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Un clásico de Tercera cuelga los guantes

Jueves 26 de diciembre de 2024
G. Bañó
Fotos: Fierros / Ángel Castro

Alberto Benito, portero de L'Entregu, sufre una hernia discal que le obliga a dejar anticipadamente la práctica del fútbol.

El nombre de Alberto Benito figura en varias páginas importantes de la historia reciente de L'Entregu. El capitán y portero en las últimas siete temporadas, en las que el conjunto rojiblanco disfrutó de sus mejores momentos, tiene que dejar anticipadamente la práctica del fútbol por una hernia discal, motivo por el que incorporaron hace unos días a Gonzalo Ardura del Llanera.

L'Entregu ya trabaja en hacerle un homenaje y no es para menos. Por su trayectoria, lealtad y éxitos conseguidos con el equipo de su pueblo. Alberto Benito Iglesias (El Entrego - 21-4-1987) comenzó jugando en el Colegio Sagrada Familia, luego pasó por los equipos de pista del U.P. Langreo y Real Oviedo. Por el club azul fichó cuando tenía siete años y se fue al finalizar su etapa cadete al Sporting, donde jugó los tres años de juvenil y sus dos primeros como sénior en el filial. Posteriormente pasó por equipos como el Marino, Ceares, Llanes, Uni, Real Oviedo 'B', Navia, Candás, Tineo, San Martín y las últimas siete temporadas en L'Entregu. Con el conjunto rojiblanco superó el año pasado el récord de partidos de Álex García, ahora lateral del Titánico, que jugó casi doscientos encuentros oficiales, algo menos que Alberto Benito que suma 221 partidos.

"Ya estaba con la mosca detrás de la oreja después del partido ante el Caudal. Llevaba con dolores desde el partido ante el Colunga por un rodillazo, pero lo típico, vas al fisio, te tratas... la semana que jugamos en Mieres no entrené y puse una infiltración para jugar, pedí el cambio un par de veces pero acabé el partido", recuerda Alberto Benito, "la infiltración hizo efecto sábado y domingo, pero el lunes tuvo que ir la ambulancia a por mí a casa. No era quien a levantarme. Estuve diez días ingresado y detectaron una hernia muy grande, tenía la pierna izquierda dormida porque me está apretando el nervio".

Pronto tuvo claro que no podría seguir jugando

"Al día siguiente de estar ingresado llamé al presi (Pepín Cueva) y le dije que buscara portero porque no iba a poder seguir jugando. Luego me detectaron la hernia y me pusieron una infiltración para aguantar las fiestas, ahora tendremos que decidir si operamos u optamos por un tratamiento conservador. Me costó tomar la decisión de dejarlo, porque llevo jugando desde los 6 años, pero creo que es lo correcto, no puedo hacer esperar al club, ni a nadie", apuntó.

Todavía digiriéndolo, pero feliz.

Tenía claro que quería acabar su carrera en el equipo de su pueblo y considera que "no hay mejor manera de acabar que jugando y donde quiero. Ahora tengo que recuperarme de cuerpo y de cabeza, pero me gustaría seguir vinculado al club". Es profesor "y padre a tiempo completo, pero el fútbol forma parte de mi vida" y tiene claro que le gustaría ser "director deportivo y llevar la gestión de un club: la plantilla, entrenador y demás". El día 30 se reunirá con la directiva de L'Entregu, verá a sus compañeros y aprovechará para dar la bienvenida a los nuevos.

Sus mejores recuerdos: partidos de playoff

"Hay dos, por separar los dos años de playoff. El mejor fue el partido contra La Unión aquí en casa, ver cómo estuvo el pueblo toda la semana, porque sólo se hablaba del partido en el supermercado, en la calle, en el banco... y luego en el campo el ambiente, el tifo, Chus Pedro... fue una sensación que no sentí en los siete años y, aunque hayamos perdido, es un recuerdo imborrable.

Otro buen recuerdo es la eliminatoria jugada en Mareo ante el Sporting Atlético la pasada temporada. El partido se puso 2-0 en contra y parecía que era el fin, pero el partido fue cambiando hasta darle la vuelta. Fueron dos momentos que te quedas con ellos para siempre no hay dinero que lo pague. La gente no es consciente, pero lo de los últimos dos años va a tardar en repetirse, no por nada, si no porque hay clubes con presupuestos mayores que deberían estar ahí".


Alberto Benito, en la temporada 2013/14 con el Candás.

¿Y el peor?

"No recuerdo ninguno. Pongo las dos manos en el fuego de que no hubo ningún jugador que fuese más feliz que lo fui yo en estas siete temporadas. Disfruté de cada entrenamiento, iba andando al campo, conseguimos muy buenos resultados... y que acabé jugando".

¿Pensaste en colgar los guantes primero?

"Sopesé dejarlo cuando acabamos la pasada temporada en Mallorca, pero es muy difícil dejarlo cuando estás arriba".

¿Qué entrenador te marcó?

"Sin duda Richard Fiarresga, que lleva cinco años aquí conmigo además de otros dos que estuvo en el San Martín. Fue el que me preparó y me conoce como si fuera su hijo. Él tiene un gran mérito de lo que conseguí, sabe lo que necesito en cada momento, qué tipo de ejercicios necesito...".


Alberto Benito, en la temporada 2013/14 con el Candás.

Llevas jugando casi dos décadas en Tercera... ¿con qué portero te quedas?

Siempre tuve una guerra futbolística, porque nos vemos y nos llevamos bien, con Javi Porrón. Somos de la misma edad, coincidimos en el cadete del Oviedo y siempre lo tomé como referencia porque me parecía un portero top de la categoría. Siempre me ganó en los premios individuales. Pero coincidí con buenos porteros, como Alejandro García.

¿Cómo ves al equipo?

"Es un equipo con mucho potencial, muy joven... un poco montaña rusa. Hay partidos con un nivel espectacular, compitiendo con cualquiera... y otros que estás abajo y el equipo es el mismo pero vas a Colunga y te meten cuatro. El míster tiene que encontrar el equilibrio para que seamos un equipo más regular, aún así estamos arriba y cuando demos con la tecla pelearemos hasta el final".

Un mensaje para la gente de L'Entregu

"Muchas gracias por hacerme el futbolista más feliz del mundo en estos años que llevo en el club. Gracias por la paciencia y por aguantarme, porque cada uno tiene sus cosas... Y que sepan que no voy a desaparecer, que voy a estar ahí para todo lo que necesiten".


El partido disputado en el Hermanos Antuña fue el último para Alberto Benito.

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