Derrota del Langreo en Ganzábal en un partido donde podía haber casi asegurado el playoff. El Valladolid fue mejor y cierra su salvación. Dos finales por delante para los de Vázquez.

Era el día. Los resultados acompañaron y el Unión Popular de Langreo iniciaba su duelo en Ganzábal con la opción de, en caso de ganar, dejar a sus perseguidores a cuatro puntos más golaveraje con sólo seis por jugarse. Ambientazo en feudo langreano, con espicha previa y confraternización. En lo deportivo, el rival, un Valladolid Promesas con una leyenda del club en el banquillo, Álvaro Rubio, y con la necesidad de al menos puntuar para evitar problemas por abajo.

El partido arrancó como siempre en Ganzábal, con el Unión buscando área rival a través de la pelota. Pero la primera fue para el Pucela en el cuatro, en un disparo de Chuki de la frontal que se encontró con una gran parada de Adrián Torre abajo. Los visitantes también querían la pelota. Bonita lucha por la redonda. La réplica al doce del Unión fue muy clara. Falta latera, rebotada la bola al segundo, Gonzalo de extremo la puso perfecta y cabezazo de Nané al palo. Uy en Ganzábal.

Al cuarto de hora, controversia. Error de Dani Hernández en el pase, recogió Chuki que se iba solo a portería, derribo de Gonzalo a un palmo de la línea del área. Falta y amarilla. Pidió todo el banquillo amargamente la roja para el burgalés. Se salvó el Unión. En la falta, chutó el ex del Sporting Manu Pozo alto. El balón era blanquivioleta y el Langreo no se sentía nada cómodo sin poder tener posesiones largas. Lo que tampoco había era ocasiones, la única un cabezazo tímido de Arnu a la salida de un córner que atrapó fácil Adrián Torre. No pasaba nada hasta el cuarenta y tres, a dos del descanso, donde fue clamorosa para el Unión. Robo, contra, transición de libro, centro de Serra al segundo, cabezazo de Luis Sánchez y paradón tremendo de Rafús a córner. Fue la última de una primera parte con algún arreón por cada equipo pero con poquita cosa en general. Sin goles.

Arrancó el segundo acto sin variantes en ninguno de los dos equipos. El inició fue como el de la primera, con más balón para el Langreo pero con un Valladolid que dio dos pasos hacia adelante en la presión con un bloque alto.

No pasó nada hasta el sesenta y cuatro, y lo que pasó fue que marcó el Promesas. Recogió Chuki en tres cuartos muy solo, levantó la cabeza y chutó muy duro pegado al palo imposible para Adrián Torre. Uno arriba el Pucela. A remar. Réplica inmediata del Unión, con Ganzábal apretando y disparo de Iago Novo que sacó Rafús a córner. El partido estaba loco, y en la siguiente, pudo matarlo el Valladolid. Contra de libro, centro al segundo palo y Yago Paredes, solo, se llenó de balón y la sacó del recinto de Ganzábal. Muy clara. Otra más, esta para Manu Pozo, que solo ante Adrián Torre la tiró al muñeco.

Tocaba cambiar, y movió el avispero Vázquez a quince del final. Ares, Pablo Álvarez y Nacho López al césped, y es que el empate no era para nada mal resultado tras las no victorias de ninguno de sus perseguidores. No conseguía el efecto deseado con los cambios el cuadro local, y el Promesas estaba cómodo. Sin ocasiones para ninguno. El choque ya agonizaba y, con el Langreo volcado, el Pucela anotó el segundo en un disparo de Verde desde fuera del área.

Al final, derrota de Unión Popular, que, eso sí, mantiene puestos de playoff, y recibirá el próximo domingo en la primera de las dos finales que le quedan al Zamora, que será sí o sí tercero.