El Sporting firmó un partido terrible y cayó estrepitosamente y con justicia ante el Villarreal B. En ningún momento estuvo cómodo el equipo gijonés, que se vio superado por un filial amarillo mejor en todos los aspectos.

Malísimo partido del Sporting, que frenó en seco la mejoría mostrada en los últimos partidos. Hoy estuvo fatal, individual y colectivamente, y dejó pasar una oportunidad de oro para afianzarse en playoff. La dificultad para ganar de todo el mundo (solo el Valladolid fue capaz de vencer esta jornada de los equipos que pelan por el ascenso) le sigue dejando con vida y opciones para luchar por el playoff. A expensas de lo que haga mañana el Racing de Ferrol, los rojiblancos podrían seguir dependiendo de sí mismos para terminar entre los seis primeros.

Miguel Ángel Ramírez sacó el once más esperado. Las 6 ausencias restaban capacidad de decisión al técnico canario, que apostó por el regreso de Pascanu y Cote a los laterales, Roque Mesa al centro del campo y Queipo a la banda derecha. El 4-4-2 volvió a ser el sistema empleado. Enfrente un Villarreal B situado sobre un 4-2-3-1, con Forés y Ontiveros como lanzas del ataque.

Tras un aviso por parte y parte, el choque empezó a decantarse para los visitantes. Estaban mejor colocados, más intensos y comenzaron a dominar el partido. El Sporting, incapaz de robar y tener la pelota, iba cada vez aculándose más. Se adelantó el Villarreal B tras una acción de Hugo Novoa por derecha, que se metió hasta la cocina con la fortuna de un rebote y cedió a Alex Forés para hacer el 0-1. Faltó mucha contundencia defensiva en el bando local.

No mejoró el panorama, con un Sporting noqueado por completo. En otra acción falta de concentración y contundencia llegó el 0-2. Novoa en la frontal atrajo la atención de toda la defensa y habilitó en la derecha, libre de marca, a Ontiveros, que de disparo cruzado batió a Yáñez. Pudo ser peor al descanso, con un lanzamiento de falta de Ontiveros a la cruceta.

La reacción tampoco llegó tras el descanso. Guille Rosas nada más comenzar, Diego Sánchez y Villalba después, Varane más tarde y finalmente Alex Lozano fueron los hombres que ingresaron desde el banquillo, sin que el panorama cambiase. Un cabezazo y un disparo de tijera de Mario González fueron los momentos en los que el Sporting más cerca estuvo de meterse en el partido, pero no fue así.

Lo que llegó, ya en el tramo final, fue la sentencia. Un despeje de Diego Sánchez habilitó a Alex Forés para poner la sentencia y cerrar un triunfo visitante que le sigue albergando esperanzas de salvación

El público comenzó a desfilar y despidió a su equipo con música de viento tras una mañana para el olvido, donde no solo perdió el Sporting, sino que sonrojó la forma en lo que lo hizo. Tocará lamerse las heridas y enjaguar la situación venciendo al Espanyol en Barcelona el próximo domingo a las 16:15 h.