda y Tercera -se deshizo recientemente el
Juvenil 'B'-. El miércoles quedé para
entrenar y tenía ocho jugadores entre los dos
equipos, el segundo día tuve 10 y fuimos recuperando...
Para el primer partido tuve trece jugadores del
primer equipo, de los cuales tres no
había visto entrenar y tres cadetes. Ganamos al
Barcia (3-1) y conseguimos la primera victoria
en catorce partidos, en los que habían
conseguido 4 puntos, y ahora esperamos ir
recuperando jugadores para la causa".
A pesar
de que eres muy joven, ¿notas
muchas diferencias en los chavales de ahora a
cuando tú eras juvenil?
"Sin duda.
Cuando te subían una categoría por encima o te
llevaban al primer equipo ibas encantado, ahora
es como un marrón y dicen 'vaya chapa'. No hay
ese compromiso que había antes, por ejemplo, a
la hora de ir a recoger el material los jóvenes
eran los primeros, ahora hay que estar detrás de
ellos... nosotros cuando entrenábamos ahora bromeábamos que cogíamos la portería los de 30.
Siempre me acuerdo de Nacho Fernández, que llegó
al Covadonga con 38 años... era el primero en
llegar, en recoger material... y venía de ser
profesional.
Los
chavales de ahora van a pasar la hora y media
del entrenamiento y listo. Muchas veces lo
hablamos con los amigos, igual es que ahora
tienen más distracciones o alternativas de ocio.
Hace más de veinte años el ocio era ir a
entrenar, ahora hay más, aunque seguramente
cuando yo acabé juveniles igual pensaban lo
mismo de nosotros".

¿Cómo
te ves como entrenador?
"Ahora no
veo el fútbol como cuando tenía 23 años. Cojo un
poco de todos los que tuve y de lo que viví.
Sobre todo es importante que el vestuario sea
una piña y que seamos todos amigos. Desde el Covid hay muchos equipos que llegan cambiados,
entrenan y se van para casa. El primer día dije
que vamos a llegar al vestuario, hablar,
entrenar y luego volver al vestuario. Sobre el
campo... me gusta que la hora y media que
entrenamos sea intensa, con mucho balón y que lo
pasen bien, pero que marchen cansados".
¿Jugaste
algo más de 25 años... esperas durar tanto como entrenador?
"No sé si
me veo tantos años también. Ahora a
corto plazo estoy súper ilusionado, pero igual
llega junio y cambio de idea. Mi idea es seguir formándome,
aprendiendo... a medio plazo me veo."
¿Con qué
te quedas de tu etapa como jugador?
"La
trayectoria a nivel futbolístico es lo que es.
Me quedo con lo personal, conocer compañeros,
directivos... Voy a cualquier sitio y siempre
encuentras gente de fútbol. Mi grupo de amigos
son con los que empecé a jugar en el colegio.
Estar en
Mareo y llegar a División de Honor fue una pasada.
Es una categoría muy guapa y un objetivo que
podrían tener todos los niños, porque ser
profesional es muy difícil, pero llegar ahí es
más real.
Aunque igual no
le damos el valor al fútbol sénior de Tercera,
jugué casi 300 partidos en diez temporadas y lo
pasé muy bien. Hay muy buenos jugadores en la
categoría".

¿Cuál
es el mejor momento que recuerdas?
"Tengo la
espina clavada que nunca he celebrado ningún
ascenso. Jugamos el playoff con el Praviano y
con el Covadonga nos quedamos a las puertas".
¿Y el
peor?
"El
descenso de Tercera a Preferente con el Navarro.
Me quedo también con ganas de haber jugado en
Segunda B o Segunda RFEF"
¿Qué
entrenador te dejó más huella?
"Me marcó
mucho Manolo Sánchez Murias en Mareo. El año que
él llega coincidió con mi primer año juvenil y
me marcó mucho tanto en el campo como en lo
personal. Y Xiel, fue un aprendizaje brutal con
él, es una persona difícil pero tengo muy buen
trato con él y es un hombre que vive 100% para
el fútbol. Es un referente en Pravia. Pero con
todos he tenido buena relación. Pude disfrutar
de Abelardo, Monchu, Manel... que fueron
profesionales muy buenos y son aprendizajes que
te llevas".
¿Cuál
fue el jugador que más alto llegó de los que
compartieron vestuario contigo?
"Los que
más lejos llegaron fueron Borja López (Mónaco,
Barça 'B') y Sergio
Álvarez, que es uno de mis mejores amigos,
íbamos juntos a clase y tiene una gran
trayectoria en Primera y Segunda.
En la
época del Pitu Abelardo había muchos compañeros
que ascendieron a Primera. En
categorías inferiores Álex Barrera era un
espectáculo, Juan Muñiz tenía un don... no vi
zurda igual... Álex Serrano también era muy
bueno y jugaba con nosotros
siendo cadete, Álvaro
Bustos en D.H. era un máquina, tuvo problemas de
rodilla y ahora está en Segunda. En el Covadonga
coincidí con Jaime Álvarez, que fue el jugador
que mejor entendía el fútbol de todos con los
que entrené".
¿Y de
los que se enfrentaron a ti?
"En
División de Honor jugué contra Canales
(Racing) y se veía que iba a ser futbolista.
También contra Dennis
Suárez (Celta), que hizo una primera vuelta
espectacular y en invierno se fue al Manchester City".
¿Cómo
ves al Navarro este año? ¿Será el del ascenso a
Tercera?
"Ojalá siga
sin tener ningún ascenso y que el Navarro suba.
Pero lo veo complicado, porque hay muy buenos
equipos y el nivel me parece alto. El Indus
y el Siero están un peldaño por encima del
resto y ahora empezó a regular el Sporting 'C',
pero creo que con el paso de las jornadas creo
que van a ir a más, y luego hay otros equipos
como el Llanes, Astur... el Navarro va a tener
que competir mucho. Quizá sea el año que menos
falta hago al equipo porque hay una plantilla
extensa y de nivel, no están ahí por
casualidad".
