Dura derrota del Oviedo en Cartagena (2-0) que enciende las alarmas de un equipo con tendencia bajista. Los carbayones volvieron a mostrarse espesos en labores ofensivas e hicieron hincapié en sus errores a balón parado.

El Oviedo se está olvidando de lo que es ganar. La última victoria llegó en el penúltimo partido de 2020, ante el Tenerife (4-2), y desde entonces ha conseguido tres puntos de los dieciocho disputados. Un balance que sitúa al Oviedo como uno de los peores equipos en lo que va de 2021. Esta mala dinámica está alejando al equipo de la sexta plaza, a la que siempre miró de reojo, y acercando peligrosamente a los puestos de descenso, de los que ahora les separan cinco puntos -con un partido menos para el Zaragoza-.

Volvió a incidir en los mismos errores el Oviedo, que sigue involucionando en ataque, donde adolece de último pase y de un hombre gol, y volvió a exhibir una vez más su preocupante falta de tensión en las estrategias a nivel defensivo. Así llegó el primer gol, obra de Rubén Castro, que inclinaba la balanza para un Cartagena que no estaba siendo superior al Oviedo, en una primera mitad muy igualada y sin ocasiones, más allá del balón parado.

Ziganda, aquejado de Covid-19, no pudo dirigir al equipo y en su lugar estuvo Bingen Arostegi, su segundo entrenador. El cuerpo técnico introdujo tres novedades en el once, tras el decepcionante rendimiento en los últimos partidos. Mossa, Javi Mier y Rodri Ríos dejaron su sitio para Lucas Ahijado, Edgar y Borja Sánchez.

Luis Carrión introdujo muchas caras nuevas en la alineación, después de cambiar casi a la mitad de su plantilla en el mercado invernal. Aburjania, que rescindió hace una semana con el Oviedo para recalar en el conjunto murciano, jugó su primer partido como titular, acompañando a Carrasquilla en la medular.

Blanco Leschuk dio el primer -y único- aviso en una jugada que creó y culminó él mismo, fruto de la presión en la salida del balón del Cartagena. El argentino le robó la pelota a Datkovic y se plantó ante Chichizola, pero disparó centrado y su compatriota rechazó sin demasiados problemas

El Oviedo ganó calidad y dinamismo en ataque con la entrada de Borja Sánchez, pero, a pesar de que en la primera parte hubo llegadas a las dos áreas, las llegadas más claras eran a balón parado. Llama la atención que este Oviedo, con la envergadura y el juego aéreo de hombres como Christian Fernández, Grippo, Edgar o Blanco Leschuk, no genere más peligro en la estrategia.

Así llegó el 1-0 en el minuto 33. De Blasis colgó un córner al segundo palo que remató, en el área pequeña, Rubén Castro. El veterano goleador se anticipó a Lucas Ahijado para meter la pierna y adelantar al Cartagena. Un error evitable a todas luces.

El VAR anula un penalti al Oviedo

El colegiado señaló la pena máxima en el minuto 35, por una caída de Sangalli ante Carrasquilla. Pero el VAR intervino y Pulido Santana anuló la acción tras ver repetida la jugada en la que da la sensación de que el vasco se deja caer.

Se llegó al descanso con el 1-0, tras una primera mitad igualada, de dominio alterno y escaso bagaje ofensivo por parte y parte. Las ocasiones escasearon y tan sólo cabe destacar el gol por el Cartagena, además de la oportunidad fallada por Blanco Leschuk.

El Oviedo llevó la iniciativa en la segunda mitad, ante un Cartagena que dejaba hacer sin pasar apuros. Los ataques organizados de los azules morían en la zona de ataque, donde el Oviedo volvió a carecer de desborde, juego asociativo y, por supuesto, remate. Errores que se repiten, pero en los que el equipo no da muestras de evolución. Nahuel, que hoy actuó en la punta de ataque, pasó desapercibido completamente, al igual que su pareja Blanco Leschuk, y posteriormente Borja Valle y Rodri.

El Cartagena pudo sentenciar en el minuto 70, tras un mal control de Christian Fernández que permitió a De Blasis robarle la cartera y plantarse ante Femenías, pero su remate salió fuera. Esto no fue un problema para los murcianos, que anotaron el 2-0 en la siguiente jugada. Un centro desde la izquierda, pasado al segundo palo, lo toca Femenías y el disparo desviado de De Blasis lo remachó en el área el avilesino Berto Cayarga. Poco después, Femenías evitó el tercero, en el minuto 80, tras un remate de Datkovic a la salida de una nueva jugada de estrategia mal defendida.

Esta derrota acerca al Oviedo a la zona baja de la clasificación, con tan sólo cuatro puntos de ventaja sobre el Cartagena. Los azules tendrán tiempo para reflexionar, ya que su próximo partido será el lunes 15 de febrero, a las nueve de la noche, ante un rival directo como el Lugo, que navega por la zona tranquila de la tabla. Se espera que entonces ya se pueda sentar Ziganda en el banquillo, una vez de negativo en los test Covid-19.