Los azules, con un juego muy plano, fueron incapaces de hacer daño a un ordenado Mirandés que fue más vertical y agresivo en ataque. El Oviedo, en un mal partido, puso fin a su racha de nueve jornadas sin perder.

A las puertas de la décima. El Mirandés puso fin a la racha de un Oviedo que llegaba a Anduva después de nueve jornadas sin perder. Los azules cayeron con justicia, en un mal partido, ante un rival que entendió mejor lo que requería el partido y que generó más peligro en ataque, a pesar de que el dominio de balón fue para los de Carrión, que siguen acabando sus partidos con muy pocos remates entre los tres palos: hoy tan sólo dos.

Como era de esperar, el técnico oviedista repitió la alineación que la pasada jornada se impuso (2-1) al Eibar. Por su parte, Alessio Lisci introdujo un único cambio y Ramón Parra entró al eje de la zaga en lugar de Barbu.

El Oviedo salió dominador desde el inicio, combinando en campo rival ante un Mirandés bien plantado, que hacía variante defensiva al 1-4-4-2 con Álvaro Sanz acompañando al ex del Cova, Javi Martón. Aunque el dominio era azul, los de Carrión se atascaban en las inmediaciones del área local. El Oviedo abría campo y buscaba las incorporaciones de sus laterales, especialmente por la derecha con un activo Lucas Ahijado, que se asoció bien con Paulino, aunque sin efectividad.

Se adelantó el Mirandés, que apenas se había dejado ver en ataque, en una acción aislada. Fruto de una buena combinación que acabó con apertura a la izquierda y centro de Gabri Martínez, con la derecha, que pasó por encima de Costas y cayó en el área pequeña cerca de Leo Román, anticipándose un oportunista Javi Martón para meter la puntera y enviar el balón a la red.

El Oviedo, que tuvo cerca del 65% de la posesión de balón en la primera parte, no consiguió traducir su dominio, si quiera, en ocasiones. El que más cerca estuvo de marcar fue Ramón Juan -en propia-, que despejó mal un balón colgado al área y que sacó un defensa bajo palos sin demasiados apuros. El único remate entre los tres palos fue un disparo mordido de Viti que atajó el meta rojillo sin problemas.

Se esperaba la reacción del Oviedo en la reanudación, pero no fue así. El Mirandés defendió cómodo ante un Oviedo sin mordiente en ataque e incluso los rojillos tuvieron una buena ocasión para sentenciar en el 64' que Gabri remató forzado en el segundo palo y el balón se paseó por el área pequeña azul.

Carrión soltó los cambios a cuenta gotas. Primero dio entrada a Sebas Moyano por un desfondado Paulino, que apenas generó peligro en la tarde de hoy, y luego pasó a jugar con dos puntas retirando a un Seoane que volvió a estar desaparecido; en su lugar entro Alemao. A falta de veinte minutos para el final entraron Romario Ibarra y Camarasa en lugar del lesionado Viti -con problemas musculares, aparentemente- y un desacertado Luismi.

El partido se abrió y se convirtió en un correcalles. El Oviedo no conseguía tener continuidad con el balón como en la primera parte y los minutos fueron avanzando sin pena ni gloria, con un Mirandés cómodo dejando correr el crono y sin pasar apuros.

El Oviedo pidió penalti por mano de Rubén Sánchez ante Romario, pero el juego continuó y en menos de un minuto llegó el gol de Bastón, que aprovechó un rechace, a la altura del punto de penalti, para enviar el balón a la red, en una jugada nacida de la zurda de Colombatto, que fue quien colgó el balón al área.

No se conformó con el punto el Mirandés y en el 89', un tiro de Juan María, lo despejó a córner Leo Román. El saque de esquina lo despejó la zaga azul y el rechace de la frontal le cayó a Chaira, cuyo remate golpeó en Dani Calvo, cambiando la trayectoria del balón y sorprendiendo al meta oviedista.

Hubo nueve minutos de añadido, pero el Oviedo estuvo muy espeso en ataque ante un Mirandés que defendió con suficiencia durante todo el encuentro. Una derrota que devuelve a la realidad a los de Carrión, que ahora son 12º, con 22 puntos, a seis de la sexta plaza y cinco por encima de la zona de descenso. El viernes (Nuevo Carlos Tartiere - 20:30 h.) tendrán una nueva prueba exigente con la visita del Espanyol.