El Grisú era el
único equipo asturiano que faltaba por estrenar su casillero de puntos esta
temporada. Los ovetenses remontaron y vencieron el domingo al Masaveu.
Veinte partidos necesitó el Grisú Club de
Fútbol para lograr sus primeros puntos de la temporada. El equipo ovetense,
colista del grupo 2º de Tercera AF, era el único equipo asturiano de categoría
regional que no había estrenado su casillero, y venció este domingo al penúltimo
clasificado (2-1), el Masaveu, del que se pone a tres puntos.
"Me puse a hacer un café y me perdí los dos
primeros goles" dice Mari Carmen Pintado, presidenta del Grisú, que se encarga
de la lavandería, de limpiar los vestuarios, de llevar la cantina, de los
trámites federativos... y de mantener, junto a su hermano, las humildes instalaciones
del club.
Y es que el partido entre el Grisú y el Masaveu
era un duelo por todo lo bajo con muchos alicientes. El conjunto de Cerdeño
llegaba a la jornada veinte con cero puntos, seis menos que su rival, en el que
juegan más de media docena de jugadores que la pasada temporada militaron en el
Grisú. Juanjo adelantó al Masaveu en el primer minuto y Diego Alexander empató
en la siguiente jugada para el Grisú. El partido se decidió con un gol en el
minuto 37 de Emmanuel Chimelem -este sí lo pudo ver la presidenta-, "fue un gol
muy guapo". Y, aunque hubo algo de "jaleo al final", con una expulsión local y
dos visitantes, fue "una victoria muy celebrada" por parte del Grisú.
"No perdieron la moral a
pesar de los resultados"
Curiosamente lograron ganar en ausencia de su
entrenador, Pepe Buelga, uno de los entrenadores más veteranos del panorama
regional. El lavianés -con el que están muy contentos en el club- se encuentra
hospitalizado en Riaño por una complicación tras una intervención quirúrgica y
no pudo acudir a los últimos partidos del equipo, aunque está al corriente de lo
que ocurre en todos los entrenamientos y en los partidos. "Siempre les digo que
no hay que bajar los brazos por encajar un gol, los partidos hay que jugarlos",
apunta Mari Carmen, que se alegra de que por fin hayan logrado ganar, "estaban
cabreados, hubo varias bajas respecto a la plantilla que había en verano,
bajaban los brazos cuando encajaban un gol... pero ahora llevan unas semanas más
centrados y hay que reconocer que no perdieron la moral, siguen yendo a entrenar
prácticamente todos", los dos días a la semana que se entrenan en el Luis
Honorino Pintado de Cerdeño.
Empezaron una veintena en septiembre y ahora
mismo son quince jugadores. La mayoría no jugaron nunca al fútbol hasta este año
y el mayor tiene 26 años. Una plantilla joven, "de transición para la próxima
temporada. Esperamos contar con ellos como base". Y es que este verano se
quedaron casi sin jugadores, que fueron fichando por otros equipos de la
categoría, "y fueron llegando otros poco a poco, jugadores que me llamaban por
teléfono y que pedían venir a entrenar. Incluso un mexicano lo hizo a través del
correo electrónico y ahora está aquí con nosotros". Y es que el Grisú es un
equipo humilde pero integrador, que siempre dice que sí a la gente que quiere
jugar al fútbol.
Pintado espera la promesa de
Canteli de visitar las instalaciones
El Grisú, que este año tuvo que retirar al otro
equipo que tenía, un juvenil que se quedó sin jugadores -muchos de ellos con
destino a La Carisa-, es uno de los pocos equipos que siguen en arena. Algo que
no le preocupa a Mari Carmen Pintado, "sabemos que si pedimos un campo al
Ayuntamiento nos lo dan, pero pierdes la independencia de jugar y entrenar a la
hora que quieres". En contra, unas instalaciones deterioradas por el vandalismo,
"nos robaron el cable de la luz, nos rompieron puertas, cerraduras, lavabos,
pintadas... estoy todo el día llamando a la Policía, estamos como hace treinta
años, es romper por romper". Mari sigue a la espera de que el alcalde cumpla su
promesa de visitar la instalaciones, "un día me dijo que iba a venir y nos
gustaría que viera esto. Tanto que hacen falta campos para la ciudad lo tienen
muy fácil, esta es una zona sin instalaciones deportivas y bien comunicada".
Mari Carmen Pintado es una de las directivas
históricas del fútbol asturiano, con dieciocho años comenzó a tener licencia
federativa y ahora lleva cinco años de presidenta, desde que falleció su padre,
y sigue luchando por el club acompañada por su hermano, Manuel Francisco Pintado
"Oso", que la ayuda con el mantenimiento del campo y hace labores de delegado.
"Nací con el equipo en casa", y es que su
padre, Luis Honorino Pintado -que da nombre al "Nuevo Campo" de Cerdeño-, ya era
directivo del Grisú cuando ella nació. "Federaron al equipo cuando nací yo, en
1955. De aquella el presidente era Julio Suárez 'El carboneru', pero a los dos
años ya empezó a cargar con todo mi padre". Aunque el inicio del Grisú fue en el
campo de La Colonia, lleva ya casi cuarenta años en Cerdeño, en unos terrenos
que eran de una señora que los alquilaba al club, que falleció y "lo dejó todo
para el estado. Luego lo sacaron a subasta y lo cogió una constructora", que por
el momento no ha llevado a cabo sus proyectos urbanísticos.