Un gran inicio no fue suficiente para que los blanquiazules lograsen su primera victoria en casa. Cuatro goles a balón parado y dos caras para el Avilés, eficaz en la ejecución pero endeble defendiéndolo.

Nueva oportunidad para el Real Avilés de reencontrarse consigo mismo, ante un Guijuelo coqueteando con la zona de playoff y con sólo dieciséis efectivos al no poder contar con el lateral diestro Asiel Mateo ni con el mediocampista Willy, ambos expulsados ante el Vetusta.

Cambios en el lateral derecho y en los extremos, en busca de dar con la tecla para “desatascar” al equipo blanquiazul, cuya puesta en escena fue inmejorable, pues a los diez minutos los de Cañedo ya iban dos goles por delante.

Abrió la lata Julio, rematando un saque de esquina de Joel con un testarazo que impactó en la base del poste izquierdo de Javi Rabanillo antes de colarse en la portería.

Circulación rápida, intensidad en todas las líneas y premio por partida doble en el diez, tras otro saque de esquina de Joel en la izquierda, desviando Jorge con toda la intención con el empeine y embocando Natalio, jugada de billar y 2-0.

El público local se frotaba los ojos con el inicio de los suyos, que pudieron incluso ampliar la cuenta poco después, con un remate medio resbalando de Claudio repelido por Rabanillo y un centro chut envenenado de Joel del Pino.

El Guijuelo comenzó a soltarse a partir del cuarto de hora, lo intentaron Toti con un remate a la media vuelta que se marchó rozando el poste y Pica cabeceando alto una falta lateral.

Los chacineros templaron la euforia del Suárez Puerta a los 27 minutos con el gol de Ibra Dieng, que remataba en boca de gol un servicio de esquina de Cristóbal desde la derecha. La pelota llegó mansamente a los pies del delantero senegalés sin que portero y defensas acertasen a despejar.

Sin acusar demasiado el golpe, a los locales les costaba obviamente mantener el ritmo del inicio y el choque se equilibró. Minutos de pelea e imprecisiones hasta la media parte, eso sí, con una buena ocasión en el 43 para el Avilés, tras una galopada de Trabanco que puso el balón en el punto de penalti para que Natalio rematase fuera por poco.

Con la lección aprendida de partidos anteriores, el Avilés mantuvo el nivel de atención y agresividad suficiente para tener al rival alejado del área durante buena parte del segundo tiempo, sin olvidarse de atacar, con Jorge asumiendo el mando de las operaciones.

En el 57 un balón atrás del “7” lo remataba fuera Claudio, obstaculizado por su marcador. Pocos minutos después su asociación con Davo acabó con un disparo con la diestra del extremo, con aroma de gol pero ligeramente desviado, pudo ser la sentencia.

Al Guijuelo no le quedaba otra que arriesgar y con los cambios fue ganando algo de presencia ofensiva, aunque sin meter demasiado miedo. Un disparo muy alto de Toti tras una serie de rechaces fue el mayor sobresalto en torno a la hora de partido.

El Avilés parecía tener la situación controlada, pero una falta lateral escorada a la derecha en una posición muy lejana iba a cambiar el panorama. El capitán visitante Cristóbal golpeó con la zurda, el balón botó en el centro del área, impactó en el poste derecho de un superado Davo y se coló pese al intento de despeje sobre la línea de Del Amo. Máxima expresión del “con muy poco nos hacen gol”, incredulidad y diez minutos para revertir la situación o empeorarla.

Nada iba a cambiar ya aunque hubo movimiento en ambas áreas, la tuvo Davo Fernández cabeceando alto en el área pequeña una falta de Espina y ya en el descuento, un centro de Xabi Domínguez desde la izquierda lo despejó Davo Armengol para evitar el remate de Garban en boca de gol.

Tercer empate a dos en cuatro encuentros en el Suárez Puerta y tercera igualada consecutiva en el global, que hace descender a los avilesinos a la undécima plaza, a cuatro puntos del playoff y a uno del descenso. La próxima cita será en O Vao ante un Coruxo en horas bajas, el próximo domingo a partir de las 17 horas.

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