Porque en esta categoría igualada, regalar un gol, te condena prácticamente. Sucedió en Zaragoza, casi pasa ante el Valladolid y volvió a acontecer hoy. Nacho Méndez se quedó excusándose al árbitro, con lo que no fue a por el balón, que llegó a la banda derecha a Alex Sancris, donde el centro raso al segundo palo, no encontró la respuesta de Christian Joel, que tropezándose, solo pudo ver como al limón Dani Ojeda y Rober Pier anotaban el 1-0.

No tuvo reacción el Sporting de ahí al descanso, que se vio sobrepasado por lo que acababa de suceder. Un tímido chut de Gaspar fue lo único reseñable.

El técnico canario introdujo dos cambios al descanso, pero mantuvo su plan de partido. Y el resultado siguió siendo el mismo. Tenía la posesión el Sporting, que era impreciso y no conseguía asomarse a la portería de Caro. Solo Fran Villalba mostraba capacidad para ser vertical y filtrar pases con peligro.

Estuvo cerca el Burgos de despejar cualquier atisbo de presión por lo ajustado del marcador, pero fue incapaz. Fer Niño se encontró con el palo en un chut cruzado, Edu Espiau en uno para uno la tiró fuera y Joni Montiel, desde el punto de penalti, disparó por encima del larguero.

Acabó con un 4-4-2 el Sporting pero sin poder encerrar a su rival ni de acumular ocasiones. Otero lo intentó con un cabezazo a centro de Guille Rosas, como lo más peligroso en toda la segunda mitad. Los rojiblancos no estuvieron bien y perdieron con justicia en Burgos.

Los gijoneses se caen de la zona de promoción y ahora son séptimos, con los mismos puntos que el Racing de Ferrol que es sexto. Será una semana corta, puesto que el viernes recibirán, a las 20:30 h., al Albacete. Ante los manchegos arrancará el último tercio de competición, el definitivo, con el Sporting bien colocado para pelear por todo.