Rácano empate (1-1) entre Vallobín y Candás en un partido entretenido y vistoso, donde ambos equipos pudieron conseguir más goles.

1						-		1
C.D. Vallobín							Candás C.F.
Nº	Jugadores	A	R	C	G	P	Nº	Jugadores	A	R	C	G	P
13	Rubén	30´				3	1	Guzmán					2
20	Forlano					2	3	Pelayo (c)					3
4	Casaprima					3	4	Marco					3
7	Litos	52´		71´		2	5	Fanjul					2
3	Pedro Roza					3	8	Cartoy	22´		46´		2
8	Trelles (c)			75´		4	10	Valeriano					2
14	Hugo Rey					3	12	Juan Argüelles				80´	4
10	Nacho Victorio			75´		3	14	Peláez	90´				3
19	Javi Daunesse			57´		2	15	Secades					2
22	Abel Piñón				38´	4	17	Carrasco			60´		2
17	Dani Suárez					3	18	Sergio					3
BANQUILLO							BANQUILLO
1	Fonsi  P.S.						7	Iglesias
16	Achraf						9	Eric			60´		2
6	Bango			75´		2	13	Juanes
5	Mauro						16	Lucas
18	Gardel			75´			19	Enol			60´		3
2	Jorge Mon	69´		57´		2	20	Óscar			46´		2
9	Pipa Sánchez			71´		2	21	Daniel
ENTRENADOR							ENTRENADOR
Abel Fernández							Dani Sevas
Goles:		1-0 m. 38 Abel Piñón. 1-1 m. 80 Juan Argüelles.
Árbitro:		Viña Fernández auxiliado por Albu  Marius y Estrada Fernández, de la Delegación de Gijón. (3)
Incidencias:		Vallobín. Sintético. Mañana soleada y agradable. 70 espectadores.

Entretenido y vistoso partido el disputado por los equipos naranquino y candasín en el remozado sintético de Vallobín. En la primera parte se pudo percibir un claro contraste de estrategias atacantes, mientras los discípulos de Abel Fernández desplegaron un fútbol vertical y directo en sus acercamientos al área de los ayer rojiblancos, los pupilos de Daniel Sevares optaron por un juego más pausado y elaborado.

Los resultados de la puesta en práctica por los jugadores de las instrucciones de sus entrenadores también ofrecieron un marcado contraste. Mientras el equipo visitante sólo creó una ocasión de peligro a punto de llegar al descanso, los locales acumularon hasta cinco claras ocasiones, una de ellas transformada por Abel Piñón en gol, tras gran jugada individual, otras dos ocasiones de gol, una de ellas también a disparo de Abel Piñon, acabaron con el balón repelido por el larguero.

El único gol de la primera parte se marcó en el minuto 38, cuando Abel Piñón recogió un buen servicio de Pedro Roza en las cercanías del área grande, se internó en el área presionado por tres defensores, a dos de ellos los dejó atrás por velocidad y al tercero lo evitó con un dribling a su izquierda para armar finalmente un imparable disparo por su potencia y colocación que superó la inútil oposición del meta Guzmán.

Tras el descanso los candasinos salieron muy cambiados, buscando casi siempre que sus pases llegaran a Juan Argüelles, de largo su mejor jugador ; con ello empezaron a desequilibrar a la hasta entonces infranqueable zaga naranquina. El cansancio que ya comenzaba a hacer mella en alguno de los centrocampistas azulones -gran partido el que realizó Trelles- favoreció seguramente la porosidad defensiva, hasta entonces inexistente, que permitió a Juan Argüelles recibir con menos oposición que en la primera parte los balones filtrados por sus compañeros.

Antes de conseguir el gol del empate, en el minuto 80, Juan Argüelles creó dos ocasiones muy claras de gol, en la primera de ellas su espléndido y medido servicio al área pequeña fue rematado a la base del poste por Sergio cuando ya se cantaba el gol, a Sergio seguramente le descentró la rápida y acertada oposición del meta Rubén , que en su estirada le obligó tanto a ajustar el disparo que condicionó su cercano remate. En una segunda ocasión el mismo Juan ejecutó un gran remate cruzado por bajo que detuve Rubén en una meritoria intervención. Pero Rubén ya no pudo detener una nueva ocasión de Juan Argüelles que se sacó un imponente disparo desde el borde del área imposible de detener.

Tras la consecución del empate y los obligados cambios que realizó Abel Fernández para revitalizar a sus cansados centrocampistas el Vallobín pareció recuperar algo de fuelle y , a punto estuvo de marcar el gol de la victoria en un par de claras ocasiones, sobre todo una de Abel Piñón, en muy buena forma en estos inicios de temporada, que, a punto de cumplirse el tiempo reglamentario, remató potente, cruzado y por bajo para acabar estrellando el balón en la base del poste de la meta defendida por Guzmán cuando ya casi se cantaba el gol en las gradas.

Se puede concluir que , en un partido en el que abundaron las ocasiones de gol, el marcador fue poco generoso, y si bien el empate es justo, ya se sabe que en el fútbol para ganar hay que conseguir marcar un gol más que el contrario, a los jugadores y los aficionados naranquinos les quedó la sensación de haber hecho más merecimientos para obtener la victoria, pero esta vez los palos (tres para ellos y uno para los contrarios) les fueron esquivos.

ÁLBUM DE FOTOS