En la tarde de ayer publicamos la noticia de le
la suspensión
del partido que el Guillén Lafuerza y Real Juvencia disputaban en el Díaz Vega,
por la agresión de un jugador local al colegiado. El árbitro de la
delegación de Nalón, Álvaro González, se recupera del susto en su domicilio tras
haber recibido un fuerte golpe en la cara que no se esperaba.
El jugador del Guillén Lafuerza, Gabriel Isaías
Alegre, reconoce que estas horas tampoco fueron fáciles para él, "cometí un
error, me arrepiento y no hay justificación posible". Además, afirma que le
gustaría "pedirle disculpas al árbitro, porque las cosas no son así". Recuerda
que el calentón se produjo "después de que nos expulsaran a dos jugadores por ir
a protestar", se elevó el tono de la discusión, "me calenté y le solté un
manotazo". Reconoce que se dio cuenta del error ipsofacto, "en el momento que le
di me giré y me fui".
Es de nacionalidad paraguaya y llegó a Asturias
en edad cadete. Actualmente tiene 24 años y pasó por clubes como el Vallobín,
Lugones, Madalena Morcín, Beredi y Guillén Lafuerza, donde llevaba casi cuatro
años. Asegura que no tuvo ningún otro incidente de este tipo y se espera una
"sanción gorda".
El club le dio la baja tras el partido de ayer
y Gabriel entiende que "es la decisión correcta porque eso no se puede permitir.
Hablé con el presidente y le dije que lo entendía". Sabe que no podrá volver a
jugar, por lo menos, hasta la temporada que viene, y asegura que le gustaría
volver a jugar.
Varios excompañeros consultados por este
periódico coinciden en que Gabriel es un chico callado y tranquilo y se
mostraron sorprendidos por la acción del día de ayer, en la que coinciden que se
equivocó. Además de la sanción federativa, el árbitro interpuso una denuncia en
el día de ayer, por lo que el tema acabará en los juzgados.