El Praviano, que se adelantó en el marcador, terminó remontado por un Lealtad que se afianza en la quinta plaza y deja a los de Valera casi sin opciones de promocionar.

1.- C.D. Praviano: Ali (3), Chechu (2), Mikel Busto (2), José Luis (2), Zapico (2), Dani Lara (3), Ito (SC), Javi Gutiérrez (2), Juan Menéndez (2), Darío (3) y Santa (2).
Cambios: Fran Martín (2) por Ito (min.18), Cayarga (1) por Javi Gutiérrez (min. 75), Pereira (SC) por Chechu (min. 82), Mateo (SC) por José Luis (min.82).

2.- C.D. Lealtad: Junquera (3), Orviz (2), Omar (2), Manu Blanco (2), Adri Díaz (3), Meana (3), Viña (3), Ivanchu (3), Monte (2), Riki (2) y Berto Espeso(2).
Cambios: Saha (3) por Monte (min.57), Layman (SC) por Viña (min.90).

Equipo arbitral: Aspra Fernández, de la delegación de oriente, asistido por Álvarez Rodríguez y Ianculescu Stuleanec. Amonestó a los locales Javi Gutiérrez, Mateo Sierra, Juan Menéndez y Diego Pereira, y a los visitantes Layman y Adrián Díaz. Expulsó en el 68' al técnico local, Luis Valera, y en el añadido a Juan Menéndez.

Goles: 1-0 m. 10 Juan Menéndez (p.). 1-1 m. 65 Álvaro Viña. 1-2 m. 95 Ivanchu Roldán.

Incidencias: Santa Catalina. Terreno de juego en buen estado. Mañana fresca. Cerca de 400 espectadores, con presencia de medio centenar de aficionados maliayos.

Pasó de todo en Santa Catalina -donde no perdían los locales desde el 20 de noviembre de 2022 (Llanes  0-1)- en el partidazo de la jornada disputado por Praviano y Lealtad. Duelo de espadas por todo lo alto en busca de una plaza en el play off de ascenso a Segunda RFEF, en el que hubo una parte para cada equipo y que finalmente terminó por decantarse para el cuadro maliayo, a merced de un tanto en el descuento de Ivanchu. Se rozó la tragedia en la celebración del gol tras ceder parte del muro de la grada visitante, aunque, por fortuna, todo quedó en un susto.

Comenzó el partido de manera frenética, con una clara ocasión para el Lealtad cuando aún no se había cumplido el minuto de juego. Tras ello, el Praviano se asentó en el campo, y en el minuto 10 el colegiado, tras una jugada de Dani Lara, señalaba penalti en el área negrilla. Juan Menéndez asumía la responsabilidad de ejecutar la pena máxima, batiendo a Junquera y poniendo el 1-0 en el marcador.

Tras el gol, el Praviano siguió muy bien plantado sobre el césped, ante un Lealtad que salía con facilidad al contragolpe, aunque sin generar ocasiones claras de peligro. Los de Lucho Valera tenían controlada la situación, basándose en el orden defensivo que tan buenos resultados dio a lo largo de la temporada. No se movería más el marcador en el primer tiempo, finalizando con 1-0.

La segunda mitad comenzó igualada, siguiendo la tónica general de los primeros cuarenta y cinco minutos. Sin embargo, la entrada de Saha en el minuto 57 fue diferencial, comenzando el Lealtad a desestabilizar a la defensa local por medio de balones aéreos. En el minuto 65, tras una jugada caótica en la que los locales reclamaron mano insistentemente, Álvaro Viña batió a Ali para poner el 1-1 en el marcador.

Tras el gol, el Praviano pudo ponerse de nuevo por delante, después de una buena oportunidad de Mikel Busto que terminó en córner. A partir de ahí, el asedio del Lealtad sobre la portería pravianista fue constante. Los ánimos se caldeaban en la grada, con los fanáticos locales muy descontentos con la actuación arbitral, expulsando el colegiado a Lucho Valera. En el minuto 90, vio la cartulina roja Juan Menéndez, volviendo a convertirse Santa Catalina en una olla a presión por la decisión del trencilla.

En el minuto 95, Ivanchu remataba en el segundo palo un contragolpe visitante, poniendo el 1-2 y llevando la locura a la esquina donde se localizaban los cincuenta aficionados maliayos desplazados a Pravia. Durante el festejo, parte del muro de la grada se vino a abajo, causándole una herida en la pierna al delantero autor del gol. Los aficionados del Lealtad no revistieron de heridas de gravedad. Rápidamente, tanto jugadores como un numeroso grupo de jóvenes aficionados del Praviano que saltaron al campo a ayudar, despejaron el terreno de juego de escombros, así como pusieron orden para cerciorarse de que no hubiese problemas de gravedad. El colegiado, visto el shock provocado, decretó el final del encuentro.

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