El nuevo técnico afronta el partido ante el Valladolid
(Nuevo Carlos Tartiere - 16:15 h.) con ocho bajas y cita
a tres jugadores del Vetusta y a Santi Cazorla, que se
estrena en una convocatoria.
El Oviedo completó esta mañana su último entrenamiento de la semana en El
Requexón, el segundo con Luis Miguel Carrión a los mandos. El técnico barcelonés
tuvo tan sólo dos sesiones para preparar al equipo que, además, estará más en
cuadro que nunca con ocho bajas.
Además de Carrión, la novedad ante el Valladolid es Santi Cazorla. El mediapunta
sigue evolucionando positivamente y el técnico quiere tenerlo cerca, lo que,
unido al aluvión de bajas, ha motivado su primera convocatoria.
El Oviedo inicia la jornada penúltimo, con tres puntos, a siete de la sexta
plaza que ocupa el Sporting y a cuatro del Valladolid, que es decimoséptimo.
Para la cita no estarán disponibles el sancionado Luismi, expulsado por doble
amonestación en Andorra, así como los lesionados Mario Hernández, Álex Millán,
Rodri Tarín, Lucas Ahijado, Romario Ibarra, Alemão y Camarasa. Luis Miguel
Carrión citó a veinte futbolistas y podría formar con un 1-4-2-3-1, con Leo
Román; Luengo, David Costas, Dani Calvo, Abel Bretones; Jimmy, Colombatto; Viti
Rozada, Seoane, Paulino; Borja Bastón. En el banquillo estarían Quentin Braat (P.S.),
Charbel, Pomares, Marco Esteban, Álex Cardero, Santi Cazorla, Mascarenhas, Sebas
Moyano y Enol Rodríguez.
El encargado de la contienda será el vasco González Esteban.
Paulo César Pezzolano está cuestionado en Valladolid. El técnico uruguayo es el
foco de críticas de los aficionados pucelanos, que lo señalan tras el descenso
de la pasada campaña y después de sumar siete puntos de dieciocho posibles en
este decepcionante inicio liguero para un recién descendido como el Valladolid.
En el conjunto pucelano militan los exoviedistas Raúl Moro y Joni Montiel. El
extremo es un fijo en el once titular, mientras que el mediapunta está teniendo
minutos en las segundas partes, aunque fue expulsado hace dos jornadas ante el
Elche.
Cerca de un millar de aficionados vallisoletanos se desplazarán al Tartiere,
aprovechando el buen horario, la cercanía y la buena relación entre ambas
aficiones.