Un penalti de Cali Izquierdoz sobre Koba Leïn dio pie al único gol del partido, obra de Borja Bastón. El Sporting dominó el primer cuarto de hora y a partir de ahí fue creciendo el Oviedo, que empata a puntos en la tabla con los rojiblancos. 25.000 espectadores en el Tartiere.

El Oviedo sigue mandando en los derbis. Los carbayones se impusieron por la mínima al Sporting en un partido que comenzó con dominio de los gijoneses, que entraron con fuerza al partido y se fueron diluyendo con el avance de los minutos. Todo lo contrario que el Oviedo, que tardó un cuarto de hora, pero volvió a entender mejor el derbi y aprovechó un penalti de Izquierdoz sobre Koba para llevarse los tres puntos gracias al penalti convertido por Borja Bastón. Fue un partido de pocas ocasiones, con muy poco trabajo para los cancerberos -el Oviedo sólo tiro entre los tres palos en el gol-, con el que ambos despiden la competición liguera en 2022.

El Nuevo Carlos Tartiere registró una de las mejores entradas de su historia con casi 25.000 espectadores, según los datos oficiales. La previa transcurrió sin incidentes fuera del estadio y con intercambio de cánticos en los minutos previos al inicio del partido. Diez minutos antes de las nueve saltó al campo la Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo, que interpretó el himno del Real Oviedo y el del Principado de Asturias, poniendo en pie al Tartiere.

Tan sólo un cambio en la alineación del Oviedo respeto al partido de Eibar. Y por obligación. El lesionado Marcelo Flores dejó su sitio a Viti Rozada en el extremo diestro. Por su parte, Abelardo introdujo tres cambios en el once del Sporting. Finalmente Cuéllar se recuperó del esguince que había sufrido en Lugo y fue de la partida, al igual que Insua -tras cumplir sanción ante el Cartagena- y Cote, en lugar de Diego Sánchez y Jordan Carrillo.

Inicio eléctrico

El Sporting entró con fuerza al partido y ya en la jugada de saque de medio consiguió poner el balón en la derecha para que Djuka centrase un balón que se paseó por el área pequeña y no llegó a rematar Jony por poco, a pesar de tirarse al suelo para intentar alcanzar el balón en el segundo palo. Iban quince segundos de partido.

Los dos equipos salieron a tope, con valentía, en una fase de mucha intensidad y disputas, pero con el Sporting mejor plantado en los quince primeros minutos, que lo intentaba por su banda derecha, poniendo en aprietos a Abel Bretones. En el 9', Djuka cabeceó al poste un centro de Guille Rosas y en el 16' lo intentó Cote desde la frontal, pero atajó sin problemas Braat.

Con el paso de los minutos se fue equilibrando el partido, con el Sporting llevando algo más la iniciativa que un Oviedo impreciso, que apostó por un juego directo a sus dos puntas, con un participativo Enrich en el juego de espaldas a portería. Pero con pocas opciones en ataque, más allá de un par de centros laterales sin consecuencias.

Primera tangana en el 32'

El ritmo de juego bajaba con el paso de los minutos, pero las pulsaciones seguían a tope. En el minuto 32 se quedó tirado en el suelo Otero tras un choque, el Sporting no tiró el balón fuera y el Oviedo tampoco. Los carbayones recuperaron el balón y contragolpearon por la izquierda, Hugo Rama centró, Cali Izquierdoz despejó con vehemencia a la grada y se formó el lío, con reproches al gallego por no haber tirado la pelota fuera. Empujones por parte y parte y amarillas para Guille Rosas y Luismi Sánchez.

En el tramo final del primer acto estuvo mejor el Oviedo, aunque Cuéllar pasó desapercibido en una primera mitad en la que no tuvo que intervenir. Hubo un minuto de añadido y descanso sin nada más que reseñar.

Segunda parte con menos ritmo

No hubo cambios en el descanso y el primer cuarto de hora de la reanudación transcurrió con dominio alterno y sin ocasiones. El ritmo seguía disminuyendo y cada vez se parecía más a uno de los últimos derbis en los que tan poco fútbol se vio. Tan sólo hubo un poco de emoción con un centro pasado de Jimmy, sin complicación aparente; el balón se le escapó de las manos a Cuéllar, pero el portero emeritense rectificó a tiempo y atajó la pelota.

Abelardo fue el primero en mover ficha. El técnico gijonés retiró a Djuka que, como el partido, había ido de más a menos. En su lugar entró Jordan Carrillo, que ocupó la banda derecha, desplazando a Otero a la punta de ataque. Casi diez minutos después Cervera retiró a Enrich, muy activo bajando balones y presionando a la zaga sportinguista, para dar entrada a Koba Leïn, que llevaba casi tres meses sin tener minutos. Jony fue sustituido por Aitor García. El cangués estuvo cerca de marcar en la primera jugada, pero cuajó un partido discreto, superado por Lucas Ahijado.

Penalti sobre Koba Leïn y gol de Bastón

La jugada clave del partido llegó en el minuto 73. Koba Leïn, muy activo desde su entrada, controló un balón en el área y fue derribado por Cali Izquierdoz. García Verdura, que permitió bastante contacto en el juego y tuvo controlado el derbi en todo momento, no lo dudó y señaló la pena máxima que convirtió Borja Bastón con un lanzamiento a media altura, a su izquierda. El pichichi azul hizo estallar a la afición oviedista con el único remate del partido entre los tres palos.

Con la entrada de Borja Sánchez por Viti, Hugo Rama pasó a la derecha, dejando la izquierda para el '10' azul, que se llevó una de las ovaciones de la noche.

El Sporting lo intentó a balón parado

Los rojiblancos estaban obligados a dar un paso al frente ante un Oviedo que tenía el partido en el mejor escenario posible. La tuvo Cristo en el 85', tras una falta colgada por Cote que cabeceó Cali Izquierdoz, pero que no llegó a rematar por poco el delantero rojiblanco. Un minuto después, en otro balón colgado al área por Cote, disparó al lateral de la red.

El Tartiere alentó a un Oviedo que, salvo en estas dos acciones aisladas a balón parado, no dio opción a un Sporting al que parecían tener comida la moral por los resultados de los últimos derbis. Hubo cuatro minutos de añadido en los que el Oviedo defendió con solvencia para celebrar con alegría una nueva victoria en un derbi. Y es que los derbis siguen siendo de color azul.

Tras el pitido final, alegría desbordada en la grada y en el campo, con un Oviedo desatado, celebrando el triunfo en el fondo con sus aficionados. En contraposición con el silencio del sector de la grada visitante. Como de México iba el derbi, una ranchera cantó la afición del Oviedo, "canta y no llores". Rivalidad en el campo y en la grada de esta fiesta del fútbol asturiano que transcurrió sin incidentes.

Esta victoria aúpa al Oviedo a la mitad de la tabla, con veintisiete puntos, los mismos que el Sporting. Con este partido despiden ambos la competición liguera hasta 2023. Pero antes, el Sporting visitará el jueves (Los Pajaritos - 19 h.) y el Oviedo recibirá de jueves al Granada (Nuevo Carlos Tartiere - 21 h.).