Los reyes del empate hicieron honor a su condición igualando en un partido tenso y no exento de polémica, que pudo caer de cualquier lado. Al Avilés no le da para recortar con el playoff y el Marino se quedó con ganas de hacer más daño.

Los caprichos del calendario ubicaron el derbi comarcal de la segunda vuelta en un momento clave de la temporada, con el Avilés apurando opciones de mirar para arriba y el Marino moviéndose en un terreno que conoce a la perfección, el de la lucha por la supervivencia.

 Un par de retoques en ambos onces para afrontar un duelo con mucho en juego. En el Avilés retornó Julio al centro de la zaga tras cumplir sanción y Davo Fernández recuperó su sitio tras su llamativa suplencia en La Albericia; por parte marinista, relevo en la enfermería con el regreso de Palomeque y la baja de Adolfo, unido al “intercambio” de sancionados, entrando Jandro por Nacho Matador, cuyo lugar en el eje de la medular lo ocupó Alberto Lora.  

Comenzó nervioso el choque y con algo más de empuje por parte luanquina, a los dos minutos Jandro tiró de velocidad para sacarle la amarilla -la quinta- a Del Amo. Los marinistas fueron los primeros en pisar el área rival pero sin amenazar la portería avilesina.

El Avilés empezó a asomarse rondando el cuarto de hora, un disparo de Mecerreyes desviado por un defensa y un cabezazo centrado de Julio tras un balón parado fueron los primeros avisos, replicando Guille Pinín con un lanzamiento lejano que obligó a estirarse a Álvaro. 

El Marino se defendía con un 4-4-2 trazado con escuadra y cartabón, impidiendo encontrar huecos a un Avilés que pese a tener algo más de posesión en el tramo final de la primera parte no tuvo la precisión ni la velocidad necesarias para sorprender al conjunto gozoniego. 

Sí que sorprendieron los visitantes al poco de iniciarse la segunda mitad, de un apurado despeje de Dennis fuera de su área iba a nacer el gol del Marino. El balón cayó sobre la frontal y Miguel Cuesta estuvo más vivo que Julio para bajarlo y definir cruzado con la zurda, haciendo saltar de alegría al numeroso público desplazado desde Luanco.

Si el Avilés ya había dado muestras de nerviosismo, la tensión subió con el gol en contra. A los blanquiazules no les quedaba otra que aumentar la intensidad y la de Claudio pujando por un balón dividido ante Dennis dio sus frutos; el portero derribó al delantero en el salto originando un penalti transformado por Natalio sin titubeos, reestableciendo las tablas con más de veinte minutos por delante. 

El partido estaba pendiente de un hilo y fue el Marino el que tuvo las más claras, en dos saques de esquina desde la izquierda en los que quedó de manifiesto una vez más una de las asignaturas pendientes del Avilés esta campaña, la defensa del balón parado. Ni Sandoval por partida doble en el 70 ni Borja Álvarez diez minutos después lograron culminar.  

El arreón final avilesino estuvo marcado por el desorden y dos cambios muy tardíos, a un solo minuto del tiempo reglamentario y quedándose dos estiletes como Natalio y Claudio sin poder disputar los seis de prolongación.

Pasaron cosas en ese tiempo, el juvenil Marcos Rodríguez le buscó las cosquillas a la dubitativa defensa avilesina en un par de ocasiones y los visitantes pidieron además un posible penalti de Iván Serrano sobre Borja Álvarez.  

Por si fuera poco, en el área opuesta Jorge tuvo tiempo de hacer diabluras con su zurda y estuvo a punto de sellar la victoria local con un zurdazo que obligó a Dennis a sacar una mano salvadora. El punto final llegó tras una nueva polémica, reclamando los locales una mano dentro del área de Miguel Cuesta tras un balón rebotado en el último saque de esquina. 

El Avilés se desinfla en el peor momento y sigue a cinco del playoff pero con sólo cuatro jornadas por delante, un punto de los últimos nueve es un balance claramente insuficiente para un equipo que quería pelear por el quinto puesto y que el próximo sábado a partir de las 18 horas deberá centrarse en sellar la permanencia en el campo de una Arandina virtualmente descendida. 

El Marino mantiene tres puntos de distancia sobre el descenso directo y amplía a dos el colchón con la temida plaza decimotercera. El próximo domingo a partir de las 17 horas afrontará el primero de los dos choques consecutivos en Miramar recibiendo al Rayo Cantabria.

ÁLBUM DE FOTOS