Dos goles a balón parado, uno por bando, dejan las espadas en todo lo alto para la vuelta. El Avilés se adelantó pero tuvo que sufrir para llegar con una ligera ventaja al partido decisivo del próximo domingo en el Suárez Puerta.

Penúltima parada para el Avilés en su camino hacia Primera RFEF, en un escenario de Primera como el Nuevo Los Cármenes y ante un filial con unos números casi calcados a los de los blanquiazules. La igualdad estadística tuvo su reflejo en el campo y en el marcador y el Suárez Puerta decidirá una eliminatoria que será larga y competida, como era de esperar.

Cañedo dejó a un lado el conservadurismo y apostó por el mismo once que doblegó al Gernika, mientras que el filial nazarí optó por el espigado central portugués Fernando Almeida para sustituir al sancionado Miki Bosch. El único jugador en dinámica del primer equipo que bajó fue el portero Adri López, que fue de la partida.

No hubo tregua y el primer cuarto de hora fue de lo más movido de la primera mitad. El Recreativo Granada, bien pertrechado atrás y con las ideas claras jugando por dentro, fue el primero en inquietar de la mano de Julito, el acompañante del temido Samu Omorodion.

El menudo mediapunta lo intentó a los cinco minutos con un disparo mordido desde la frontal y poco después sirvió un peligroso centro raso desde la izquierda sin encontrar el pie de Samu. También lo intentó Carlos Pérez con un fuerte chut lejano que atajó sin problemas Álvaro.

No tardaron Isi y Alorda en intercambiarse posición en bandas, pasando el murciano a la derecha, desde donde generó el primer susto para los granadinos, con un envío al corazón del área despejado por Almeida. De seguido, Samu estuvo a punto de pillar desprevenida a la zaga avilesina pero Mayorga barrió la pelota para evitar daños mayores.

Todo eso pasó en 15 minutos, dando paso a una fase con menos llegadas y más centrocampismo, sin mayores sobresaltos que un par de guerras innecesarias en las que se metió Isi Ros, llevándose como mal menor una tarjeta amarilla.

El balón parado entró en juego superada la media hora y le iba a dar rédito inmediato al Avilés. Saque de esquina de Jorge desde la izquierda que acaba en los pies de Natalio en el segundo palo, el delantero resiste la tentación de tirar y deja un balón en el área pequeña que Mayorga impulsa el fondo de la red para inaugurar el marcador.

El resultado era óptimo para un Avilés que no logró dormir el partido y tuvo que sufrir en el tramo final. Samu siguió inquietando con un derechazo cruzado y un cabezazo por encima del larguero y el capitán Martín probó fortuna desde lejísimos pero con peligro, en medio de las protestas de la afición local por la excesiva permisividad arbitral en varias acciones defensivas avilesinas.

El Granada pareció perder algo de fuelle en el inicio de la segunda mitad, que empezó con control visitante y con una buena ocasión para Isi Ros, que exigió a Adri para despejar un lanzamiento colocado con la zurda a los 52 minutos. También lo intentó Jorge con un fuerte zurdazo que volvió a dar trabajo al guardameta rojiblanco.

Los locales no tardaron en mover el banquillo y Samu, tocado desde el ecuador de la primera parte, fue uno de los sacrificados. Dos puntas de refresco para amenazar a los hasta ahora inquebrantables Mayorga y Morcillo y pocos sustos para los blanquiazules hasta pasado el minuto 70, con córner cerrado de Martín que impactó en el travesaño y un disparo cruzado de Julito desviado lo justo por Álvaro.

El público local se fue calentando al ver cómo los avilesinos ya no se cortaban tanto a la hora de dormir el partido y alcanzó su punto de ebullición a los 80 minutos con el gol del empate. Álvaro lo impedía en la jugada anterior tras desviar con agilidad un cabezazo de Diego, pero en el córner posterior desde la derecha no pudo hacer nada ante un nuevo remate de cabeza de Youness, saltando a la par con Julito, en el segundo palo.

El tesoro del 0-1 se le esfumaba a un Avilés que ya formaba con doble pivote y que no estuvo cómodo en el tramo final, ante un rival más entero y dinámico que inquietó una vez más, con un centro de Juanma al que no llegó Ballo. Los cambios sentaron mejor a los locales pero finalmente ni el empuje nazarí ni el oficio avilesino lograron desequilibrar la balanza. Pudo ser mejor, pero también peor para los blanquiazules.

El millar de aficionados que se dio cita en la Fan Zone del Suárez Puerta ya vela armas, junto con los que lo siguieron por la televisión y los valientes que viajaron. El próximo domingo a partir de las 18:30 llegará el desenlace definitivo, en lo que promete ser una tarde de fuertes emociones en la Villa del Adelantado.