Los tres puntos que se llevó de Villarea el San Martín fueron gracias a un solitario gol, que llegó a balón parado en el minuto 72, en un disparo directo a puerta del atacante y capitán Jairo Santos, donde los de Jubel Sánchez mostraron plena efectividad.

Y es que el partido había comenzado con un Valdesoto un tanto incómodo sobre el terreno de juego, pero siendo capaz de controlar el partido durante toda la primera mitad. El San Martín no era capaz de avanzar sobre el campo rival y fue el Valdesoto quien dispuso de alguna que otra tímida oportunidad, si por oportunidad se pueden entender los tiros a las manos del portero visitante. Por su parte el San Martín seguía aguantando atrás y tratando de salir al contragolpe, pero sin conseguirlo, ya que el Valdesoto no le dejaba pasar del centro del campo.

Tras el descanso y ante la clara ausencia de oportunidades de los que parecía que dominaban el partido, el San Martín decidió exponer un poco más y Jorge Varela lo intentó disparando a la puerta local defendida hoy por Nico sin demasiada fortuna. Pero quizá este tiro, en el minuto 59, y la oxigenación de los cambios en el San Martín propiciaron una mayor presión de los de Sotrondio y que el Valdesoto se viese forzado a cometer una falta peligrosa en el borde del área, que Jairo Santos chutó magistralmente marcando el primero y único tanto del partido en un tiro libre directo, con un golazo celebrado por los seguidores del San Martín.

El Valdesoto no reaccionó, pese a los cambios y permutas de posiciones de los jugadores dentro del campo, tan solo el remate de cabeza de Ángel Jardón en el 84' llegó a crear algo de peligro sobre la meta defendida por Guille. Y no solo no creó oportunidades el Valdesoto si no que sufrió, pues con el tiempo cumplido a punto estuvo el San Martín de marcar el segundo.

Al final el San Martín marcó a balón parado y se llevó los tres puntos ante un Valdesoto que no supo reaccionar y no fue capaz, cuando tuvo cierto dominio del partido, sobre todo por las acciones de Haniel y Dani Álvarez en el centro del campo, aunque sin argumentos para generar peligro en ataque. Los sotrondinos siguen en la zona alta y los locales cerca de la zona peligrosa.