El Gijón Industrial venció 41-1 al Marino de Luanco,
colista con cero puntos del grupo 1º de Segunda
Infantil. El presidente del Indus llamó a su homólogo
para disculparse con el club gozoniego.
Después de la polémica del derbi, el tema de conversación de este fin de semana
en el fútbol asturiano fue la goleada del Gijón Industrial al Marino de Luanco
en el grupo 1º de Segunda Infantil: 41-1. Una goleada escandalosa e innecesaria,
que no tiene justificación ni a efectos clasificatorios, puesto que tan sólo se
contabiliza el triunfo por cinco goles de diferencia, es decir, por 6-1. Si
hubiera sido de 20-0 ó 50-0, la victoria sería igualmente de 5-0.
Fue un castigo algo más excesivo de lo habitual
para el equipo infantil del Marino de Luanco, que está pagando las consecuencias
de salir a competir en Segunda Infantil con una plantilla muy corta y sin nivel
para la categoría. Han perdido los diecinueve partidos disputados y solamente
han marcado seis goles, encajando una media cercana a los veinte goles por
partido, que en ocasiones superaron los treinta.
"Para marcar 41 goles hay que
hacerlo con interés"
David Gómez es el entrenador del equipo
infantil del Marino y reconoce que a principio de temporada les costó
confeccionar la plantilla, llegando a plantearse renunciar a la categoría para
competir en Tercera, pero decidieron arriesgarse confiando en que llegarían
jugadores de zonas cercanas para reforzar el equipo con el aliciente de la
categoría. "Somos conscientes del equipo que tenemos, pero para marcar 41 goles
hay que hacerlo con interés, salieron a gol por cada dos minutos. No vi que
tuvieran intención de parar la masacre", indicó el técnico del Marino.
No entiende el motivo de esta goleada, "no hay
rencillas entre clubes, entrenadores, el golaveraje no influye... salí del
partido pensando por qué pudieron hacer eso. Llevo muchos años entrenando y tuve
equipos de todo tipo, también algunos que metían muchos goles, pero hacía cosas
para que no hubiese goleadas escandalosas: pedir que los goles fuesen de cabeza,
con la izquierda, que la tocasen todos los jugadores del equipo primero...".
"Llegó un momento que era sacar
de medio y esperar a que volviesen a marcar"
Reconoce que "el único gesto que tuvieron es
que llevábamos once jugadores y un cambio que era el portero. Pero nos quedamos
con diez porque nuestro capitán sufrió un esguince y ellos retiraron un jugador
del campo para estar en igualdad". Pero, "robaban en medio y marcaban. Llegó un
momento que no competíamos, era sacar de medio y esperar a que nos robaran el
balón y volviesen a marcar".
A pesar de la goleada, "ningún crío salió
llorando y hoy entrenamos por la mañana en la playa y estaban trece jugadores.
Salen gachos de los partidos, pero suelen venir todos a entrenar. Siguen con
ganas y con ilusión. Saben lo que somos y saben como estamos, pero hay buen
ambiente en el vestuario y lo toman como una actividad extraescolar, no con
carácter competitivo".
El técnico marinista cuenta con dieciséis
jugadores, de los cuales cuatro son porteros, aunque alguno es reconvertido a
jugador por escasez de efectivos en algunas ocasiones. "Llamamos a críos de
todos lados y conseguimos incorporar a tres que eran porteros y ya teníamos uno
en el equipo. Ahora vamos a incorporar a un chico que dejó de hacer tenis, que
es de Luanco y que quiere jugar al fútbol con sus amigos. Estoy contento porque
ningún crío lo dejó y yo no voy a tirar la toalla y voy a seguir con ellos hasta
el final".
"Hay equipos que se ve que
tienen detalles"
No todo es negativo y hay equipos que tratan de
evitar goleadas escandalosas, "el Roces no nos hizo ningún daño, en la segunda
parte se dedicaron a hacer jugadas, llevar el balón de un lado a otro, que todos
toquen el balón antes de marcar, no presionar salida de balón, dejarte salir
hasta el medio del campo... El Manuel Rubio subió alevines, dejó titulares sin
convocar... esto es fútbol base". Esta temporada "sólo competimos contra el
Covadonga y perdimos 6-2. Es el primer año que juegan a fútbol para la mayoría
de nuestros jugadores y algunos no se saben ni las reglas, es muy difícil
competir así".
"Los padres nos critican no
haber renunciado a la categoría"
Un elemento importante en el fútbol base son
los padres, "nos critican mucho la actitud de no renunciar a la categoría, yo
les digo que tienen razón, pero ningún crío les dijo que quería dejar de jugar,
les gusta y les apetece jugar independientemente de lo que pase. Mi hijo está
jugando ahí y no lo paso bien, porque soy su entrenador y soy su padre... y ayer
me enseñaba mensajes de redes sociales, comentarios a favor y en contra... Es
difícil de gestionar".
"Está mal gestionado por nuestra
parte, no hay disculpa"
El presidente del Gijón Industrial, Rafa
Menéndez, telefoneó a Luis Gallego para pedirle disculpas por lo sucedido, "ya
le dije que teníamos que haberlo hecho de otra manera. Para nada estamos
orgullosos de ese resultado. Yo no estaba en ese partido porque si no lo hubiera
frenado".
Considera que estuvo "mal gestionado por
nuestra parte" y reconoce que "no hay disculpa", a pesar de que tuvieron el
gesto de quitar un jugador para jugar con diez como el Marino cuando se les
lesionó un jugador y no tenían cambios para sustituirlo.
David Gómez acepta las disculpas del Gijón
Industrial, "en ningún momento nos trataron mal, no hubo ningún desprecio, pero
no entendí por qué el entrenador no planteó el partido de otra manera".