Un golazo del centrocampista a dos minutos del final dio los tres puntos al Urraca en Las Tolvas. Los llaniscos terminaron con nueve jugadores por dos expulsiones en el último minuto. El Titanic queda muy tocado.

Doce de octubre. Fiesta Nacional y recuperación de partido aplazado en tercera división. El campo de Las Tolvas en Pola de Laviana vivía el duelo entre Real Titánico y Urraca. El fútbol, caprichoso como pocos, daba la opción de que Marcos Suárez, entrenador del Urraca y ex del Titánico, dejase tocado a su sucesor en el banquillo lavianés. El partido tuvo poco o muy poco hasta los cinco últimos minutos, donde llegó el golazo visitante, las dos expulsiones y el empujón lavianés sin premio.

Una de las más claras, y de las pocas del partido llegó nada más empezar, al tres, en un disparo cruzado de Cristofer que se fue cerca del palo derecho de la meta de Erik Terente. El partido no tenía dominador, había premio para quien la bajase, mucho patadón, juego directo y sin acercamientos ni ocasiones en ninguna de las dos áreas. En el diecinueve un intento de nuevo de Cristofer tras recoger una pelota muerta en saque de banda que se fue alto. La réplica, tímida y con el mismo resultado. Fue Fonseca quien disparó muy alto para los locales. El Urraca estaba algo mejor pero sin alardes. Los de Marcos Suárez lo intentaron tras combinación, pase raso atrás y disparo de primeras de Arturo Batalla alto. Algo más clara, también para los llaniscos, llego al treinta y seis, en un pelotazo largo que peinó Bruno, el mejor del partido, para la carrera de Michi, que ganó a Nelson pero a la hora de definir ante Erik no usó la zurda y golpeó con el exterior de la diestra para la parada fácil del guardameta langreano del Titánico. Los locales tuvieron la última de la primera mitad en un cabezazo de Nelson fuera a la salida de un córner. Descanso sin goles. Muy poquito.

La segunda mitad siguió más o menos el mismo guión. Si bien es cierto que el Titánico dio un paso adelante, ninguno de los dos tenía el control y ambos seguían abusando del juego directo. Bruno iba a avisar desde la frontal para el Urraca, pero su disparo lo atrapó Erik. El encuentro entró en una fase extraña, donde podía caer para cualquier lado. No hubo claras hasta cinco minutos del final. Primero Togola remató fuera un centro de Chery y, después, un golazo. Recogió Bruno Cué en tres cuartos, primero, maniobra (sin querer y de rebote, eso sí) para irse de dos, pero, a partir de ahí, todo fue queriendo. Pisada por detrás del ex del Llanes, el defensa al limbo, y disparo tras levantar la cabeza con el interior al palo largo imposible para Erik que no pudo llegar pese a su estirada.

A partir del gol, como era lógico, el Titánico se volcó y apretó en busca del empate, no llegó, pero la opción apareció cuando, en el último minuto, el Urraca se pegó un tiro en el pie. Primero Aurio, que había visto cinco minutos antes la amarilla por desplazar el balón, vería la segunda por no guardar distancia en un córner. Tras ese saque de esquina sin consecuencias, saque de puerta, Nacho Rubiera se demora y el colegiado le amonesta. El meta hace un gesto al trencilla que no duda, a la calle. Enfado morrocotudo de Marcos Suárez con su futbolista. Sin cambios ni ventanas, Matheus se enfundó la elástica de guardameta. El Titánico la tuvo en la última. Falta esquinada y Matheus de portero, pero a Joan se le quedó corta y, ni centro ni disparo, el Urraca despejó y ganó. Final.

Victoria, primera de la temporada del Urraca, que coge aire y ahoga un poco más a un Real Titánico que, aún sin conocer la victoria, se queda con sólo dos puntos y deja en una situación delicada al conjunto de Senén Coto.

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