El Avilés estrenó al fin su casillero de victorias como local en un partido que tuvo controlado durante 60 minutos y en el que acabó pidiendo la hora. La Arandina se creció tras recortar distancias y acabó topándose con un Álvaro Fernández nuevamente decisivo.

Mañana de primeras veces en el Suárez Puerta, primer triunfo en casa para el Avilés y primero de la etapa de Manolo al frente del equipo, que se medía por primera vez a una Arandina en situación delicada y con media vista puesta en su compromiso copero ante el Cádiz.

Sólo hubo un retoque respecto al equipo que salió de inicio en Luanco, con Natalio por el sancionado Mecerreyes y Jorge retrasando su posición para acompañar a Edu Cortina. Más cemento y menos proyección ofensiva en los laterales, con Senra y Del Amo repitiendo en esa posición en detrimento de Trabanco y Serrano.

La Arandina también buscó la consistencia defensiva, con tres centrales y mucha gente por dentro, dejando las bandas para los carrileros. Al Avilés le costó de inicio encontrar espacios y fue precisamente el lateral zurdo visitante Haji fue el primero en probar fortuna, con un disparo excesivamente cruzado.

Pero la primera jugada bien trenzada por los avilesinos iba a acabar bien. Davo puso un peligroso centro desde la izquierda tras una buena circulación de lado a lado y el despeje del zaguero a ras de suelo le cayó a Natalio, que no perdonó para sumar su quinto tanto de la temporada.

El capitán estuvo en todas las acciones ofensivas de la primera mitad y volvió a tenerla poco después con un cabezazo picado tras servicio de Edu Cortina. Un intento mordido desde la frontal rondando la media hora y un cabezazo tras saque de falta de Joel al filo del descanso fueron las otras acciones destacadas del valenciano, que estuvo cómodo como acompañante de un Claudio que también bregó lo suyo.

Pocas noticias de la Arandina en ataque, exceptuando una incursión por el centro de Carmelo que bien pudo suponer en el empate a los 22 minutos, salvando con el pecho un atento Álvaro Fernández.

A diferencia de otras recientes ocasiones, el Avilés salió más intenso en la reanudación y tras varios escarceos logró duplicar su ventaja a los 52 minutos. Esta vez Natalio ejerció como asistente y Davo Fernández definió en la frontal con calidad, colocando el balón en la escuadra fuera del alcance del guardameta ribereño.

Sensación de tranquilidad y de que esta vez no iba a haber sobresaltos, pero nada más lejos de la realidad. Poco más de cinco minutos pasaron y la Arandina comenzó a crecerse, gracias a un penalti cometido por Julio sobre Cabral, transformado por Frodo.

Los visitantes cambiaron el dibujo en busca de mayor profundidad y lograron meter el miedo en el cuerpo a un Avilés que cayó de nuevo presa de los nervios. Una rosca del recién incorporado Kevin Manzano que se estrelló en el poste a los 78 minutos fue el primer susto.

El mismo protagonista rozó el empate al borde del 90, cabeceando a bocajarro un envío desde la derecha y obligando a Álvaro a emplearse a fondo sobre la línea. El delantero reclamó en vano que el balón había rebasado por completo la línea de gol, dando paso a cinco minutos de añadido en los que estuvo más cerca el tercero de Avilés con un disparo de Isma Cerro, repelido por Jara.

Los tres puntos valen lo mismo con o sin sufrimiento y sirven para que los avilesinos abandonen momentáneamente los puestos de descenso. En la matinal del próximo domingo afrontarán un nuevo duelo de vital importancia ante el Covadonga en tierras ovetenses.

ÁLBUM DE FOTOS