El aluvión inicial de ocasiones no fue suficiente para que el Avilés se llevase algo más de un punto de O Vao. Los avilesinos empataron rápido tras verse por debajo en el marcador en el inicio del segundo tiempo, en un partido que pudo caer de cualquier lado.

Si a estas alturas de temporada se permite hablar de duelos de urgencias, el de O Vao de esta tarde podría calificarse como tal, con un Avilés, encadenando tres empates que no sirven de mucho para el objetivo de estar arriba, rindiendo visita a un Coruxo colista, con cuatro derrotas consecutivas y cinco partidos sin ver puerta.

Cambios en portería y punta de ataque, Álvaro Fernández recuperó la titularidad e Isma Cerro fue de la partida por segunda vez en la temporada y por primera vez como “9”, ocupando el sitio de Claudio Medina. El objetivo, recuperar la senda del triunfo en un escenario que en varias campañas precedentes fue propicio para cambiar la tendencia en los resultados del equipo blanquiazul.

Comenzaron muy fuerte los avilesinos, generando un “póker” de ocasiones en los primeros diez minutos. Primero probaba Davo Fernández con un disparo desde la izquierda que desviaba abajo Chekotun, que volvía a intervenir con acierto despejando un disparo de Natalio en el saque de esquina posterior.

A los cinco minutos, una rápida transición la finalizaba Isma Cerro con un derechazo que volvía a poner a prueba al jóven guardameta ucraniano, que ponía fin a su movido inicio repeliendo un centro chut de Davo poco después.

El partido se fue igualando a partir del cuarto de hora, los locales se iban a acercar por primera vez en una acción embarullada que finalizó Vanderson con una media chilena y también probaron suerte desde larguísima distancia, aunque Andriu no logró sorprender a Álvaro.

Jorge tuvo la última para el Avilés en la primera parte rondando la media hora, con un fuerte disparo desde más de 30 metros que despejó Chekotun por encima del larguero. A partir de ahí las llegadas más claras fueron locales, con sendos cabezazos, flojos pero peligrosos, de Pitu y Vander y un fuerte zurdazo casi sin ángulo de Naveira al filo del descanso bien tapado por Álvaro.

El Avilés, que perdió a Julio al descanso por lesión, estuvo incómodo en el inicio de la segunda mitad y el Coruxo logró sacar rédito de su mayor empuje. A los 56 minutos, Vanderson percutía hasta la línea de fondo y daba el pase atrás, la pelota se paseó hasta llegar a la frontal y David Añón anotó para romper una sequía de cinco partidos sin marcar para los vigueses.

Por suerte para los intereses avilesinos, no tardaron ni dos minutos los blanquiazules en conseguir el empate. Isma Cerro encaró y disparó ante Chekotun y el rechace le cayó a Davo, derribado por Álex Barrera en la disputa. Penalti bastante claro y ejecución sin titubeos de Natalio, sellando su cuarto tanto de la temporada.

Los locales no acusaron en exceso el haber disfrutado tan poco tiempo de la alegría del gol y siguieron llegando más que el Avilés en el tramo intermedio de la segunda parte, pero ni Vanderson ni Añón pudieron superar a Álvaro. Tampoco Mateo, con un disparo cruzado y una doble ocasión con remate final de Pitu Doncel rondando el 80.

Cañedo había movido el banquillo por partida triple en busca de nuevos aires ofensivos y los recambios tuvieron cierto protagonismo, aunque insuficiente para desequilibrar. Alorda, cambiado de banda con Davo, lo probó en una acción individual por la izquierda en el 75 y el extremo mallorquín también iba a tener la última para el Avilés al borde del 90, tras una buena jugada colectiva finalizada con un disparo que se marchó ligeramente a la derecha de la portería coruxista.

El descuento de seis minutos sirvió para que el Avilés se quedase con diez por la doble amarilla a Iván Serrano y para sufrir un último sobresalto en el 93, aunque el Davo del Coruxo, conocido futbolísticamente como Davicín, no estuvo acertado en la definición a la altura del pico derecho del área pequeña.

Nadie empata más que el Avilés en Segunda Federación, de los cinco grupos sólo un viejo conocido como el Gernika iguala la cifra de seis empates en ocho encuentros.

El discurso se mantiene: paciencia, trabajo y confianza en que los resultados mejoren. La próxima oportunidad se las trae, un Pontevedra enrachado visitará el Suárez Puerta el próximo domingo a partir de las 12.

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