El Sporting volvió a caer en Cartagonova en su peor
partido del curso, pero con la inestimable mano al
cuello del VAR. El árbitro señaló la agresión de Yáñez,
tras recibir un placaje, que terminó con la expulsión
del portero y el penalti que decidió el choque.
1.- F.C. Cartagena:
Pablo Campos, Jorge More, Ríos Reina, Alcalá, S.
Guerrero (Andy 86'), Gastón (Ortuño 82'), Luis
Muñoz, Escriche (Vukcevic 75'), Musto, K. Olivas
y Cedric (Pocho Román 82').
0.- Real Sporting: Yáñez, Guille Rosas,
Maraš (J. Bernal 60'), Róber Pier, Cote, Nacho
Martín (C. J. Sánchez 70'), Olaetxea, Nacho
Méndez (Gelabert 60'), Dubasin, J. Otero
(Campuzano 36') y Queipo (Gaspar 70').
Árbitro: José Antonio Sánchez Villalobos
(Comité de Árbitros de la Real Federación
Andaluza de Fútbol). Asistido por Iván Ríos
Vargas y Ángel Valverde Martínez. El cuarto
árbitro fue José Antonio Palomares Gutiérrez
(Comité de Árbitros de la Real Federación
Andaluza de Fútbol). En el VAR estuvo Iván
Caparrós Hernández (Comité de Árbitros de la
Comunidad Valenciana).
Sánchez Villalobos amonestó con tarjeta amarilla
a los jugadores locales Escriche (53') y Gastón
(66') y a los sportinguistas J. Bernal (64') y
Róber Pier (97'). Mostró la cartulina roja
directa al rojiblanco Rubén Yáñez (67').
Goles: 1-0 Luis Muñoz de penalti (71').
Incidencias: partido de la jornada 18 de
LALIGA HYPERMOTION. Municipal Cartagonova, 5.083
espectadores. Un centenar de seguidores
sportinguistas. Cote, por el Real Sporting, y
Alcalá, por el FC Cartagena, ejercieron como
capitanes.
Se ha
acostumbrado el Sporting a salir derrotado y
maltratado por el colectivo arbitral en
Cartagena. Van cuatro veces consecutivas que le
sucede. Primero un penalti y expulsión de
Kravets, luego la roja a Varane, después un gol
en claro fuera de juego y hoy, hay que
reconocer, en algo impensable. De una falta
clara y manifiesta de Gastón, señalada por el
árbitro y amonestada con amarilla al jugador
local, transformada por el colegiado, con la
llamada del VAR, en una agresión, roja y penalti
en contra. Si se compra la acción desafortunada
de Yáñez, lo que no se puede obviar es que
previamente hay una falta del atacante, con lo
que puedes expulsar al portero, pero nunca
señalar penalti.
Independientemente de eso, el partido del
Sporting fue horrendo. Jugando al tran-tran, sin
ambición o fuerzas e ideas para atacar. Dejando
pasar el tiempo, esperando que de alguna forma
llegaría el gol. No llegó y si bien no mereció
perder por el pobre rendimiento de los locales,
el castigo de la derrota no es injusto por el
choque despachado.
Rubén Albés no acertó con el planteamiento,
eligiendo los mismos futbolistas que ante el
Córdoba, ni con los cambios, al menos 11 para
11. En inferioridad numérica es más difícil de
sacar conclusiones.
Arrancó bien el
Sporting, con dos disparos de Dubasin que
hicieron trabajar primero a Pablo Cuñat, y
después yéndose muy cerca de la escuadra. El
ritmo empezó a bajar y el choque empezó a ser
monótono y lento. Se requería jugar con chispa,
a 1 o 2 toques para desarbolar el entramado
rival. Largas conducciones o lentitud en la
circulación era lo visto sobre el campo. Los
locales tampoco estaban mejor. Dos disparos de
Cedric fueron lo más peligroso de una primera
mitad que terminó con la lesión de Otero. El
colombiano se resintió muscularmente, entrando
en su lugar Campuzano.
No cambió el paisaje en la segunda mitad. El
Cartagena incapaz de atacar y el Sporting
atascado en un juego monótono y previsible. No
despertaron los gijoneses ni con un cabezazo de
Gastón al palo. Lo más peligroso que hicieron
los locales en todo el partido. Todo saltó por
los aires antes del 70. Balón que atrapa Yáñez,
que se afana en sacar rápido, impidiéndolo
Gastón, que agarra y bloca al portero. El
guardameta saca el codo, fruto o no del agarrón,
golpea en el rostro al delantero y éste se va al
suelo. El colegiado corta la contra rojiblanca,
para pitarle falta al Cartagena y amonestar al
local con amarilla. En un giro de guión
inexplicable, tras ver la acción del portero,
obvia la falta del atacante y castiga la acción
con roja directa al arquero (puede ser si juzga
la acción del codo como agresión, entendiendo
que no viene provocado por la falta previa) pero
nunca que una falta clara a tu favor, acabe con
un penalti en contra. Inenarrable e
inimaginable.
Con 10 el
Sporting lo intentó pero siguió fallón y lento
de ideas. Lo más peligroso llegó con un chut de
Gaspar que hizo volar a Pablo Cuñat para
despejar. Se vuelve a ir de vacío el Sporting de
Cartagena, además de la misma forma que las
cuatro últimas temporadas, con una decisión
arbitral sonrojante.
Toca lamerse las heridas y pasar el luto, tras
el peor partido de la temporada con diferencia,
rápido, puesto que los rojiblancos afrontarán a
partir del domingo el último atracón del 2024:
tres partidos en siete días para un equipo que
pide vacaciones a gritos, tras 18 partidos con
una plantilla excesivamente corta. La primera
parada será el domingo a las 14h en El Molinón
ante el Racing de Ferrol, donde defenderá su
posición de privilegio de playoff.