Acabó la temporada del regreso del fútbol a Cornellana y lo hizo con una nueva sanción al club por incidentes de público, que acarreará un partido de clausura del campo de Vista Alegre, que deberá cumplir la próxima temporada. Ocurrió en el último partido de la fase regular del grupo 4º en Tercera AF, en el que se enfrentaban el Cornellana y el Racing de Pravia. Los locales, undécimos, llegaban sin nada en juego a efectos clasificatorios y los pravianos tenían alguna opción de acabar terceros en lugar de cuartos, sujetos al resultado del Boal - Vegadeo.

A pesar de haber poco en juego en ese sentido, el partido fue vibrante. El Cornellana se puso 4-0 en el primer cuarto de hora, con un triplete de Raúl Fernández, pero el Racing de Pravia terminó remontando sobre la bocina con un gol de "Chini", que también marcó un hat-trick para su equipo.

El árbitro recogió en el acta que a la finalización del partido solicitó al delegado local que llamase a la Guardia Civil debido "a unas cuantas amenazas que se habían escuchado a lo largo del partido por parte de la afición del equipo local como por ejemplo: "el agua del río está muy fría", "te vamos a tirar al río", "ya veremos si fuera eres tan valiente". Estos llegaron a las instalaciones a las 19:20 para facilitarme la salida del vestuario y la llegada al coche. También la salida en coche hasta una zona sin aficionados . En lo que era acompañado por la guardia civil a una zona sin aficionados, una aficionada del equipo local se quedó quieta en medio de la carretera, impidiendo así mi avance". Además, "mientras el coche estaba parado debido a que una aficionada estaba situada en medio de la carrera, un jugador del equipo local identificado por la guardia civil con nombre P.A.V. me escupe en la ventanilla de mi coche y me abre la puerta diciéndome: 'baja del coche venga'".

El Comité Territorial de Competición multó con 60 euros al Cornellana, además de clausurarle el terreno de juego, y sancionó con diez partidos a Pablo Á.V. por el incidente anteriormente señalado. Este es el segundo cierre de campo para el Cornellana, que posiblemente sea el equipo que más gente lleva a sus partidos como local de la categoría, y ya vio como le clausuraban el campo el pasado mes de marzo, cuando una aficionada le vertió el líquido de un refresco a un jugador del Tapia en La Xungueira.