Los rojiblancos cierran el curso con una humillante derrota ante una Ponferradina descendida. Otero marcó el único gol de los locales. Cuéllar y Aitor García se despidieron entre aplausos.

No pudo poner peor broche a la temporada el Sporting, humillado en su campo por un rival ya descendido. Ni chispa, ni intensidad, ni concentración, ni juego en 90 minutos para el olvido. Colofón terrible para una segunda temporada pésima, donde volvió a jugar con fuego. Urge tomar decisiones para abandonar este rumbo errante.

Miguel Ángel Ramírez apostó por una mezcla de jugadores ante su último partido y otros jóvenes con potencial recorrido en el club. No tuvo su mejor estreno como titular Leonel Miguel, que tuvo la desgracia de marcar un gol en propia puerta y fue sustituido al descanso.

El encuentro comenzó con un Sporting enchufado, al que sin embargo le duró poco el fuelle. Nada más comenzar el choque, Varane, con un buen disparo desde la frontal, obligó a volar a San Román para despejar a córner. Tras este fulgurante arranque, el choque fue bajando revoluciones hasta convertirse en anodino, lleno de posesiones largas sin profundidad ni verticalidad.

Se adelantó la Deportiva en una acción muy mal defendida por Marsà y muy desafortunada de Leonel Miguel. Naim robó se marchó con una facilidad pasmosa del defensor catalán en la banda diestra, sacando un centro que el neerlandés, en su intento de despeje, introdujo en su propia portería.

El bofetón no hizo reaccionar al Sporting, en un Molinón que iba aumentando su cabreo con lo visto en el campo. Solo Jordan Carrillo pareció metido en el partido, con muchos detalles que evidencian su calidad, pero que también le cuesta decidir en muchas ocasiones lo que demanda cada acción. Los equipos se fueron al descanso con música de viento.

El técnico canario realizó dos cambios al descanso, descontento con el hacer de los suyos. Uno de los momentos de la tarde llegó minutos después con la salida de Cuéllar. Se puso en pie El Molinón para despedir a una leyenda rojiblanca.

Parecía encauzarse la tarde con el empate de Otero. Un centro desde la izquierda de Cote, fue rematado, anticipándose a su marca, por el colombiano, que cierra la liga como el máximo artillero rojiblanco.