Queipo le dio el triunfo al Sporting en el último minuto del partido para sumar el segundo triunfo consecutivo como local. Curro había empatado el gol inicial de Otero.

El Sporting sigue contando sus partidos como local por victoria. Hoy lo hizo con un gol en el último minuto, pero que trajo justicia a lo visto durante el choque. El Burgos igualó en su único disparo a puerta de todo el partido y cuando parecía que el reparto de puntos iba a ser lo acontecido, Queipo llevó la locura a El Molinón.

Miguel Ángel Ramírez regresó al 4-4-2 y dos fueron las novedades en el once: Cote suplió al lesionado Pablo García y regresó Otero por Varane. En el Burgos, 4-2-3-1 con Curro como jefe de operaciones.

Volvió a ser un buen arranque del Sporting, saliendo desde el principio por el rival, forzando varios saques de esquina. Avisó Insua despejando in extremis un defensa y adelantó a los locales Otero. Cote desde la esquina y cabezazo inapelable del colombiano a la red. El colegiado anuló previamente el tanto por un supuesto braceo de Otero sobre Matos. El VAR desdijo al colegiado y permitió que el 1-0 subiera al marcador.

Controló bien el conjunto rojiblanco la ventaja ante un Burgos totalmente inoperante. Mucha posesión entre centrales, pero nada de profundidad y ni mucho menos de ocasiones. Gaspar con un centro a la frontal del área pequeña, a punto estuvo de asistir para el 2-0, pero Caro despejó.

No varió el guion en la segunda mitad. El Burgos tenía el balón en zonas permitidas por el Sporting. El ritmo era parsimonioso y los locales defendían con comodidad su ventaja. Hasta que llegó una nueva acción a balón parado para empatar el choque. En una jugada de pizarra, empató Curro. Máxima efectividad del Burgos y partido nuevo.

El Sporting subió una marcha más y apoyado con los cambios se puso manos a la obra en busca del 2-1. Tres acciones acariciaron el gol. Nacho Méndez gozó de dos de ellas: la primera se estrelló en el larguero y la segunda despejó un defensa. El de Luanco fue a más en el partido y destacó especialmente con Varane cubriéndole las espaldas. Un buen balón del 10 para Djuka, que terminó con un disparo cruzado fue la siguiente tentativa rojiblanca. Hubo que esperar hasta el 98 para cantar victoria. En una contra, con el Burgos descolocado tras ejecutar una falta a favor, Queipo recibió en derecha, se introdujo en el área, recortó y disparó con izquierda, para con la ayuda de Córdoba, batir a Caro.

Nada tan bello como un gol en el último minuto para cantar una victoria y saborear el segundo triunfo del curso. El Molinón celebró con efusividad y despidió a su equipo con el modo derbi activado. Será ante el máximo rival el próximo partido, el sábado a las 18:30h.