Ocurrió en el
partido entre La Carisa y el Guillén Lafuerza. Un jugador local persiguió al
árbitro a la finalización del partido y le golpeó en el suelo después de
tropezar cuando se metía en su vestuario.
Afortunadamente cada vez es menos habitual y
desde el Comité de Árbitros de Asturias no se considera algo común, pero van
ya tres agresiones a árbitros en poco más de un mes. La última esta tarde en
el Díaz Vega, en el partido de Tercera AF entre La Carisa y el Guillén Lafuerza,
que acabó con victoria visitante (1-2).
Según fuentes presenciales, "el
desencadenante fue la expulsión de un jugador de La Carisa que provocó las
protestas de otro compañero, lo que le costó también la expulsión a éste.
Mientras le recriminaba sus decisiones intentó agarrarle el delegado, pero se
escapó y persiguió al árbitro hasta el vestuario, donde resbaló y cayó al suelo.
El jugador entró al vestuario y creemos que le golpeó. Un compañero lo frenó y
lo sacó de allí. Fue un espectáculo lamentable".
La presidenta de La Carisa, una directiva
histórica del fútbol asturiano como María Luisa Urbaneja, condena cualquier
tipo de violencia y tratará de esclarecer los hechos en las próximas horas, ya
que no pudo acudir al partido, "pero si hubo una agresión no volverá a jugar en
La Carisa. Prefiero perder todos los partidos que dar esa imagen".
El árbitro del partido se encuentra en un
centro médico, sufre contusiones y no se esperan lesiones graves. Esta
agresión sucede a la ocurrida la semana pasada en fútbol sala por parte de un
jugador del Arenas de Manzaneda, que le costó una rotura de cadera al colegiado,
por la que tuvo que ser intervenido de urgencia, y a la ocurrida
hace poco más de un mes en Infiesto en el encuentro entre la Piloñesa y el
Cánicas.