El Oviedo no pudo con un efectivo Espanyol, que marcó dos goles en la primera mitad y no pasó apuros gracias a las buenas intervenciones de su portero Llorenç Serret.

El Oviedo se despide de la Copa del Rey, pero con la cabeza bien alta. Los de Paco Fernández compitieron hasta el final ante un equipo de entidad como el Espanyol, en un partido muy disputado, que decidió la efectividad en ataque del Espanyol y el buen hacer de su portero, que hizo tres buenas paradas.

Completamente diferente a la otra semifinal en la que, desde el inicio hubo llegadas a las dos áreas. El partido comenzó igualado y sin aproximaciones claras, con mucho juego en la medular.

Con el paso de los minutos se fue haciendo con el dominio el Espanyol, aunque con el Oviedo cómodo, ordenado en campo propio. Se adelantaron los pericos en el minuto 21, tras un centro desde la derecha al segundo palo. Izan Sarmiento le ganó la partida en el salto al defensa -que pidió falta- y deja el balón para Lluc Castell, que la empaló con la derecha al palo largo.

El Oviedo se estiró un poco tras el gol, pero su único aviso fue un disparo alto de Cheli Pereda, a pase de Coballes. Pero el que acertó fue el Espanyol, tras una falta lateral sacada en corta que terminó con centro al corazón del área, donde intentó rematar Marc Delgado en la disputa con Mateo Vallina, que no acertó a blocar la pelota por alto, metiendo el balón en su portería. Una acción en la que pidieron falta al portero carbayón.

Finalizó la primera parte con el 0-2 y superioridad de un Espanyol que tuvo una alta dosis de efectividad en ataque, ante un Oviedo que hizo poca labor ofensiva.

Salió con fuerza tras el descanso el Oviedo y en el primer minuto, una recuperación en la salida del balón local, acabó con una internada de Jaime Coballes sin consecuencias, que terminó con el balón suelto en la frontal. Pedro Álvarez conectó un buen derechazo desde la frontal al que respondió Llorenç Serret con una gran estirada para evitar el gol.

Los de Paco Fernández salieron con mayor vocación ofensiva, aunque el Espanyol se mantuvo bien armado e hizo pocas concesiones. La primera permuta llegó superada la primera hora de partido y Martín Lavilla entró en lugar del amonestado Vicente. El técnico carbayón movió varias fichas y el equipo mejoró: Cheli retrasó su posición al doble pivote y Diego Menéndez pasó a su demarcación habitual: la mediapunta, ocupando el extremo zurdo Martín y pasando a la derecha Pelayo.

El Oviedo apretó en el tramo final, aunque con dificultad para encontrar opciones de remate. Llorençs Serret hizo un paradón a un disparo de Pelayo García, en el 71'. Paco Fernández dio entrada al internacional Pablo Agudín y el goleador Ángel Conde, pichichi de Liga Nacional con 21 goles, retrasando Martín su posición al lateral zurdo. Jaime Coballes acabó lesionado.

No bajó los brazos el Oviedo, que lo intentó en el 89' con una falta de Pablo Agudín que despejó a córner Llorenç Serret. El saque de esquina lo cabeceó a la red Marcos Lopes dando un halo esperanza a los carbayones, que se volcaron y encajaron en una contra el tercero, obra de Oriol Pallás, que batió a Mateo Vallina con un disparo cruzado dentro del área.

Gran papel copero del Juvenil del Oviedo -que hizo historia jugando por primera vez la semifinal del torneo-, que compitió hasta el final ante un rival de entidad como el Espanyol. Los pericos jugarán una emocionante final ante el Mallorca, en un duelo que se presenta muy competido.

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