Los rojiblancos se van de vacío en un pobre partido, donde fueron de más a menos, y donde el colegiado volvió a ser determinante. Un penalti y una expulsión condicionaron el choque.

El Sporting dio un paso atrás en sus aspiraciones de abrazar definitivamente la tranquilidad. Lo hizo en un choque gris, donde pudo adelantarse tras una clara ocasión de Jeraldino, pero que acabó sucumbiendo en dos acciones en el tramo final de cada mitad.

El arbitraje volvió a ser el centro de atención, con un rasero casero a la hora de señalar las manos en el área (la de Marsà penalti, la de Tasende nada), castigar las acciones (hizo el doble de faltas el Villarreal B y no vio ninguna amarilla, por 3 el Sporting, una doble) o incluso anular un gol a Djuka, porque el asistente señaló que el balón había salido, sin dejar concluir la acción, y que el VAR entrase a evaluar.

Miguel Ángel Ramírez hizo cuatro cambios en el once: Cali Izquierdoz por Marsà, Diego Sánchez por Cote, Varane por Cristo y Jeraldino por Campuzano. El chileno tuvo una muy clara, al encontrarse un balón en el área tras mal despeje rival, pero su disparo se estrelló en el pie de Iker Álvarez. Varane también lo intentó con un chut desde la frontal, que se marchó cerca de la escuadra. El técnico canario se vio rápido obligado a cambiar la hoja de ruta, al caer lesionado Insua. Entró Marsà por él.

El Villarreal B fue entonándose con el paso de los minutos y avisó con un chut de Millán, bien despejado por Cuéllar con una mano fuerte arriba. El 1-0 llegó tras un penalti. Un disparo de Collado fue bloqueado por Marsà, que se tira a obstaculizar, sin sacar el brazo, pero golpeando el esférico en él. No lo dudó Guzmán Mansilla. Transformó Ontiveros, engañando por completo al portero rojiblanco.

Los rojiblancos hicieron un cambio al descanso, dando entrada a Aitor García por Jeraldino. Este nuevo plan, con 2 extremos en punta, casi no pudo testarse, ya que Marsà fue expulsado nada más comenzar la segunda mitad. En una entrada abajo, donde quedan dudas de que siquiera fuera falta, el colegiado le mostró la segunda amarilla. Curioso rasero, cuando el Villarreal B repartió por doquier, sin considerar el colegiado que ninguna, por peligrosidad o reiteración, era merecedora de cartulina. Con 10, otra vez, el equipo gijonés pasó a un 4-4-1.

Otra de criterio dispar. Un centro al área, fue tocado por el brazo de Tasende, que al igual que Marsà no lo saca a pasear, pero lo tiene separado. Aquí nada punible. Sigan, sigan. Alcanzó la tranquilidad el Villarreal B con un chut de Carreira, que tras tocar en Cote, se envenenó, sorprendiendo a Cuéllar.

Para más inri, el trio arbitral no dio validez a un gol de Djuka en el tramo final. Un balón que evita que se pierda por línea de fondo un jugador local, que recupera Rosas y asiste para que Djuka remache a la red de espuela. Cansados estamos de ver a los asistentes demorar su toma de decisión a que las acciones finalicen. Hoy tenía prisa, señalando el córner, antes que la jugada terminase, impidiendo por tanto que el VAR entrase a revisar la jugada. Un gol que, de subir al marcador, le hubiera dado el Sporting el golaveraje particular ante su oponente de hoy.

Los rojiblancos, a expensas de lo que haga el Málaga, mantiene un colchón importante sobre el descenso, pero queda decimoctavo, siendo el equipo que marca la salvación. La próxima jornada será el derbi el sábado a las 16:15 en El Molinón.