El Gijón Industrial dio la vuelta al gol de Pipa Sánchez para el Vallobín y sumó su segunda victoria liguera.

Antes de iniciarse el encuentro, el equipo local dedicó a Miguel Clemente un emotivo acto de agradecimiento por su meritoria e indispensable labor en las gestiones que consiguieron la renovación del césped artificial del estadio naranquino.

El Gijón Industrial en su primer desplazamiento quiso mostrar sus credenciales de serio aspirante a no demorar su retorno a tercera más allá de esta misma temporada. Y a fe que lo logró, no sin gran esfuerzo, para superar a un Vallobín muy bien plantado en el terreno de juego y que , por momentos, sobre todo en la primera parte , ejerció dominio y ocasiones de gol. Pero vencido el primer cuarto de la segunda parte los pupilos de Héctor Suárez, apoyados en la verticalidad que proporcionaron los recambios desde el banquillo (la entrada en el campo de Pablo Nuño y Raúl fue determinante para ello) fueron capaces de voltear definitivamente el marcador de su lado de forma incontestable.

A los 22 minutos del partido el recuperado delantero local, tras un año en el dique seco por su lesión de ligamento cruzado, Pipa Sánchez recogió un envío por alto que había superado la adelantada línea defensiva forastera y se adentró en el área para superar la oposición del meta Nicolás con un certero disparo por bajo, anotando el 1-0 y el que es su primer gol tras el obligado y prolongado parón competitivo. Los jugadores y el banquillo forastero en pleno protestaron airadamente al colegiado por estimar que Pipa Sánchez había partido en posición de fuera de juego, seguramente al observar como el asistente de banda iniciaba el levantamiento de su banderín a la vez que el colegiado Martos Amor le indicaba que lo bajara, que él había juzgado correcta la posición del ariete local. Este rosario de protestas trajo como consecuencia la tarjeta roja para el míster de los fabriles Héctor Suárez.

Casi sin tiempo para saborear ese gol, dos minutos después, una falta de concentración defensiva en un saque de banda lateral al área de los azules permitió que el balón cayera a los pies de un desmarcado Manolo Gayol que aprovechó la inmejorable ocasión para superar con maestría la estéril oposición del meta Rubén.

No decayó el Vallobín tras el mazazo de la rápida neutralización de su ventaja en el marcador y siguió apretando a los jugadores granates en su campo, y aunque no generó mucho peligro de gol si evitó que la meta defendida por Rubén pasara por momentos de apuro alguno.

El Industrial salió más decidido en la segunda parte, pero no lograba llegar con peligro a las inmediaciones del área local, por eso su míster decidió mover el banquillo y dio entrada en el campo a Pablo Nuño y Raúl que aportaron la verticalidad atacante de la que , hasta entonces , su equipo había carecido.

Ya en el cuarto final del encuentro fueron precisamente las jugadas de Raúl por su banda las que más desequilibraron el entramado defensivo naranquino. En el minuto 77 Israel en la boca de gol remató al fondo de las mallas un balón procedente de un rechace de Rubén, que en una gran intervención acababa de evitar un gol cantado. No cejaron los gijoneses en su afán atacante y en el minuto 90 fue Pablo Nuño el que batió de un disparo cruzado a media altura la desesperada estirada de Rubén consiguiendo el 1-3 definitivo. Merecida victoria de los gijoneses ante un buen Vallobín, que plantó cara mientras las fuerzas acompañaron a sus jugadores.

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