La expulsión de Pomares, a los 40 segundos, condicionó un partido que encarriló el Oviedo con dos goles de Blanco Leschuk. El Tenerife consiguió empatar con diez, en dos acciones aisladas, pero Rodri Ríos y Borja Sánchez anotaron dos goles que dieron al Oviedo una victoria para ganar tranquilidad.

Victoria para la tranquilidad. El Oviedo se impuso al Tenerife en un partido cargado de emoción, con seis goles, jugadas polémicas, una expulsión casi de récord... La roja a Pomares puso de cara el partido para un Oviedo que entró bien al choque y consiguió pronto dos goles de ventaja, obra de Blanco Leschuk. El Tenerife logró empatar, prácticamente en sus dos únicos acercamientos, pero el Oviedo reaccionó bien con la entrada de Rodri, que marcó a los 30 segundos de pisar el terreno de juego. Borja Sánchez sentenció en el minuto 79, para que los carbayones tuvieran una recta final de partido tranquila, igual que la situación clasificatoria en estos momentos.

Ziganda introdujo cuatro cambios en la alineación. Lucas Ahijado, Jimmy, Nahuel y Riki dejaron su sitio para Juanjo Nieto, Christian Fernández, Borja Sánchez y Blanco Leschuk. Su homólogo, Luis Miguel Ramis, alineó de inicio a los cinco exoviedistas: Moore, Aitor Sanz, Ramón Folch, Fran Sol y Joselu.

La mayoría de las cosas interesantes del partido ocurrieron en el primer cuarto de hora. A los trece segundos se produjo una falta de Pomares sobre Juanjo Nieto, el lateral zurdo dio con la plancha en el glúteo del zaguero oviedista y el colegiado no dudó en mostrar la cartulina roja directa. Una expulsión de las más rápidas de la historia.

El encuentro se ponía de cara para los azules, que buscaron el área contraria abriendo campo y buscando a sus hombres de banda. Así llegó el 1-0, tras una buena acción de Sangalli con Juanjo Nieto, el castellonense llegó a línea de fondo y centró al segundo palo, donde Blanco Leschuk se elevó para cabecear el balón a la red.

Un minuto después llegó otra jugada polémica, con la caída de Blanco Leschuk dentro del área ante Carlos Ruiz, que posiblemente lo derribó con la mano desde el suelo. El colegiado Ais Reig -protagonista arbitral en todos los partidos del Oviedo esta temporada- estaba cerca de la jugada y dejó seguir.

Sólo tres minutos más tarde llegó el segundo gol. Nuevamente iniciado en la banda, en esta ocasión en la izquierda, tras un buen centro corto de Borja Sánchez para Mossa, que hizo un gran control en la línea de fondo y dio el pase atrás para que Blanco Leschuk la empujase al fondo de la red.

Ramis había movido ficha justo antes del gol y retiró a Joselu moreno para dar entrada al lateral zurdo Álex Muñoz. Minuto 8, 2-0 y el Tenerife con diez. El partido parecía visto para sentencia, pero nada más lejos de la realidad. Los chicharreros recortaron diferencias en el minuto 16, tras un centro de Nono desde la derecha que cabeceó Bermejo en el segundo palo, tras zafarse de la marca de Juanjo Nieto.

El Oviedo continuó dominando, jugando en campo contrario, ante un Tenerife que pasó a jugar 4-4-1 y que no conseguía sacudirse de la presión local. Los de Ramis no volvieron a dejarse ver por el marco defendido por Femenías y Fran Sol fue un islote que trataba únicamente de contener el avance de la defensa azul, que fue la encargada de iniciar el juego ofensivo del equipo.

En la reanudación continuó el dominio de un Oviedo que seguía buscando la amplitud y las incursiones por banda, aunque sin participación en el área de los dos delanteros: el bigoleador Blanco Leschuk y Samuel Obeng, que volvió estar desaparecido sobre el campo.

El Tenerife no conseguía tener la pelota y aguantaba atrás a la espera de una oportunidad, que llegó en el 63' con una falta lateral botada por Aitor Sanz, a la altura del banquillo visitante. El exoviedista la colgó al segundo palo para Fran Sol, que ganó la disputa aérea y asistió a un Carlos Ruiz que remató sólo ante Femenías, zafándose de la marca de Mossa. El zaguero tinerfeño remató en una posición dudosa y el asistente levantó el banderín un par de segundos después del gol, pero, tras la revisión del VAR, se dio por válido.

Si rápida había sido la expulsión de Pomares, también lo fue el gol de Rodri Ríos, que sustituyó a Obeng y marcó a los treinta segundos de su entrada al campo. El ariete soriano entró con todo para cabecear un gran centro de Juanjo Nieto desde la derecha.

El Tenerife se creció y disputó la posesión al Oviedo durante unos minutos, pero el partido quedó visto para sentencia en el minuto 79, con un gol de Borja Sánchez. El ovetense no había entrado apenas en juego en la segunda mitad, donde el juego de ataque se volcó por el carril diestro, pero apareció para rematar una dejada de Blanco Leschuk. El argentino recuperó un balón suelto en el área y vio la llegada del diez oviedista, que dedicó el gol a su excompañero Edu Cortina, que hoy conoció la rotura de su ligamento cruzado.

Con el 4-2 se acabó el partido, que perdió intensidad en los minutos finales. Ziganda, fiel a su estilo, tardó en hacer los cambios, a pesar de estar encarrilado el encuentro, y dio entrada a Riki en el minuto 83 para dar refresco a Blanco Leschuk, protagonista del partido con dos goles y una asistencia. Ya en el añadido entraron Jimmy y Grippo.

El colegiado anuló un gol a Sipcic en el minuto 89, por falta en ataque, después de haber cabeceado un córner botado desde la derecha.

Este triunfo afianza al Oviedo en la zona media, con veinticinco puntos en dieciocho partidos, dos del Sporting que ocupa la sexta plaza y diez por encima de la zona de descenso. La próxima cita de los carbayones será el martes a las 20:30 horas en Coria, donde jugarán la primera eliminatoria de la Copa del Rey. Tres días después se jugará el último partido de 2020, el viernes a las 19:00 h., ante la Ponferradina en El Toralín.