Reparto de puntos entre Gijón Industrial y Lealtad. Los locales estrellaron dos balones en los palos y los visitantes apretaron sin éxito al final. Dobletes de Naya y Saha.

Jornada de sábado en Jove. Gijón Industrial y Lealtad de Villaviciosa se citaban en feudo fabril con dinámicas y objetivos opuestos. Los locales, necesitados de sumar para coger un poquito de aire y los visitantes, obligados a ganar para seguir la estela del liderato tras la victoria del Sporting Atlético. El partido tuvo muchos goles y no demasiado fútbol. En los primeros seis minutos el Indus ya podía llevar dos goles en el zurrón, ambos del central Korbla, que reaparecía. Primero cabeceando un córner al travesaño y, en otro córner medio minuto después, rematando de nuevo de cabeza rozando el palo.

El Lealtad asumió el golpe pero sin encontrar situaciones de peligro sobre la meta local. Naya, que tenía el día juguetón, pudo hacer el primero de nuevo para el Gijón Industrial, pero su disparo en área pequeña lo sacó Junquera con un paradón abajo. El propio Junquera pudo meterse en un lío sólo un minuto después, cuando Baragaño, desde casi centro del campo probó fortuna y la estrelló en el palo de un confiado meta maliayo.

Pasó el primer arreón del Indus y el Lealtad dio un paso adelante. Lo buscó el cuadro de la Villa con un remate de primeras de Ivanchu que envió alto un centro raso de Montequín. En el treinta y cuatro, el primero. El Lealtad, que a excepción del citado remate de Ivanchu no había tirado, se encontró con una acción rocambolesca en la que Borja despejó, pegó en la cara de Runza y le quedó muerta a Saha que, eso sí, la engatilló perfecta, dura y plana pegada al palo de Diego. Uno arriba el Lealtad.

Le afectó el tanto al Indus y sólo cuatro minutos después pudo llegar el segundo en un cabezazo de Ivanchu, tras salto portentoso, que se fue rozando el travesaño. Y justo antes del descanso, el primer penalti del partido. Saque de banda, rebota la pelota en cuerpo y mano de Adri Díaz y el colegiado señala once metros. Muy protestado. Naya no dudó, al centro y adentro. Empate y descanso.