Darío Rivera, celebrando un gol con el Guillén en la
temporada 2019/20.
No es un récord mundial, pero estuvo cerca
de los trece que marcó Archie Thompson con Australia a Samoa Americana. Darío
Rivera (Oviedo - 1990) le endosó una decena de goles al Grisú este domingo -sale
una media de un tanto cada nueve minutos-, mejorando así su mejor cifra que era
de ocho goles, también en un derbi con el Grisú, del barrio de Cerdeño, que es
el farolillo rojo del grupo.
El delantero de Ventanielles logró con su
quinto gol la cifra de redonda de 350 goles con la franjirroja en categoría
sénior. Darío Rivera comenzó jugando en el Guillén, aunque pronto fichó por la
Peña Berto donde estuvo hasta juveniles, momento en el que regresó al Guillén
Lafuerza y en el que se mantuvo hasta la actualidad, a excepción de la temporada
2018/19 en la que jugó con el San Claudio en Tercera División. En el recuerdo le
queda la posibilidad que tuvo a los 13 años de hacer una prueba con el Osasuna,
por mediación de su padrino, que se truncó por un problema familiar.
Con el Guillén Lafuerza ha jugado en
Primera y Segunda Regional y promedia algo más de 25 goles cada temporada. Una
cifra que no pasa por alto en el resto de clubes, con lo codiciado que está el
gol, pero Darío prefiere seguir jugando al lado de casa "por comodidad. Tengo 33
años y como no venga una buena oferta para jugar en una categoría guapa prefiero
seguir aquí. Tengo un hijo y, aunque no pierdo entrenamiento, si algún día no
puedo ir sé que no hay problema y son cosas que valoro".
El Guillén Lafuerza ocupa la cuarta
posición y su pichichi, que ya lleva 28 goles esta temporada, tiene claro que el
objetivo debe ser el ascenso, "queremos subir y el domingo metimos 18 goles
precisamente por eso, porque hay mucha igualdad y aunque primero decide el
golaveraje particular, podría influir el golaveraje general".
Darío Rivera, con su hijo en Matalablima.